Mediterráneo inunda Las Vegas
Serrat recibe el homenaje de la industria de la música latina con un espectacular concierto
“No hago otra cosa que pensar en ti”, cantaba en la noche del miércoles Joaquín Sabina. Lo hacía en un escenario en un casino de Las Vegas, lo que sea que eso significa para Sabina, y se lo cantaba a Joan Manuel Serrat, dentro del homenaje que la industria de la música latina ofreció al artista catalán como Persona del Año en el marco de una nueva edición de los Grammy Latinos. “Gracias por tanto”, saludó Sabina a su amigo, al que escoltó durante toda la noche. Antes, Niña Pastori había inaugurado el concierto con La Saeta, Juanes había cantado Hoy puede ser un gran día. Jorge Drexler derritió Tu nombre me sabe a yerba y Pablo Alborán hizo una versión arrolladora de Fiesta que dio el tono literal de lo que fue la noche de Serrat en la ciudad del espectáculo.
Rubén Blades, vestido de traje, con una increíble versión caribeña de Para la libertad cerró a las 10 de la noche (7 de la mañana del viernes en España) un show impecable como quizá solo puede dar Las Vegas. “Me encanta esta ciudad”, proclamaba poco antes del concierto Andrés Calamaro. “Esta babilonia tan interesante en medio del desierto. La última vez que vine me compré una guitarra autografiada por Muddy Waters. Pero ni el más grande y mágico de los magos de Las Vegas podría sacar de la cartera una figura de la talla y el compromiso de don Juan Manuel Serrat”.
“Me siento muy feliz, muy honrado y muy emocionado”, dijo Serrat, finalmente sobre el escenario del hotel Mandalay Bay. “Es la primera vez que estoy en un concierto mío en el que yo no canto”. Serrat hablaba para un público de artistas cuando dijo: “Canto por el placer de cantar. Todos lo hacemos, desde el más humilde hasta la estrella más rutilante canta por el placer de cantar. Cantamos también por el placer de contar historias. La música, escribir, y todo lo que conlleva subir al escenario es algo maravilloso”. Y a continuación cantó que en su niñez sigue jugando en la playa, que escondido tras las cañas duerme su primer amor, y que nació en el Mediteráneo. El poder de esa canción, en la voz de Serrat septuagenario en la noche de Las Vegas, resumió lo que se estaba celebrando allí.
"Serrat es el mejor escritor de canciones en lengua castellana, esa es mi opinión", sentenciaba Jorge Drexler en los momentos previos a la gala. "Es un maestro del verso, con una musicalidad y un refinamiento en los textos inigualable", afirmaba Drexler, que está nominado en cinco categorías en los premios Grammy Latinos que se celebran este jueves.
El concierto homenaje a la Persona del Año es el evento de los Grammy Latinos más apreciado por los artistas. Mientras la entrega de premios del jueves está orientada al márketing y la televisión, este es un concierto donde solo importa la música, destacaba en la alfombra roja Enrique Bunbury. "Vemos a nuestros compañeros encima del escenario, es fantástico. Va a ser una noche muy bonita". Sobre Serrat, Bumbury afirmó que "estamos ante un gigante de la música, nuestro Dylan, nuestro gran poeta. Todos los que nos dedicamos a la música de los 60 para aquí estamos influidos por Serrat, queramos o no". El año pasado, la Persona del Año de la Academia Latina de la Grabación fue Miguel Bosé, que en esta gala regaló a Serrat vestido de negro una sobria y sentida versión de Lucía, el nombre de su madre.
El entorno del casino de Las Vegas y de la celebración de los Grammy Latinos no dejaba de decir algo también de la talla internacional de Serrat, que hay cumplido 50 años de carrera este año. Calamaro, que tiene dos nominaciones en los premios del jueves por la noche (madrugada del viernes en España) destacaba que “ningún autor tiene semejante repertorio, de esa calidad y con ese carisma. Estoy orgulloso de pertenecer al mismo gremio que él desde la humildad de mis canciones”.
Babelia
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