Congresistas y activistas denuncian que la rebaja de impuestos de Trump a los ricos se financiará con los recortes de Medicaid

La asistencia sanitaria de unos 72 millones de estadounidenses que dependen de Medicaid se vería afectada si el Congreso da luz verde a la propuesta de Donald Trump de recortar 880.000 millones del presupuesto del Comité de Energía y Comercio en los próximos diez años, que ha sido aprobada por la Cámara de Representantes. Aunque los republicanos no admiten que afecte al programa, cuya función es dar cobertura médica a los ciudadanos de bajos ingresos, Medicaid absorbe la mayor parte del presupuesto de ese comité, por lo que el recorte parece inevitable. Así lo alertaron este jueves los representantes de los tres caucus de las minorías en el Congreso (hispana, negra y de Asia-Pacífico), que se han unido en una coalición con varias organizaciones de defensa de los derechos civiles y de la salud para denunciar las devastadoras consecuencias que tendría la medida.

El recorte del presupuesto de Medicaid, que beneficia a uno de cada cinco estadounidenses, serviría para financiar los 4,5 billones de dólares en recortes de impuestos y dos billones de dólares en reducciones del gasto público que contempla el proyecto del republicano y por el que está presionando al Congreso.

“Quieren quitarles la atención médica a las personas para otorgar una exención fiscal de 4,5 billones de dólares a sus amigos ricos, como Elon Musk. Los republicanos controlan la Casa Blanca, el Senado, la Cámara de Representantes y los tribunales. Con todo este poder, deciden darles más dinero a los ricos y pisotear a los estadounidenses que ya están luchando por llegar a fin de mes. Es inaceptable”, declaró en una conferencia de prensa conjunta el representante por Illinois y presidente del Caucus Negro del Congreso, Robin Kelly.

Los participantes denunciaron los perjuicios que el recorte del presupuesto tendría para las minorías del país, que se benefician del programa, y presentaron un informe que desvela datos de los afectados. Casi 42 millones de personas de color dependen de Medicaid, incluyendo 20,3 millones de latinos, 13,3 millones de afroamericanos y 3,5 millones de asiáticoamericanos, nativos americanos y originarios de las islas del Pacífico. El programa proporciona cobertura médica esencial a niños, adultos mayores, personas con discapacidad y trabajadores con bajos ingresos.

En el caso de los latinos, la mitad de todos los niños dependen de él y casi tres de cada 10 adultos de 65 años o más. Entre los afroamericanos, casi el 60% de todos los niños y más de un tercio de los adultos mayores. De los 3,5 millones de asiático-americanos, más de una cuarta parte de los niños y adultos de 65 años o más están apuntados al programa.

Aunque los latinos no constituyen el grupo más numeroso en Medicaid, sí son el grupo demográfico con el mayor porcentaje de personas que lo reciben, en parte porque ocupan muchos trabajos con salarios bajos y escasos beneficios.

“Desmantelar Medicaid solo profundizaría la desigualdad y marginaría aún más a los más vulnerables. Nadie debería tener que elegir entre alimentarse y recibir la atención que necesita para sobrevivir”, dijo Darren Soto, representante demócrata por Florida, del Caucus Hispano. La inscripción a Medicaid creció bajo la Ley de Atención Médica Asequible (Obamacare) y después del inicio de la pandemia de covid, pero descendió durante los últimos dos años de la administración Biden.

El sistema de salud y el uso por parte de los migrantes de estos programas fue parte del discurso republicano durante la campaña electoral del año pasado. El vicepresidente JD Vance dijo durante un acto en Wisconsin afirmó que “estamos llevando a la quiebra a muchos hospitales al obligarlos a brindar atención a personas que no tienen el derecho legal de estar en nuestro país”. Sin embargo, los migrantes indocumentados no son responsables del cierre que han sufrido muchos hospitales rurales, porque no tienen derecho a acceder a los recursos federales. La asistencia sanitaria que reciben en algunos Estados está financiada con los presupuestos estatales, no con los fondos federales.

“No importa quién seas, dónde vivas o por quién hayas votado, si Trump y los republicanos en el Congreso desmantelan Medicaid, las consecuencias serán devastadoras para las comunidades de todo el mundo. No solo aumentarán los costos de la atención médica para todos, sino que también cerrarán hospitales, los pacientes de residencias de ancianos serán expulsados ​​y las desigualdades en salud aumentarán, empezando por los niños de nuestra nación”, advirtió Brad Woodhouse, presidente de Protect Our Care, organización dedicada a procurar asistencia sanitaria asequible.

El informe presentado revela que también los votantes de Trump apoyan mantener Medicaid. En las pasadas elecciones, los candidatos de ambos partidos prometieron reducir el costo de las necesidades básicas, como la atención médica, la alimentación y la vivienda. Buena parte de los votos que obtuvo Trump se decidieron por la economía, que fue decisiva para ganar, por primera vez para un republicano, la confianza de la mayoría de los hombres latinos.

“Esto no es lo que pidieron los votantes”, sostuvo Janet Murguía, presidenta de la organización latina UnidosUS. “Pedimos a los líderes del Senado que escuchen al pueblo estadounidense rechazar estos recortes y proteger Medicaid, y a los líderes de la Cámara de Representantes les decimos que lo que están proponiendo es cruel, devastador y profundamente impopular y que los votantes los responsabilizarán por sus acciones”, añadió.