Moisés Muñoz ya no vuela alto

Moisés Muñoz es un guardameta con atributos de basquetbolista: brazos largos, potencia en los saltos y una facilidad para tomar el balón como si fuera una manzana gracias a sus grandes manos. En los últimos tres años Muñoz se ha consagrado en el fútbol mexicano, pero ahora vive su peor temporada con el América, tras un bajón en su rendimiento que lo ha relegado a suplente. De ser uno de los mejores porteros mexicanos, ha pasado a ser el blanco de la mofa en redes sociales por su exceso de peso. Unas críticas que lo han abocado a la terapia psicológica.

Muñoz nació en Aguililla, Michoacán, pero creció como inmigrante en el Área de la Bahía en San Francisco, Estados Unidos. En una entrevista para el portal de la liga estadounidense, MLS, aseguró que practicaba fútbol desde pequeño, aunque prefería ver en la televisión partidos de baloncesto y de fútbol americano. Sin embargo, los planes para triunfar en tierras gringas se frustraron tras enterarse de que su abuelo había sido desahuciado. Regresó a México y comenzó su carrera como guardameta.

Abdón Calderón, entrenador de porteros de Monarcas Morelia, forjó a Muñoz durante 10 años. Le considera como un atleta nato a pesar de su tendencia a coger fácilmente unos kilos de más. “Cuando estaba en el club, le ayudábamos a bajar de peso. Monarcas mantenía entonces un peso entre 82 y 89 kilos”, recuerda Calderón.

Según las estadísticas de la liga mexicana, Muñoz mide 1,84 metros y pesa 91,5 kilogramos. El índice de masa corporal del guardameta es de 27, lo que le sitúa en un peso superior al recomendado, de acuerdo con la clasificación de la Organización Mundial de la Salud. Esto ha sido el motivo para ser criticado en las redes sociales por parte del público mexicano. No obstante, no le ha impedido convertirse en el referente de Monarcas y del América.

Si alguien confía en el trabajo de Muñoz es Miguel Piojo Herrera. Ambos coincidieron en el Atlante en 2010, donde evitaron el descenso sin aspirar al título. Un año después, la capacidad estratégica de Herrera lo llevó a las Águilas y, de inmediato, pidió llevarse con él a Muñoz. La mancuerna los llevó a ser campeones de liga en el 2013, cuando Muñoz dio un agónico empate en el último minuto en contra del Cruz Azul. Una palomita, que fue desviada por el pie de Alejandro Castro, terminó al fondo de las redes. Francisco Villa, narrador de Televisa, denominó la situación como “el milagro de Moisés”. Ya en los penales atajó un disparo y levantó su primer título.

“Moisés tiene unas condiciones impresionantes de control del balón con los pies, la seguridad al salir por la pelota. Para mí, es uno de los porteros más completos de México”, asegura Miguel Herrera en una entrevista telefónica. En 2014, la Federación Mexicana de Fútbol designó al Piojo como entrenador de la selección para afrontar los partidos de repechaje mundialista contra Nueva Zelanda. Su portero titular fue Muñoz.

A pesar de eso, Moisés quedó relegado de la lista final de Herrera para disputar el Mundial de Brasil. “No lo llevé porque no le ponía el suficiente empeño a su trabajo como guardameta. Moi, podía ser más dedicado en su trabajo”, explica Herrera. Con 36 años ve un poco lejana la posibilidad de asistir a una Copa del Mundo. Sin embargo, en Sudáfrica 2010, el guardameta Óscar Pérez fue el titular de México con 37 años.

Desde diciembre de 2015, Muñoz ha padecido de una mala racha. Empezó en los cuartos de final del Mundial de Clubes contra el Guangzhou Evergrande de China. Dos errores suyos le costaron la derrota al América.

Su infortunio en la portería se acrecentó en enero durante un partido de liga mexicana contra Pachuca en el estadio Azteca. Dos errores suyos provocaron la goleada por 1-4. Un mes después, en el Clásico de la Ciudad de México, Muñoz perdió la titularidad ante Hugo González, 11 años menor, después de recibir un golpe en el ojo. “Ya no es un muchacho, no creo que aguante ser suplente en un equipo como América. No dudo que podría buscar un lugar en otro club”, estima Raúl Orvañanos, comentarista deportivo.

Moisés se ha negado a hablar ante los medios de comunicación y se centra en su objetivo: volver a la portería con el número 23 a su espalda.