Ricardo Costa, la condena del arrepentido
El exsecretario general del PP con Camps ha sido condenado a cuatro años de prisión
Ricardo Costa (Castellón, 1972) lo tuvo casi todo en el Partido Popular de la Comunidad Valenciana, excepto la dirección de una consejería, y no fue por falta de ganas, porque se lo pidió muchas veces, sin éxito, a su jefe de filas, al entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps. El ex número dos del PP, condenado ayer a cuatro años de prisión por delito electoral y falsedad documental en la trama valenciana del caso Gürtel, también reprochó a Camps que no le avisara de su cambio de estrategia en el juicio de los trajes.
Eso, y que el 13 de octubre de 2009 lo obligara a presentar su dimisión como secretario general del PP, hicieron que el joven pijo que se pavoneaba por las calles valencianas luciendo camisas de cuello italiano con iniciales grabadas, y conduciendo un Infiniti FX50S, cambiara su declaración inicial, confesara su arrepentimiento, admitiera su culpabilidad y acusara a Camps de ser el artífice de la financiación del partido valenciano durante las campañas electorales de 2007 y 2008.
El exdiputado ya avanzó, cuando abandonó su cargo, la vergüenza que le daban algunas de las conversaciones que había mantenido con Álvaro Pérez, El Bigotes, responsable de la trama Gürtel en la Comunidad Valenciana. "Conocía lo que se producía y no lo denuncié", señaló en el Congreso de los Diputados. El parlamentario, que militaba en el partido desde los 16 años, siempre ha mantenido que cumplía las indicaciones de sus superiores y que la decisión de contratar a Orange Market se tomó antes de que él tuviera responsabilidades en la formación. "Ni Mariano Rajoy ni ningún otro dirigente me ordenó nunca que dejara de trabajar con la firma de Francisco Correa en Valencia", apuntó durante el juicio.
Costa, economista y abogado, estuvo más de 20 años en el PP valenciano, al que llegó de la mano de su familia. Su hermano Juan fue ministro de Ciencia y Tecnología con José María Aznar. Además, era uno de los cachorros del entonces presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, condenado a prisión por defraudar a Hacienda. Su boda en 2014 con Laura Chorro, antigua Bellea del Foc de Alicante, le cambió la vida, que, unos años antes ya había dado un vuelco con su imputación por un delito de cohecho impropio junto a Camps en el caso de los trajes de la trama Gürtel. En el que, finalmente, ambos fueron absueltos.
Ricardo Costa, famoso en los ambientes nocturnos valencianos de los noventa, trabaja en la actualidad en Lexcam, despacho de abogados que su padre fundó en Castellón. Es voluntario en varios colegios diocesanos e imparte cursos en la Cruz Roja a inmigrantes para que consigan la nacionalidad española.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Mariano Rajoy
- Álvaro Pérez "El Bigotes"
- Francisco Correa
- Castellón
- Ricardo Costa Climent
- Francisco Camps
- Carlos Fabra
- Caso Imelsa
- PPCV
- Caso Gürtel
- Corrupción política
- PP
- Sentencias condenatorias
- Comunidad Valenciana
- Corrupción
- Casos judiciales
- Sentencias
- Partidos políticos
- Sanciones
- Delitos
- Juicios
- Política
- España
- Proceso judicial
- Justicia