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Congresistas republicanos atacan a los alcaldes de ciudades santuario: “¿Aman a los extranjeros ilegales más que a sus compatriotas?”

Los regidores demócratas de Chicago, Denver, Boston y Nueva York defienden ante el Congreso sus políticas que protegen a la comunidad inmigrante e insisten en que ninguna de ellas obstruye a las autoridades federales

El republicano James Comer en una audiencia con alcaldes de ciudades santuario en el Capitolio, este miércoles.
El republicano James Comer en una audiencia con alcaldes de ciudades santuario en el Capitolio, este miércoles.Rod Lamkey (AP)
Paola Nagovitch

El primer enfrentamiento en el Congreso por la agenda migratoria de Donald Trump ha puesto a alcaldes demócratas contra legisladores de la Cámara de Representantes durante más de cinco horas. En un tenso intercambio que en gran medida se centró en líneas partidistas, los regidores de cuatro de las mayores ciudades de Estados Unidos —Chicago, Denver, Boston y Nueva York— han defendido las ordenanzas santuario de sus ciudades, las cuales impiden que los funcionarios estatales y locales colaboren en materia migratoria con el Gobierno federal.

Los republicanos del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes insistieron en la narrativa de Trump de que la inmigración conduce a un aumento de la delincuencia y que, por tanto, las ciudades santuario albergan a criminales violentos y los protegen de las autoridades de inmigración. “No podemos permitir que las políticas pro-criminales y extranjeras de las ciudades santuario obstruccionistas continúen poniendo en peligro a las comunidades estadounidenses”, señaló el presidente del Comité, el republicano de Kentucky James Comer, en su discurso de apertura de la sesión.

Comer añadió que la Administración Trump está “tomando medidas” contra estas ciudades y que el Congreso debe seguir su ejemplo y no permitir que un “solo centavo de financiación federal” vaya a estas jurisdicciones. Trump inició su guerra contra las ciudades santuario pocos días después de asumir el cargo hace unas seis semanas. Su Gobierno demandó a Chicago e Illinois, así como al Estado de Nueva York, por sus leyes migratorias. La Casa Blanca también ha lanzado un torrente de amenazas, prometiendo cortar la financiación federal a las jurisdicciones e incluso procesar a los funcionarios locales que se nieguen a cooperar con las autoridades federales de inmigración.

Los alcaldes, por su parte, defendieron las leyes de sus ciudades con el argumento de que hacen más seguros a todos sus residentes. Los regidores aportaron cifras que demuestran un descenso de la delincuencia en las cuatro ciudades durante los últimos años, cuando los cruces fronterizos irregulares alcanzaron máximos históricos bajo la Administración Biden y algunos Estados gobernados por republicanos —liderados por Texas— empezaron a enviar autobuses cargados de migrantes a estas ciudades santuario.

“Sabemos que existen mitos sobre estas leyes. Pero no debemos permitir que las caracterizaciones erróneas y el alarmismo oscurezcan la realidad de que los índices de delincuencia de Chicago tienden a la baja”, señaló Brandon Johnson, alcalde de Chicago. “Nos queda un largo camino por recorrer, pero sensacionalizar la tragedia en nombre de la conveniencia política no es gobernar. Es grandilocuencia”.

Brandon Johnson habla durante la audiencia del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes.
Brandon Johnson habla durante la audiencia del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes.KENT NISHIMURA (REUTERS)

Los demócratas insistieron hasta más no poder en que ninguna de las normas de sus ciudades viola la legislación federal. “Para que quede claro, la clasificación de ciudad santuario no significa que nuestra ciudad vaya a ser nunca un refugio seguro para delincuentes violentos. Tampoco da a la ciudad de Nueva York autoridad para violar las leyes federales de inmigración. Al contrario, la ciudad de Nueva York siempre cumplirá las leyes municipales, estatales y federales”, explicó Eric Adams, alcalde de la Gran Manzana.

La participación de Adams en la audiencia fue observada de cerca, ya que era el único alcalde demócrata presente que había dicho explícitamente que cooperaría con la agenda de deportación masiva de Trump. Adams, imputado el pasado otoño por un caso federal de corrupción, ha cultivado en los últimos meses una estrecha relación con el presidente republicano, y el Departamento de Justicia pidió recientemente que se retiraran los cargos en su contra.

Cuestionado durante la audiencia sobre las acusaciones de que participó en un acuerdo por debajo de la mesa con la Administración Trump para que se le retiraran los cargos federales por corrupción a cambio de su colaboración en materia migratoria, Adams aseguró que eso no había sucedido. “No hice nada malo”, dijo. En respuesta, el representante Robert García de California pidió a Adams que renunciara, uniéndose a una creciente lista de demócratas que han exigido al alcalde que renuncie. Adams ha hecho caso omiso y tiene previsto presentarse a la reelección en los próximos meses.

Eric Adams toma asiento en la mesa de testigos durante la audiencia de la Cámara de Representantes con alcaldes de ciudades santuario.
Eric Adams toma asiento en la mesa de testigos durante la audiencia de la Cámara de Representantes con alcaldes de ciudades santuario.Rod Lamkey (AP)

Intercambio de ataques y acusaciones

En una audiencia marcada por la confrontación, en la que un total de 60 legisladores disponía de cinco minutos para formular preguntas, los congresistas republicanos emplearon un tono acusatorio y hostil en sus preguntas. En varias ocasiones no dejaron que los alcaldes explicaran sus respuestas y exigieron que se limitaran a responder con un “sí” o “no”. Y cuando intentaban defenderse, los republicanos los interrumpían.

La representante Nancy Mace, de Carolina del Sur, lanzó algunos de los ataques más duros contra los alcaldes y les acusó de tener “las manos manchadas de sangre”. “¿Odian todos a Donald Trump más de lo que aman a su país?”, “¿están todos dispuestos a ir a la cárcel por violar la ley federal?”, “¿aman a los extranjeros ilegales más de lo que aman a sus compatriotas?”, preguntó a cada uno de los regidores.

Los alcaldes devolvieron las acusaciones. Cuestionados una y otra vez si respetan la legislación federal y si están dispuestos a coordinarse con las autoridades federales en la persecución de delincuentes migrantes, todos los regidores respondieron afirmativamente. Además, culparon a los republicanos de promover una “narrativa falsa” sobre la inmigración para infundir miedo en todo el país y justificar su negativa a reformar el sistema migratorio.

“Si Denver puede encontrar la manera de dejar de lado nuestras diferencias ideológicas el tiempo suficiente para gestionar una crisis que no hemos elegido ni creado, parece justo pedir que el órgano realmente encargado de resolver este problema nacional —este Congreso— se comprometa por fin a hacer lo mismo”, afirmó el alcalde de la capital de Colorado, Mike Johnston.

Mike Johnston declara en la audiencia para examinar la jurisdicción de las ciudades santuario y su impacto en la política de inmigración.
Mike Johnston declara en la audiencia para examinar la jurisdicción de las ciudades santuario y su impacto en la política de inmigración.KENT NISHIMURA (REUTERS)

“Respetuosamente, congresista, usted podría aprobar una legislación bipartidista y eso sería una ley integral de inmigración”, señaló la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, en respuesta a preguntas del representante republicano de Arizona Paul Gosar. “La falsa narrativa es que los inmigrantes en general son delincuentes, o que los inmigrantes en general causan todo tipo de peligros y daños. Eso es en realidad lo que está minando la seguridad en nuestras comunidades”, añadió.

“Si quieren que estemos seguros, aprueben reformas sobre las armas. Dejen de recortar Medicaid. Dejen de recortar la investigación sobre el cáncer. Dejen de recortar fondos para los veteranos”, remató Wu.

El tono de la audiencia se había fijado de antemano. La semana pasada, la mayoría republicana del Comité publicó un vídeo de casi tres minutos de duración sobre la sesión de este miércoles. La grabación arranca con imágenes de la Constitución incendiándose y ardiendo, revelando fotos de los alcaldes. Luego muestra imágenes de detenciones por agentes del ICE de personas que cometieron delitos en las cuatro ciudades, promoviendo la supuesta correlación entre delitos violentos e inmigrantes indocumentados, que los expertos han desmentido en múltiples ocasiones.

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Sobre la firma

Paola Nagovitch
Periodista en Nueva York. Coordina la edición en inglés del periódico y forma parte del equipo fundador de EL PAÍS US. En 2022, fue Premio Ortega y Gasset de Periodismo por una investigación sobre la pederastia en la Iglesia española. Estudió Periodismo y Política en New York University e hizo el Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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