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Cuotas, supuestas redadas y mucho caos: Trump suma dos semanas de terror como política migratoria

Los demócratas califican las primeras acciones del mandatario como un golpe de efecto para causar miedo y defienden el récord de Biden

El sargento Derek Levi, en un helicóptero que sobrevuela la frontera entre Estados Unidos y México, el 31 de enero de 2025.
El sargento Derek Levi, en un helicóptero que sobrevuela la frontera entre Estados Unidos y México, el 31 de enero de 2025.Jae C. Hong (AP)
Luis Pablo Beauregard

Con su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump parece haber traído con él el caos que marcó su primera presidencia. Steve Bannon, uno de los ideólogos del trumpismo, compartió en 2018 el secreto del estilo de mando de aquella Administración. “Los demócratas no importan. La verdadera oposición son los medios. Y la forma de lidiar con ellos es inundar la zona con mierda”, le dijo Bannon al escritor Michael Lewis. El nivel del agua ha subido sin parar en los primeros días del mandato. En especial en la política migratoria, en la que han sido decretadas una tras otra medida. Desde el decreto para eliminar la nacionalidad por nacimiento, frenado de momento por un juez, pasando por el envío de tropas a la frontera y la imposición de cuotas diarias de personas para deportar. Han sido dos semanas de imponer terror como principal política migratoria.

Algunos demócratas creen que la estrategia del Gobierno federal es un tipo de bluf. Mark Kelly, el senador por Arizona, reflexionaba hace algunos días sobre la breve crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos provocada por los vuelos de deportación de migrantes. “¿Por qué usar un avión militar C-17 que consume cada hora unas 20.000 libras (nueve toneladas) de combustible en lugar de un avión comercial, que utiliza unas 5.000 (dos toneladas) y tiene más capacidad de carga? Solo lo haces por una cosa, por la imagen que creas”, señalaba en un foro el legislador, quien sumó miles de horas de vuelo como piloto de la Armada. “Es un espectáculo que busca la atención de los medios e intimidar”, concluía Kelly, quien representa a un Estado fronterizo.

No es el único comentario en este sentido dentro del establishment demócrata. “Trump está retirando menos gente y menos criminales. Estos tipos (el Gobierno) son terribles en todo”, aseguró el senador Chris Murphy. El legislador de Connecticut afirma que la nueva Administración detuvo en su primera semana a 7.300 personas para deportarlas. “En promedio, con Biden eran unas 15.000 semanalmente”, dice Murphy, uno de los autores de la ley bipartidista de seguridad fronteriza que Donald Trump frenó para que no fuese votada.

El 22 de enero, el tercer día del nuevo mandato, fueron detenidas 460 personas para ser deportadas. El número era similar al promedio de detenciones diarias que se registró en 2023 con Biden, aunque este disminuyó en 2024. Stephen Miller, consejero de Trump y cerebro de la cacería de inmigrantes de la Administración, explicó que la máquina de aprehensiones estaba apenas entrando en ritmo. Los medios informaron que cada una de las 25 agencias que hay en el país del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, (ICE por sus siglas en inglés), la policía de migración, tienen la obligación de aprehender al menos 75 personas al día. Serían unas 1.875 detenciones diarias.

Política migratoria Trump
Migrantes guatemaltecos deportados de Estados Unidos, en Guatemala, el 30 de enero de 2025. Mariano Macz (EFE)

“Los números citados son el piso, no el techo. Eso es muy importante”, explicó Miller a la CNN esta semana. La Administración no ha alcanzado la cifra que se fijó desde que llegaron a la Casa Blanca. Desde el 26 de enero, no obstante, las autoridades han documentado un millar de aprehensiones diarias o un poco menos. El último día de enero fueron procesadas 864 personas. Es la cifra más baja desde el sábado 25 (286 detenidos).

Trump ha reforzado las operaciones contra los indocumentados con agentes especializados en delincuencia organizada. Un memorando del Departamento de Justicia fechado el 21 de enero ordenaba que dos grupos enfocados en el combate al tráfico de drogas y en la búsqueda de terroristas en el interior se sumaran a los equipos para desmantelar redes de tráfico de personas o combatir a las pandillas MS-13 o Tren de Aragua.

“¿Cómo es posible que no sea un escándalo nacional el hecho de que se haya desviado recursos de las agencias de seguridad nacional para enfocarse en procesar indocumentados por solo vivir aquí?“, se pregunta Aaron Reichlin-Melchnik, de la asociación civil American Immigration Council.

Con el refuerzo de estas operaciones han llegado también más injusticias. Trump aseguró que las autoridades se concentrarían primero en los indocumentados con antecedentes penales o con cuentas pendientes con la justicia. Con Biden el 72% de los detenidos por ICE tenía este perfil. El porcentaje ha caído al 50% con la llegada del republicano a la Casa Blanca.

The Texas Tribune publicó esta semana el caso de José Álvaro, un sin papeles de 29 años que enfrenta un proceso de deportación después de haber sido detenido en una revisión de rutina por un problema con la matrícula de su coche en Lubbock, al norte de Texas. El agente de tránsito llamó a los agentes de ICE al enterarse de que el conductor, casado con una ciudadana estadounidense y con un proceso de residencia en marcha, no tenía licencia. “La Constitución otorga derechos a todos en el suelo estadounidense, y seguiremos luchando por ello”, aseguró Kate Lincoln-Goldfinch, la abogada de José Álvaro.

Política migratoria Trump
Marines estadounidenses en la frontera entre Estados Unidos y México, en San Diego, el 31 de enero del 2025.Jae C. Hong (AP)

Las organizaciones civiles y los activistas han asegurado que los agentes realizan las aprehensiones basándose en el perfilamiento racial o porque los detenidos hablan español. La ofensiva de las primeras semanas ha provocado mucho temor en las calles. Incluso en las de las llamadas “ciudades santuario“, donde las autoridades locales se niegan a sumarse a operaciones federales de detención masiva de inmigrantes.

El caos ha provocado una infinidad de ruido y rumores sobre supuestos operativos que se desarrollan en sitios públicos, una autorización que Trump dio al volver a Washington. Carlos González, el cónsul de México en Los Ángeles, publicó recientemente un vídeo en donde desmiente versiones de redadas ejecutadas en el gran bastión progresista de California. “Durante el fin de semana (25-26 de enero) se detuvieron a 17 mexicanos, un número que no está lejos de los promedios habituales. La mayoría de ellos con algún tipo de antecedente previo”, señaló el diplomático. “Por el momento, no vemos que se estén realizando redadas masivas o se esté deteniendo a la gente al azar o que se hagan operativos en iglesias o escuelas. No vemos nada de eso”, añadió. El fenómeno Trump, sin embargo, parece apenas estar comenzando a tomar fuerza.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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