Amazon pide un 48% más de agua para sus centros de datos de Aragón

Amazon Web Services (AWS), la filial de computación en la nube del grupo, ha solicitado una ampliación del 48% de la disponibilidad de agua para sus tres centros de datos de Aragón (El Burgo de Ebro y Villanueva de Gállego, en Zaragoza; y Plhus, en Huesca). Así lo notificó la compañía el pasado 20 de diciembre al Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga), el organismo responsable de otorgar o denegar los permisos ambientales necesarios para desarrollar este tipo de proyectos, en tres documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS.

AWS anunció en mayo del año pasado una inversión récord de 15.700 millones de euros en la comunidad aragonesa hasta 2033 para ampliar los tres centros de datos que ya tenía operativos desde 2023. El Gobierno de Aragón le otorgó al proyecto la declaración de interés estratégico, lo que acelera los trámites administrativos. Microsoft también levantará su propio campus de centros de datos en la región, con una inversión estimada en torno a los 9.000 millones de euros.

Uno de los requisitos para que el proyecto obtenga luz verde es obtener el visto bueno de su plan ambiental. Amazon remitió a las autoridades la documentación pertinente, pero en diciemebre mando una actualización, con el subtítulo “Proyecto de aumento del consumo de agua”. En el escrito se especifica que la compañía quiere aumentar el consumo hídrico máximo de 36,4 a 53,9 millones de litros anuales en cada uno de sus tres complejos.

“Si bien los consumos originales no se excederán en un año nominal, el aumento del uso del agua está teniendo en cuenta el impacto climático”, lee la introducción de las solicitudes de Estudio de Impacto Ambiental de los tres centros de datos. “La exposición a periodos prolongados de altas temperaturas ambientales tiene un impacto inevitable y directo en el agua consumida por los centros de datos, haciendo que la demanda de agua de abastecimiento durante los periodos de calor aumente”, se dice también. Es decir, Amazon justifica ese aumento del 48% por el cambio climático.

Los centros de datos, que pueden imaginarse como grandes naves industriales llenas de hileras de servidores, necesitan agua para refrigerar sus sistemas. Cuando la temperatura de esas instalaciones excede los 28 grados, se activan métodos para enfriar los procesadores y evitar que se estropeen. Hay distintas técnicas para evitar que se sobrecalienten las máquinas: desde la pulverización de agua fría en el ambiente hasta otros sistemas más sofisticados de circuito cerrado que hacen recircular el agua por los circuitos y que, tras evaporarse, se recupera con condensadores.

El aumento del 48% que propone Amazon se debe a que la compañía estima que habrá más días cálidos al año de lo previsto, y que, por tanto, sus sistemas de refrigeración tendrán que emplearse con más frecuencia de lo indicado en la primera memoria ambiental. “Llama la atención que los cálculos de días calurosos son los mismos para los tres complejos, independientemente de si se encuentran en zonas urbanas o no”, apunta Luis García, del grupo de Ecologistas en Acción de Centros de Datos.

Esa ONG, junto con Tu Nube Seca Mi Río, acaban de presentar una nueva ronda de alegaciones contra la ampliación de los proyectos. Lo hicieron en cuanto se les notificó, en febrero, la solicitud de Amazon para obtener más agua para sus centros de datos. “Aunque Amazon tiene razón en que el cambio climático eleva los días anuales de altas temperaturas, no lo consideramos un motivo que justifique un aumento del consumo de agua para su actividad”, sostienen estos colectivos. “Primero, porque el cambio climático ya se tuvo que haber tenido en cuenta en la solicitud original de autorización ambiental, ya que no es un fenómeno que haya llegado este año. Y segundo, porque en las condiciones de estrés hídrico que se describen es precisamente cuando se debería limitar el consumo de esta industria para garantizar el acceso al agua a la población y agricultura”. En conclusión, piden “que no se tramite esta autorización ambiental y que se implemente mecanismos de vigilancia eficaces e independientes”.

Fuentes de AWS, por su parte, insisten en que esta nueva petición responde al aumento de temperaturas en España y en Aragón en los últimos años. También indican que los 53,9 millones de litros anuales a los que tendrá derecho cada uno de los tres complejos es un tope “para años anómalos y extremadamente calurosos como fue 2022″.

Ecologistas en Acción y Tu Nube Seca Mi Río ya presentaron en enero alegaciones al proyecto original de ampliación de los centros de datos de Amazon en Aragón. En esa ocasión defendían, entre otras cuestiones, que las promesas de empleo asociadas al proyecto no eran creíbles, que el consumo eléctrico de estos centros de datos superaría la capacidad energética actual de Aragón y que su alto consumo de agua era “inaceptable” en un contexto de creciente estrés hídrico.

El ejecutivo autonómico modificó en mayo del año pasado el Proyecto de Interés General (PIGA) aprobado en 2020 para ampliar la potencia de las instalaciones de El Burgo de Ebro hasta los 100 megavatios cuando alcance su plena potencia, equiparándolo así a sus centros gemelos de Villanueva de Gállego y Huesca. Cuando los tres complejos estén totalmente desarrollados, y si llegan a trabajar a pleno rendimiento, consumirán unos 11.000 gigavatios por hora (11GWh), más de lo que gasta toda la Comunidad Autónoma de Aragón entera.