El golpe de Trump amenaza con hundir en la recesión a México

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha apretado el botón nuclear en materia comercial. El republicano ha optado por la opción más radical para comenzar a levantar su muro comercial, imponiendo un arancel generalizado del 25% a México y Canadá —las importaciones energéticas canadienses pagarán un arancel del 10%— y de un 10% para China. En el caso de México, el mandatario aseguró que la barrera arancelaria era una respuesta por la gran amenaza que supone para su país “los extranjeros ilegales” y “el fentanilo”. La nueva tarifa, que entrará en vigor el próximo 4 de febrero, pegará de lleno al 80% de las exportaciones mexicanas. México se ha consolidado como el principal importador de Estados Unidos, con ventas al mercado estadounidense por más de 466.000 millones de dólares. Analistas y financieros coinciden en que, dado el peso que tienen los envíos mexicanos a EE UU, un arancel de esta magnitud pondrá a México contra las cuerdas y al filo de una recesión económica este año.

En la orden ejecutiva, el Gobierno de Trump establece que este arancel generalizado se sumará a cualquier otro arancel, tarifa, exacción o cargo aplicable a dichos artículos importados. Además, establece que si el gobierno de México toma represalias contra Estados Unidos en respuesta a esta acción mediante aranceles de importación a las exportaciones de Estados Unidos a México o medidas similares, el presidente puede aumentar o ampliar el alcance de los aranceles impuestos en virtud de esta orden ejecutiva para asegurar la eficacia de esta acción.

Tras conocer la orden de EE UU, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, criticó la decisión de Trump, pero le propuso mesas de trabajo en materia de seguridad y salud pública. “No es con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas. Instruyo al secretario de Economía para que implemente el plan B que hemos estado trabajando, que incluye medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México”, declaró, por escrito, la mandataria, pero no ahondó en los detalles de su contraofensiva.

Los expertos anticipan impactos importantes para México, EE UU, y Canadá, especialmente en los sectores de vocación exportadora como la industria agrícola, electrónica y automotriz. Además de un espiral inflacionario, para los tres países. A la espera de conocer los puntos finos de la estrategia del Gobierno de Sheinbaum, el horizonte para México no se vislumbra prometedor. Los analistas prevén que de mantenerse más de un trimestre este arancel generalizado, el Producto Interno Bruto (PIB) entraría en terreno negativo. De acuerdo con los cálculos de la Agencia Moody‘s, una tarifa de esta magnitud frenaría el comercio binacional en unos 740.000 millones de dólares por año y provocaría una contracción de la economía mexicana de entre 1,5% y 2%.

México recibe este balde de agua fría en horas bajas: en el último trimestre de 2024, su Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 0,6%, respecto al trimestre previo, su primera caída desde 2021, y, a tasa anual, su PIB creció el año pasado un 1,3%, un descenso, frente al alza de un 3,2% de 2023. Frente a este panorama, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero Base, califica este muro arancelario con EE UU como una “terrible noticia” para el país.

La especialista calculó que, si esta tarifa se mantiene todo el año, las exportaciones mexicanas caerán un 12%. Solo en 2024, el 15% de las importaciones de Estados Unidos provenían de México, convirtiendo al país latinoamericano en su principal importador, por encima, incluso, de China y Canadá. Desde hace años, México tiene como centro de su intercambio comercial a EE UU: más del 80% de las exportaciones nacionales tienen como destino algún Estado de la Unión Americana. Siller explica que, tras el arancel y la eventual caída de los envíos mexicanos a EE UU, se registrará una menor oferta de dólares a México y, por lo tanto, subidas en el tipo de cambio.

La medida, al ser anunciada durante el fin de semana, aún no tiene un impacto en los mercados. El peso cotizó en 20,67 pesos por dólar, sin embargo, en la tarde del domingo cuando que abran los mercados asiáticos, se prevé una fuerte presión sobre la divisa latinoamericana, derivada de estas nuevas medidas arancelarias. “Si realmente se lleva a la práctica este arancel a todas las importaciones desde México, esto puede provocar que el tipo de cambio rápidamente suba hacia 23 pesos por dólar y si el arancel dura varios meses, incluso el tipo de cambio en México podría alcanzar nuevos máximos históricos”, menciona.

La analista añade que otra afectación se va a dar en la inversión extranjera directa, en donde se espera que se congelen las llegadas de nuevas inversiones al país y posiblemente podría haber nuevamente salidas de capitales. “Existe el riesgo también de recortes en la calificación crediticia de la deuda soberana de México”, indica. Según los datos oficiales, de enero a septiembre de 2024, la inversión estadounidense en territorio mexicano ascendió a 14.474 millones de dólares, lo que supone una participación de un 40% del total de la inversión extranjera directa reportada en ese periodo en México.

La Cámara de Comercio Estadounidense en México (AmCham) alertó que la medida de Trump significará una pérdida de competitividad y un retroceso en la relación entre México y EE UU. “Los aranceles nos dividen. Las empresas y los consumidores de las tres economías sufriremos consecuencias de no revertirse esta medida: aumento de los costos para los productores y exportadores, pérdida de empleo, inflación y menor poder adquisitivo de nuestras familias”, expuso la AmCham.

De enero a noviembre de 2024, las importaciones mexicanas a EE UU rebasaron los 466.626 millones de dólares, mientras que las exportaciones estadounidenses a México sumaron 309.421 millones de dólares, resultando en un saldo favorable para el país latinoamericano en 157.205 millones en la balanza comercial. La estrecha relación comercial entre Estados Unidos y México se ha cimentado bajo el acuerdo de libre comercio, antes TLCAN y ahora TMEC, sin embargo, la imposición de este arancel amenaza con dinamitar los principios de este convenio crucial para el comercio de Norteamérica.

Trump está tomando medidas comerciales radicales para exigir a México, Canadá y China que rindan cuentas de sus promesas de detener la inmigración ilegal y detener el flujo de fentanilo a su país. En esta jugada estratégica, coinciden analistas, el republicano ha echado mano de los aranceles para arrinconar a sus contrapartes y conseguir avances en otras trincheras. Después de meses de amagos, el republicano ha cumplido su amenaza y, ahora, el Gobierno de México tiene ante sí el difícil reto de negociar con EE UU, en tanto, sortea los efectos económicos que implicará un muro arancelario de doble dígito sobre sus exportaciones.