Aguas subterráneas: tan invisibles como estratégicas

Más de 2.000 millones de personas carecen de agua potable, un recurso finito e imprescindible para la vida. El Día Mundial del Agua pretende concienciarnos de esta situación crítica, agudizada por el cambio climático, pero también avanzar en la adopción de medidas para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6, Agua Limpia y Saneamiento para todos. Para alcanzarlo queda menos de una década, el tiempo que resta hasta el 2030. Una misión en la que está comprometido el grupo Agbar con soluciones innovadoras en torno a la gestión sostenible del agua, los recursos naturales y la salud ambiental para las ciudades, la agricultura y la industria.

Este año, el lema pone sobre el tapete las grandes olvidadas, pero no menos importantes y estratégicas, entre los recursos hídricos, las aguas subterráneas: hacer visible lo invisible. En las zonas más áridas del planeta, son la única fuente de agua al alcance de la población. Por ello, necesitan atención, protección y cuidado.

La sobreexplotación y contaminación de las aguas subterráneas, por la actividad humana, el impacto del cambio climático y el aumento de la población mundial, plantean grandes retos para el futuro de los recursos hídricos. Urge actuar para su preservación, promoviendo el equilibrio entre las extracciones y la capacidad de renovación y la mejora de su estado ecológico, así como su uso sostenible. Las aguas subterráneas desempeñan una función vital en los sistemas hídricos y de saneamiento, agricultura, industria, ecosistemas naturales y estrategias de adaptación al cambio climático, y ello debe quedar patente en la formulación de políticas de desarrollo sostenible.

Agbar ha implementado proyectos pioneros en acuíferos para evitar que se infiltre el agua del mar o eliminar la contaminación

En Agbar apuestan por la gestión avanzada de las aguas subterráneas, mediante la optimización de la extracción de recursos; supervisan el riesgo de sobreexplotación y promueven el rescate de los acuíferos. Estos son algunos de sus proyectos en España:

• Barcelona: uso de agua regenerada contra la intrusión salina. La degradación de los estratégicos acuíferos del delta del Llobregat, con su capacidad de almacenamiento mermada y la entrada de agua marina, puso en riesgo el suministro hídrico. Para revertir la situación se puso en marcha una línea de pozos para inyectar agua regenerada con tratamiento avanzado de la depuradora Baix de Llobregat. La inyección de agua actúa como barrera contra la intrusión salina y mejora la calidad del acuífero.

• Almería: gestión avanzada y colaborativa de los acuíferos. Cetaqua, el Centro Tecnológico del Agua, lidera el proyecto GOTHAM, para predecir el balance hídrico en los acuíferos y la demanda de recursos de agua, en especial de la agricultura, en una zona de estrés hídrico como el Campo de Dalías. El proyecto predice, con técnicas de inteligencia artificial, la disponibilidad y la demanda de agua y su impacto en la sostenibilidad de las masas de agua subterráneas en el Poniente Almeriense. Hidralia (Agbar) colabora en el proyecto, junto con los ayuntamientos de Roquetas, La Mojonera y Adra, como responsable del ciclo urbano del agua en estos municipios.

• Murcia: descontaminación de acuíferos. Cetaqua, junto con Aguas de Murcia y Aquatec (Agbar), lidera el proyecto LIFE Nirvana, que ha finalizado la preparación del piloto en el acuífero de Zarandona e iniciado las evaluaciones de una solución para reducir la concentración de nitratos en las aguas subterráneas. Esta tecnología inyecta nanopartículas de hierro que potencian la transformación del nitrato en nitrógeno gas y convierten los pesticidas en compuestos más biodegradables.

• Comunidad Valenciana: gestión avanzada de pozos. De todos los municipios servidos por Hidraqua (Agbar), que gestiona el ciclo del agua en esta comunidad, más de 20 se abastecen de agua subterránea mediante pozos. Por ello, la compañía se ha especializado en la gestión avanzada de estos para extraer el agua. Hidraqua ha implementado sensores que permiten un mayor control y seguimiento de su funcionamiento en cuanto a caudal y volumen producido, consumo y demanda de energía y presión, profundidades del agua captada y otros. Se utilizan tecnologías punteras, desarrolladas por Agbar.

El ABC de un recurso esencial que recorre el subsuelo del planeta

Están ahí, bajo tierra, pero no se ven. Son las aguas subterráneas. Formaciones geológicas de rocas y arena que contienen cantidades ingentes de agua. Tienen un papel esencial: alimentan manantiales, ríos, lagos y humedales. Se recargan con la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo. Casi toda el agua dulce en estado líquido del mundo es agua subterránea y son un recurso clave en las zonas áridas del planeta. Las utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales. La inestabilidad del suelo, la degradación de la calidad del agua y, en las regiones costeras, la intrusión salina, son algunas de las consecuencias visibles de su sobreexplotación. El estudio, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible son fundamentales tanto para sobrevivir al cambio climático y adaptarse a sus efectos como para satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento.