¿Se ha acabado la paridad en los festivales de música?
“Si en 2025 el equipo de programación de un festival que opta a ayudas públicas no repara en que tener un cartel donde el 90% de las bandas están formadas únicamente por hombres es anacrónico, seguimos teniendo un problema”, recalcan desde la asociación MIM

Hubo un tiempo, en torno a 2019, en que la paridad de género en los carteles de los festivales de música parecía una preocupación creciente por parte de los programadores. Incluso era algo que se exhibía como orgullosa estrategia promocional. Sin embargo, en los últimos años, ese tema ha dejado de formar parte de la conversación. “Se habló mucho de eso antes de la pandemia, pero después nos fijamos únicamente en el ansia por recuperar ese tipo de ocio, y tal vez su vuelta ha sucedido a cualquier precio”, afirma África Moya, asistente habitual a eventos de música en directo. “Tengo exactamente la misma sensación, especialmente este 2025”, añade Olga Fernández, otra aficionada, muy concienciada con este problema, hasta el punto de que ha abierto una cuenta en Bluesky —no muy activa, de momento— denominada Misoginia Fest y “dedicada a denunciar la desigualdad de género en los festivales. Hace unos años esto podía ser entendible, pero ahora mismo hay tantos proyectos femeninos en la escena que no es justificable seguir viendo carteles con apenas uno o dos nombres de mujeres en ellos”, indica.
Hace un año, Claudia Zuazo, teclista y única mujer en el quinteto Niña Polaca, denunció en un comunicado público lo que le había sucedido en el festival Toledo Beat. “Yo había visto el cartel y, ya de primeras, me chocó bastante ver que no había ni una sola artista o grupo femenino. Yo intentaba no pensarlo y no tenía nada premeditado, pero de repente sentí que tenía que decir algo. Y fue bastante comedido, un comentario antes de empezar una canción: ‘Me encanta ver a tantas tías en el público, compensando por las pocas que hay en el cartel´”, recuerda la teclista. “El público reaccionó super a favor, todo el mundo aplaudió un montón, así que no fue una cosa fuera de lugar, pero a los cinco minutos de terminar la actuación, el festival publicó una foto de todos los miembros del grupo menos de mí, y nuestro promotor recibió un WhatsApp de uno de sus responsables diciéndole: ‘Comentarios populistas así sobran’”. Recuerda la artista que, meses después, sintió algo similar en el Gran Canaria Sum Festival, donde ella y Belly Hernández, de Dorian, eran las únicas mujeres participantes. “Ahí yo ya no dije nada, porque al final tampoco puedo ir perjudicando a mi grupo por cosas que me parecen frustrantes a mí individualmente. Ahora, cada vez pienso más: ‘No te metas todo el rato en este tipo de movidas, porque nosotros vivimos de los festivales y los conciertos”, reconoce. Niña Polaca es, de hecho, uno de los grupos con más fechas festivaleras en este 2025: un total de 17. Entre ellos figura, de nuevo, el Gran Canaria Sum, pero no el Toledo Beat. Ante la petición de entrevista por parte de este medio, por cierto, los responsables del festival toledano nunca contestaron.
No hay conciencia de que este sea un problema
Según datos del programa Objetivo Igualdad, de RTVE, la visibilidad de las mujeres en los festivales de España es de alrededor de un 25%. Desde la asociación MIM (Mujeres en la Industria de la Música), que ha decidido contestar a nuestras preguntas de modo colectivo, afirman que “el verdadero problema es que eso no se considera un problema. Y si no lo ves, no te mueves para buscar cómo solventarlo”.
Hace varias semanas se anunció un nuevo festival, el Degusta Fest, que se celebrará en Armilla (Granada) el 27 y 28 de junio. El cartel lo conforman ocho grupos completamente masculinos. “Soy plenamente consciente de que no hay ninguna mujer en el festival”, afirma su director, Pepe Rodríguez, “pero yo no creo en cupos obligatorios. Llevo más de 40 años dedicándome a esto, y mi filosofía y mi forma de vida es la del punk, hazlo tú mismo como tú creas. En el cartel aplico mi criterio y asumo mi responsabilidad, pero no me gustan las obligaciones. Siempre he admirado el talento femenino —sostiene el programador—, soy fan de Patti Smith, Tina Turner, The Pretenders, y nunca vi a Chrissie Hynde reclamando cuotas de género”. Rodríguez justifica que a veces “las cosas no encajan por fecha, por caché, o porque el tipo de artistas que buscamos no estén de gira”. Ante la pregunta de si esta falta de paridad puede provocar una reacción negativa por parte del público, Rodríguez afirma: “No me preocupa nada. Si alguien decide no ir porque va en contra de sus principios, está en todo su derecho”.
Otro festival que ha recibido críticas por falta de presencia femenina es el Visor Fest, que se celebraba en Murcia y este año se hará en Valencia. De momento, ha confirmado a cinco grupos, uno de ellos liderado por una mujer (Echobelly), pero en su edición de 2022 no hubo presencia femenina en el cartel, lo que llevó a algunas asistentes habituales a boicotearlo. Vanessa Riofrio, su jefa de comunicación y márketing, y también una de las responsables de su programación, sí se muestra preocupada al respecto y considera poco justas las acusaciones. “Yo me rompo los cuernos todos los años porque haya presencia de bandas femeninas —asegura—, pero la dificultad es que es su temática gira en torno al pop y rock alternativos de los años ochenta y noventa, y esa fue una época horrenda para la música femenina. Seguramente, con artistas actuales sería más fácil”. Otro problema, según la programadora, es que “somos un festival minúsculo. Nos encantaría tener a PJ Harvey, Blondie o Siouxsie, pero no podemos pagar sus cachés. Incluso hemos renunciado a bandas que vendan más entradas, porque si alguna mujer me dice que sí, voy como un torpedo hacia ella”, asegura.
¿De verdad venden más entradas los artistas masculinos?
Preguntado al respecto, Pepe Rodríguez, del Degusta Fest, reconoce no tener ninguna evidencia de que los artistas masculinos vendan más entradas que las femeninas. Y, aunque así fuera, apuntan desde MIM, “los festivales son mucho más que los headliners, el grueso del cartel lo conforman la parte media y baja del mismo. En los casos en los que la programación es gratuita también se produce esa falta de paridad, así que la excusa de la venta de entradas no funciona”. En similares términos se expresa Claudia Zuazo: “Si el festival quiere vender, va a coger a la gente que más público atrae, pero a mí no me sirve eso realmente, porque la industria está repleta de mujeres artistas, y en el Toledo Beat había grupos que conocía mucha gente y otros muchos grupos masculinos que no conocía nadie”.
Juan Ceñal, periodista musical digital, ha creado una lista de Spotify denominada Artistas españolas femeninas para que los festivales dejen de cagarla. “Los programadores tienen que apostar por grupos y cantantes femeninas que pueden llegar muy lejos, gustar al público y vender entradas si se les da la oportunidad. Mi intención al hacer la playlist era abrir los ojos a algunos festivales que parece que si no consiguen a Amaral, Zahara, Rozalén o Ginebras no saben a qué más mujeres pueden programar", afirma.
“Actualmente hay un montón de proyectos musicales liderados por mujeres, cosa que no ocurría hace una o dos décadas”, afirma Olga Fernández. “A veces me han dicho: ‘Es que ellas no venden suficientes entradas o no tienen tanto tirón, no son conocidas’, pero si no les das la oportunidad y las programas… ¿cómo van a darse a conocer? Luego pienso también que ellas, en gran medida, no se sienten respaldadas por sus compañeros músicos, quienes apenas se han posicionado al respecto públicamente”.
Una excepción en este sentido es Sixto Martín, del grupo malagueño La Trinidad, a quien abordamos después de que criticara en la red social X la programación del festival internacional Back To The Beginning, encabezado por Black Sabbath. “Es imposible creer que a nadie de la organización se le haya escapado que está muy mal que haya una sola mujer en el cartel”, escribía el músico. “Es un comentario habitual. No puedo hablar por todos ellos, pero a la mayoría de los artistas masculinos que son próximos a nosotros o a nuestro círculo le saltan las alarmas en lo que respecta a la escasez de mujeres cuando se publica un cartel. Hace 10 años igual no nos habría chirriado o apelado de la misma manera”, sostiene Martín. “Si a ello sumas equipos técnicos de las bandas y a los trabajadores de estos festivales, la cifra se descompensa aún más. Vete al backstage de cualquier festival y cuenta cuántas mujeres hay por cada decena de hombres. Y si las hay, observa cuáles son los trabajos que desempeñan y cómo los roles de género se identifican rápidamente”, apunta.
Desde la agencia de contratación y representación Ártica, cuyo equipo y su roster de artistas son mayoritariamente femeninos, la perspectiva de la situación es completamente diferente. “No creemos que los festivales estén sobremasculinizados. Cada vez hay más mujeres, empezando por los equipos de booking, producción, técnica.... y sigue ampliándose la participación de la mujer, en general en todos los sectores de la industria, encima del escenario y detrás”, afirma su responsable, Keina, para quien el problema a la hora de conformar los carteles está en otro lugar. “Para artistas en desarrollo hay muy pocos espacios en los festivales, independientemente del género”, afirma.
El dilema de las cuotas
Durante cinco años, África Moya perteneció a la organización del Madrid Popfest, un festival muy pequeño, sin ánimo de lucro, y con funcionamiento asambleario y horizontal. “Siempre tuvimos en cuenta que el cartel debía acercarse lo máximo posible al 50-50. Y al principio yo misma me hice ciertas preguntas como: ‘¿Estamos llamando a grupos de chicas solo por la cuota? ¿Es esto lo correcto?’ Pero tardé poco en darme cuenta de que había que militar y defender con el ejemplo lo que creíamos que era lo necesario. Dejamos a grupos fuera, sí, pero gracias a ello otras estuvieron dentro. Y fue una decisión siempre apreciada por el público”. Claudia Zuazo opina que “la gente no entiende que hay que dar este empujón, porque si no los carteles los van a conformar solo hombres siempre. Sobre el tema de la paridad podemos tener una conversación superamplia y creo que es un terreno complejo, pero veo mucho enfado y mucha inquina de personas que siempre han estado en contra de esto, de que haya mujeres quitándoles el puesto. Y no es así, porque a nosotras se nos exige muchísimo más para estar en sitios donde yo veo a grupos de tíos que ni tocan bien, y que llevan menos de un año en la música”, concluye.
Lea Leone es una artista emergente que, en 2024, publicó su primer álbum, Alodinia. “¿Si esto me afecta? Claro que sí”, afirma ella. “En la música hay desigualdad, al igual que en el resto de ámbitos de la vida, pero con el añadido de que, al ser algo creativo, es muy difícil medir su calidad. Dependemos de que en los sitios donde se concentra el poder se tome la decisión de si somos suficientemente buenas como para tener representación. ¿Cuáles son los parámetros para medirlo? Probablemente debes ser extrovertida (pero no mucho, no seas estridente), inteligente (pero no mucho, no seas pedante), sexy (pero no mucho, no seas guarra) y un larguísimo etcétera de contradicciones dentro de la violencia característica del patriarcado. Y, si consigues pasar la prueba y hacer un esfuerzo el doble de grande que el de tu compañero, entonces te dan la oportunidad de mostrar tu música al mundo. Si te quedan fuerzas”, indica la artista. “Se me pueden ocurrir muchos parches, pero la única manera de revertir esto es un cambio estructural. Invertir en recursos para apoyar proyectos femeninos o contribuir con la educación sería un buen primer paso. Mientras tanto, contratad a más mujeres”.
“Por supuesto que debería haber cuotas”, afirma Sixto Martín. “Visto que nadie mueve un dedo para que la situación tenga reparo real y un reconocimiento histórico después de tantos años de menosprecio, optaría por una solución tajante”. El músico no considera, además, que eso perjudique a su grupo. “Los festivales no suelen llamar con mucho hábito a nuestra puerta, así que dudo que nuestro estatus o nuestras opciones se vieran afectadas verdaderamente. Y si comprometiera a nuestras actuaciones no habría problema, establecería un balance más justo y ejemplar. Porque además pienso que hay espacio para todo el mundo, no hay que verlo igualando a la baja”, considera.
Cómo liderar el cambio: festivales españoles en la vanguardia
En realidad, también hay que decir que de España han surgido algunas de las iniciativas más ambiciosas para revertir esta situación. Desde MIM valoran la acción de Primavera Sound que, en su edición de 2019, a la que bautizaron como The New Normal, optaron por “un cartel paritario, también buscando la igualdad en todos los puestos tras los escenarios. Tras esa edición, a pesar de no promocionarlo, siempre ha habido al menos un 40% de artistas no masculinos en su cartel”. Su edición de 2025, que se celebrará del 4 al 8 de junio, es un hito histórico en este aspecto. Será encabezada por tres mujeres jóvenes: Charli XCX, Sabrina Carpenter y Chappell Roan, y, en la parte alta del cartel, también incluye a FKA Twigs, Beabadoobee, Clairo, HAIM, Beach House y Amelie Lens. La prueba de que la apuesta ha funcionado es que han agotado todos los abonos con seis meses de antelación.
“Es importante reflexionar sobre quién conforma los equipos de booking y cuán diversos son”, añaden desde MIM. En este sentido, el ejemplo del Sónar también es paradigmático. Desde el festival barcelonés nos informan de que, en la próxima edición —del 12 al 14 de junio— habrá un 43% de propuestas masculinas, un 33% femeninas, un 14% mixtas y un 10% no binarias. “En nuestro proceso curatorial no solo tenemos en cuenta la paridad, sino que nuestro foco se abre a representar la diversidad identitaria en todas sus vertientes, ya sea de género, pertenencia o procedencia, intentando reflejar de manera más plural e interseccional las escenas locales, nacionales e internacionales”, afirma la comisaria de su programación, Ikram Bouloum, una mujer catalana de padres marroquíes, que también es cantante y DJ. “En mi opinión, en 2025 ya no hay excusas para decir que no hay suficientes artistas femeninas, no binarias, o pluralidad de identidades. Llevamos años de cambio de paradigma. Asímismo —añade— hablar de discursos paritarios en perspectiva binaria hombre/mujer es una visión que se queda en la superficie del iceberg y nos impide ahondar en la complejidad de la situación y entender que todo va más allá del género. Aunque a veces haya factores que están fuera de nuestro control, los carteles de los festivales tienen el poder de interpelar a nuevas audiencias, a más comunidades, y provocar un impacto social mayor e importante”. En 2021, Ikram Bouloum fue la primera mujer, junto a la periodista Aïda Camprubí, en dirigir el BAM (Barcelona Acció Musical) como integrantes de la cooperativa mixta L’Afluent. “Aquello me hizo reafirmar que el trabajo colectivo es importante. De la misma manera que en el departamento de booking de Sónar representamos distintas generaciones con perspectivas, referentes y orígenes diferentes, en el BAM también teníamos esta pluralidad de visiones, y ello llevó naturalmente a construir carteles paritarios”, concluye.
Lo significativo es que la apuesta por la igualdad parece darse, especialmente, en los festivales más grandes y los más pequeños. El Bilbao BBK Live (del 10 al 12 de julio) cuenta con Kylie Minogue, Raye, Bad Gyal, Nathy Peluso, Amaia y Amyl The Sniffers como cabezas de cartel, mientras que solo hay dos artistas masculinos en esa parte alta. En cuanto al Mad Cool madrileño, aparecen Gracie Abrams, Alanis Morissette y Olivia Rodrigo entre los 12 nombres principales. De los festivales pequeños, África Moya destaca “el Trueno Rayo Fest, en Valencia, que tiene detrás al colectivo Hits with Tits”. “La gran mayoría de microfestivales son paritarios, incluso sin pretenderlo”, afirma Olga Fernández, quien destaca “el Zaragoza Feliz Feliz, Canela Party, Madrid Popfest, Prestoso, VeSu y Osa do Mar, entre otros”.
Es importante resaltar que el problema de la desigualdad en los carteles no es específico de España. Según un estudio de la plataforma + Músicas, en 2020 en los festivales europeos menos del 10% de las cabezas de cartel son mujeres. El 24 de mayo de 2022, la BBC publicó el informe titulado Festival Headliners, y corroboró el mismo dato en Reino Unido. Y en EE UU existe la plataforma Book More Women (contrata más mujeres), ya que, según datos del año pasado, la presencia femenina en los carteles es del 25%. Nuestra escena, por tanto, no está peor, y el trabajo de algunos de los grandes festivales y muchos de los pequeños, en este sentido, es importante. El problema está en el amplísimo segmento medio, el que no solo se repiten siempre los mismos nombres, sino que se excluye sistemáticamente a las artistas femeninas y emergentes, que son la parte más débil en la escala de prioridades. “Evidentemente, si en 2025 el equipo de programación de un festival que opta a ayudas públicas no repara en que tener un cartel donde el 90% de las bandas están formadas únicamente por hombres es anacrónico, seguimos teniendo un problema”, recalcan desde la asociación MIM.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.