La juez envía a prisión a la supuesta asesina de la joven de Alcorcón

La juez que instruye el caso del asesinato de la joven de Alcorcón Denisa María ha decretado el ingreso en prisión sin fianza de Rocío M., la supuesta asesina, de 19 años, según recoge la agencia Efe. La joven ha acudido en la mañana de este miércoles ante la magistrada y se ha acogido a su derecho a no declarar. Su defensa ha asegurado que la chica se declara inocente, que se encuentra "muy mal" y que su novio, Mario Tabanera, estuvo con ella en el coche dando vueltas por la ciudad en el momento en el que ocurrieron los hechos. El novio también ha comparecido ante la juez para prestar declaración tras ser localizado por la policía, según han apuntado a Efe fuentes de la investigación.

Fuentes policiales consultadas por este diario aseguran que Tabanera, exnovio de Denisa, acompañó a la supuesta autora del homicidio hasta el lugar en el que la joven fue apuñalada, y donde la policía ha hallado tres cuchillos que está analizando para determinar si alguno de ellos fue el arma del crimen. Una vecina que fue testigo del suceso asegura que Rocío M. iba acompañada de alguien que estuvo rondando por el edificio antes de que la presunta asesina llamara a la puerta.

Rocío M. venía rumiando su venganza desde hacía meses. Desde que vio un cruce de mensajes de WhatsApp entre Mario Tabanera y la víctima. Dejó por escrito el plan que quería llevar a cabo contra Denisa: "Te voy a rajar". La policía sospecha que fue ella quien, el domingo por la noche, llamó a la puerta del local en el que se encontraba la víctima y la apuñaló hasta la muerte.

Desde que la muchacha fue asesinada en Alcorcón, un municipio del sur de Madrid, los investigadores centraron las pesquisas en Rocío, a quien consideran la principal sospechosa y que fue detenida este lunes en la localidad toledana de Ventas de Retamosa. Esta joven, hija de un guardia civil destinado en la provincia de Toledo, se obsesionó con Denisa, a quien enviaba continuas amenazas a través de las redes sociales. Algo de lo que estaban enterados los progenitores de la menor asesinada.

El padre de Denisa, Daniel Dragan, un rumano que llegó a Madrid hace 14 años cuando su única hija era apenas una niña de tres, pensó en tomar cartas en el asunto. Llamó a Tabanera, el exnovio y actual pareja de Rocío M., un muchacho de gorra calada al que le gustan los perros peligrosos. "No te preocupes, son cosas de mujeres", fue la respuesta machista del joven, que también vivía en Alcorcón. Los investigadores creen que el chico fue quien llevó a Rocío M. hasta el edificio y le señaló cuál era el lugar en el que vivía Denisa.

El padre dice que se quedó tranquilo con las explicaciones de Tabanera. En parte porque quien la amenazaba era hija de un agente. Ahora se lamenta por no haber frenado ese odio hacia su hija: "Por no hacerlo, está en el cementerio". El cadáver de la joven fue enterrado este martes en la localidad madrileña donde ocurrieron los hechos. Llantos y caras desencajadas en una tarde fría y desapacible. Alrededor de 60 personas, amigos y familiares de Denisa que portaban velas encendidas, se congregaron en la capilla del tanatorio para despedir a la menor en una misa que se ofició en rumano.

Antes de empezar la homilía, el padre de la víctima trataba de encontrar explicación a lo inexplicable: "Los adolescentes no pueden solucionar sus problemas creyéndose adultos, porque no lo son". Y aprovechó para manifestar "pena" por los padres de la presunta asesina. Después de su ruptura con Tabanera en junio de 2018 tras un año de relación, Denisa, hija de padres divorciados, comenzó otra relación.

La pareja vivía en un local situado en los bajos de un edificio, un espacio de 50 metros cuadrados que adaptaron como vivienda. El pequeño hogar se esconde tras una puerta gris de obra. Fue la que abrió Denisa justo antes de recibir cinco puñaladas. En ese momento hablaba por teléfono con una amiga que escuchó la trifulca previa a la agresión. Denisa le pidió ayuda.

En el mismo tono que su exmarido, la madre de la víctima pidió que el crimen de su hija sirva para evitar más asesinatos entre adolescentes. "Los jóvenes no pueden comportarse así; tienen que hablar, como se hacía antes", aseguró. Ella guarda como un tesoro un vídeo de hace un mes de su hija en el Parque Warner de Madrid.

Cinco amigas de Denisa se abrazaron a las puertas de la sala en la que se velaba el cuerpo. La mayoría, menores, como la joven asesinada, que acudían junto a sus madres para dar el pésame a los allegados de la víctima. Los vecinos y las amigas de Denisa levantaron un altar en el lugar donde se cometió el crimen: velas blancas y rojas que colocó el padre de la joven a primera hora del lunes. Junto a estas, mensajes dedicados a la víctima pegados en la fachada también copaban la puerta del local donde se cometió el crimen.

Andrea, una adolescente que iba con la joven a clase de baile cuando ambas eran pequeñas, sacó un bolígrafo y comenzó a redactar una carta: "Querida Denisa, mi rubia. Que sepas que siempre te recordaré...". Antonia, una señora que pasaba por allí en ese momento, dijo que encendería dos velas por ella en la intimidad de su casa, a pesar de que no la conocía. "Podría ser la hija de cualquiera. Quien mata a una joven atenta contra todos", dijo entre lágrimas.