Las ‘Leonas’ luchan por una plaza de rugby ‘seven’ en los Juegos de Río
Las jugadoras españolas de 'seven', que han derrotado a rivales como Nueva Zelanda, buscan lograr un hito histórico. Gracias a ADO, son las primeras que viven de este deporte
"España ha ganado a Nueva Zelanda en un partido de rugby". La noticia, que se coló en algún telediario nacional el pasado mes de mayo, pudo parecer una broma de mal gusto. No lo era, aunque hay que matizarla. Fue en categoría femenina y en la modalidad que, en 2016 —92 años después—, hará regresar el balón ovalado a unos Juegos Olímpicos: el rugby seven, más electrico y fluido, con dos equipos de siete integrantes que disputan dos tiempos de siete minutos. Tras el cuarto puesto conseguido en Kazán (Rusia), las Leonas competirán los próximos 20 y 21 de junio en Brive (Francia) por remontar hasta el primer puesto y hacerse con una plaza para la histórica cita.
Por raro que pueda parecerle al profano, España lleva años en la élite del seven femenino. Se proclamó campeona de Europa en 2010, quedó cuarta del mundo en 2013 —las ganadoras fueron, precisamente, las All Blacks neozelandesas— y ocupa la novena posición del ránking mundial. Empezaron la temporada con un nivel más bajo del que acostumbran, pero llegan en un gran momento, como expone la capitana Eli Martínez: "Conforme nos vamos acercando a los Juegos el nivel sube más y más. A nosotras nos ha costado más seguir el ritmo esta temporada por los cambios que ha habido [se refiere a la profunda crisis por la que pasó la federación española, con deuda de millón y medio de euros, dimisión del presidente y cambio de seleccionador incluidos], pero hemos acabado muy bien y estamos a un nivel de juego cada vez más cercano al de las mejores. La evolución ha sido evidente".
Una de las claves para la mejora, además de la estabilidad necesaria, ha sido la declaración del seven como deporte olímpico, y la consecuente llegada de las becas ADO. "Llevo cinco temporadas en la selección", cuenta Eli, "y ahora formo parte de la primera generación de jugadoras que podemos dedicarnos a esto, entre comillas [las becas rondan los 1.000 euros al mes]. Me siento con muchísima suerte de poder viajar por todo el mundo jugando al rugby".
El camino hasta Rio 2016 es complejo. Las cuatro plazas que proporcionan las Series Mundiales se las llevaron Nueva Zelanda, Canadá, Australia e Inglaterra. Ahora, las Leonas deberán quedar primeras en el acumulado de puntos de los dos torneos que conforman las Grand Prix Series europeas. En el primero, en Kazán, quedaron cuartas —aunque las terceras, Inglaterra, tienen ya plaza para Río de Janeiro—. Luego, el 20 y el 21 de junio, jugarán en Brive (Francia). Una segunda plaza en los dos torneos les daría un pasaporte a un torneo preolímpico que se disputará en el mismo 2016. Si no consiguiesen ni el primer ni el segundo puesto, podrían acceder a ese preolímpico gracias a una repesca europea que se jugará en julio en Lisboa.
"Es una situación complicada, con Rusia y Francia ahí, que son los organizadores y que han tenido muy buenos resultados, además de Irlanda y Holanda, que siempre pueden causar problemas. Pero llegamos en un gran momento, nuestro equipo viene de subidón anímico y físico, y tenemos nuestra oportunidad", contaba antes de viajar a Kazán José Antonio Barrios, seleccionador nacional.
"Ya íbamos bien antes de lo de las All Blacks"
Yunque, como es conocido el entrenador en el mundo del rugby, hace un leve mohín de incomodidad cuando se le pregunta por la mediática victoria ante Nueva Zelanda: "Es lo más vendible, sí, porque ganarles nunca es fácil, pero ya antes habíamos visto ante las australianas que podíamos tratarlas de tú a tú, que íbamos en el buen camino... Lo que realmente nos ha dado ánimo respecto a nuestras posibilidades fue ganar en Ámsterdam a Francia y a Rusia, que son nuestras rivales directas".
"Salimos al campo no con mentalidad perdedora, pero sí para probar cosas nuevas y a intentar ser un equipo con carácter y desparpajo. Acabamos jugando muy bien y, lógicamente, fue un chute de energía muy fuerte, nadie se lo esperaba", recuerda, por su parte, la capitana.
El España-Nueva Zelanda completo./ IRB
El número de fichas de rugby femenino asciende en España de manera vertiginosa: de 423 en 2005 se pasó a 1.050 en 2010 y a las 2.573 licencias registradas en 2014, lo que supone multiplicar el número de jugadoras por seis en nueve años) . La causa principal es, posiblemente, los resultados de las Leonas en seven, que son, de lejos, los mejores de un combinado español de rugby. Yunque resume así el esfuerzo material que aún se puede hacer para seguir alimentando este círculo virtuoso de resultados-crecimiento: "Las becas ADO han sido un gran avance, pero se puede mejorar mucho más: Cantidad y calidad del personal, zonas fijas de entrenamiento... Sabemos que la Federación da lo que puede, pero la diferencia con nuestras competidoras es esa. Las jugadoras han demostrado que tienen talento más que suficiente para estar en la élite. Así que todo lo que pongamos al servicio de su rendimiento hará que nos acerquemos aún más a las mejores".
Ellos, segundos en Lyon y Europa
Aunque sin los éxitos del femenino, el combinado masculino de seven también también ha contribuido a elevar los resultados del rugby español. Ellos también pelean en las Grand Prix Series europeas por una plaza en Río de Janeiro —en su caso son tres torneos, en lugar de dos—. Tras la cita de Lyon, han escalado hasta una meritoria segunda plaza, a seis puntos de Francia. La primera plaza da el pasaporte a Río, mientras que la segunda permite asistir al preolímpico. Los próximos 11 y 12 de julio se juega la última tanda de las Series en Exeter (Inglaterra).
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