La España del ‘progrés’
Buena parte de la política no es más que una tertulia que distrae mientras intentas dar trabajo a los tuyos
La ley de amnistía tiene que ofrecer garantías a los delincuentes de que sus actos quedan fuera del alcance de la justicia. La autoamnistía a los malversadores permitirá que siga en el poder un partido implacable con la malversación, del mismo modo que el pacto con la ultraderecha servirá para detener a la ultraderecha. Son cosas que se explican por sí mismas. La operación exigirá convencer a Europa de que, en aras de la estabilidad, no se deben investigar los intentos rusos de desestabilizar una democracia europea. PP y PSOE pactaron en 2015 una reformulación del terrorismo: no requiere organización, se amplían y difuminan las finalidades y se expanden los delitos.
Esa “desfiguración”, como la ha descrito el penalista Juan Antonio Lascuraín, ahora puede venir mal. La trama de corrupción que afecta al Partido Socialista exige que el Partido Popular actúe de manera responsable. ¿Acaso nadie va a dimitir? La espera es insoportable. La presidenta del Congreso fue muy clara acerca de la compra de mascarillas defectuosas cuando gobernaba en las Islas Baleares: “Quiero explicar bien el contexto en lo que los estoy explicando las cuestiones que voy a explicar”. Pero más triste es Sumar. La vicepresidenta Yolanda Díaz ha dicho que está en contra de indultar a los corruptos, aunque formaba parte del Gobierno que indultó a los malversadores, apoya la amnistía y votó a favor de atenuar las penas de malversación. Tras su éxito en las elecciones gallegas (cero diputados, y eso que se fue con Íñigo Errejón y Marta Lois a recoger pellets en la playa, como Churchills ecologistas), se reunió con Alexandria Ocasio-Cortez en Estados Unidos y dijo que en España cenamos demasiado tarde. Podría haber empezado por las condiciones laborales, pero eso es menos rentable que un sermón sobre la vida de la gente.
Siempre hay quien celebra que por fin se haya abierto el debate. Para eso están los gobernantes, para abrir debates: buena parte de la política no es más que una tertulia que distrae mientras intentas dar trabajo a los tuyos. El IVA de la luz vuelve a subir y el ministro de Cultura reivindica bajar el del arte contemporáneo, algo que, según él, es una reivindicación histórica. Arte contemporáneo y reivindicación histórica o una izquierda que defiende bajar impuestos a productos de lujo podrían parecer ataques al principio de no contradicción. Pero ese principio, como otros, no pertenece a nuestro tiempo ni a la España del progrés. @gascondaniel
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