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Una canción infantil contra el abuso cuestiona el ataque de Milei a la educación sexual

El Gobierno vuelve a subir a la plataforma educativa oficial la canción ‘Hay secretos’ que ayudó a detener y condenar a un abusador

El grupo argentino Canticuénticos.
El grupo argentino Canticuénticos.@Canticuenticos

Hay secretos chiquitos / que te invitan a jugar. / Y hay secretos tan enormes / que te vienen a asustar

Estos versos pertenecen a la canción infantil Hay secretos, de la banda Canticuénticos, con la que algunos profesores de Argentina trabajan en el aula la detección y prevención del abuso sexual en niños. La semana pasada, el Gobierno de Javier Milei eliminó esta canción y otros materiales de Educación Sexual Integral (ESI) que consideran “ideologizados” de la plataforma educativa estatal, pero la reacción social obligó a dar marcha atrás y recuperar parte de los contenidos. La batalla educativa, librada en mitad de las vacaciones del verano austral, augura un curso escolar con nuevos ataques a una política de Estado vigente desde hace 18 años.

Docentes y especialistas destacan que la Ley de Educación Sexual Integral, aprobada en 2006, ha ayudado a los menores a poner en palabras violencias que antes se silenciaban, a reducir embarazos adolescentes no intencionales, a visibilizar la diversidad sexual y combatir estereotipos, entre muchos otros logros. La ultraderecha, encabezada por Milei, discrepa. Dice que la educación sexual es responsabilidad de las familias, no del Estado, y buscan suprimirla de las escuelas o reducirla tanto como sea posible.

“La enorme evidencia científica y jurídica de abusos contra infancias y adolescentes indica que alrededor del 70% de casos de abusos infantiles denunciados son intrafamiliares”, dice la docente Mariela Sarlinga, integrante del Consejo académico del postítulo de ESI del Instituto superior de profesorado Joaquín V. González. “En esos casos son padres, tíos, abuelos, hermanos y otros familiares que ejercen violencia”, agrega.

Hay secretos livianitos / que te llevan a volar. / Y hay secretos tan pesados / que no dejan respirar

Los adultos que ejercen violencia contra las infancias suelen decirles que es un juego y después les piden que se callen, que guarden ese secreto que comparten los dos. La ESI es una vacuna contra el abuso sexual: ocho de cada diez niños que denuncian se dieron cuenta por primera vez de que eran víctimas de este delito en la escuela, cuando escucharon qué no podían hacerles en relación con su propio cuerpo, según el Ministerio Público Tutelar de Buenos Aires, que toma declaración a menores en procesos judiciales contra la integridad sexual.

En 2021, una jueza de la ciudad de Zapala, en el sur de Argentina, reconoció el rol que había jugado la canción Hay secretos en un caso de abuso. Tras haberla escuchado en clase, una alumna la compartió en casa y su hermana contó que un vecino le ofrecía caramelos a cambio de que lo besara o tocara. Al enterarse, otros niños del vecindario se acercaron y compartieron historias de abuso similares por parte del mismo hombre, que fue condenado.

No se tienen que guardar / los secretos que hacen mal. / No se tienen que guardar / los secretos que hacen mal

Cuando estalló la polémica, la semana pasada, desde el Ministerio de Capital Humano —del que depende la Secretaría de Educación— argumentaron que habían retirado del portal Educ.ar los materiales que consideraban ideologizados y los habían reemplazado por otros. “Elegimos contenidos no politizados y que se apoyen en la rama biológica, que es la familia. Después, en sus casas, que las familias les enseñen lo que se les canta, pero el Estado en esas cosas no se mete”, respondieron.

En pocos días, las redes sociales se llenaron de cientos de versiones de Hay secretos, cantadas por voces infantiles y adultas, y la banda recibió numerosos mensajes de solidaridad. El Gobierno retrocedió tras el jaque y la canción de Canticuénticos, el poema En una cajita de fósforos de María Elena Walsh y otros contenidos suprimidos reaparecieron en la plataforma educativa.

“Queremos agradecer muchísimo todo el apoyo recibido”, dijo la integrante de Canticuénticos Ruth Villar en un mensaje publicado en su cuenta de Instagram. “Acá no termina el reclamo, la ESI está en peligro”, advirtió al subrayar que es necesaria para “trabajar el autocuidado, el respeto a las diversidades sexuales y los vínculos sanos”.

Si no alcanzan las palabras / para lo que hay que contar, / inventemos otro idioma, / siempre te voy a escuchar

Campaña de desinformación

Los grupos conservadores se han opuesto siempre a la educación sexual integral, pero en Argentina nunca tuvieron tanta fuerza como ahora, con Milei en la Presidencia. Durante la campaña electoral de 2023, el líder de La Libertad Avanza acusó a la ESI de ser “un mecanismo por el cual se le deforma la cabeza a la gente”. Su segunda, Victoria Villarruel, coincidió: “La queremos eliminar porque es adoctrinamiento nada más”. En esos meses, las fachadas de decenas de escuelas aparecieron con pintadas en las que se leía “ESI es corrupción de menores”, “ESI es pedofilia”.

Esos eslóganes formaron parte de una campaña de desinformación que caló más entre aquellos adultos sin hijos en edad escolar, según un informe realizado por el portal de verificación de datos Chequeado y el Equipo latinoamericano de justicia y género (ELA). “En los focus group apareció que los padres con hijos que reciben ESI la valoran porque la ven como una herramienta para cuidarse frente a las enfermedades de transmisión sexual y prevenir abusos, pero los que no tienen hijos están más expuestos a los discursos que circulan, como que la ESI degenera a los jóvenes y los hipersexualiza”, cuenta Agustina Rossi, integrante del área de políticas de ELA. “Esas desinformaciones se basan en temores y prejuicios y construyen narrativas que hacen creer que la ESI no funciona”.

Graciela Morgade, vicedecana de la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Buenos Aires, describe el modus operandi del Gobierno contra esta política pública: “En 2024, el año de la motosierra, la ESI se desfinanció. Lo que vemos que empieza en 2025 es el control ideológico de los contenidos que se van a enseñar”. Morgade, integrante del movimiento federal X más ESI, se muestra optimista: “Creo que les va a costar desmantelar esta política porque tiene mucho consenso entre los jóvenes y las familias”. Falta más de un mes para que empiece el nuevo curso lectivo en Argentina, pero la ESI promete ser una de las protagonistas de la guerra cultural lanzada por Milei.

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