Sandro Mamukelashvili, el ‘anónimo’ que hace historia en la NBA con 34 puntos en 19 minutos

La NBA es una incesante fábrica de historias cuanto menos curiosas. El turno de anoche presentó al mundo la de Sandro Mamukelashvili, ala-pívot georgiano de 25 años de los San Antonio Spurs desconocido por gran parte del público. Un habitual del fondo de banquillo desde su irrupción en la competición en 2021, el jugador protagonizó una marca sin precedentes durante la victoria local frente a los New York Knicks por 120-105. Con 34 puntos en 19 minutos y 26 segundos de juego, este ‘anónimo’ de la liga estadounidense se convirtió en el jugador con más puntos anotados en menos de 20 minutos disputados en toda la historia. “No sé qué demonios ha pasado, no lo sé”, mascullaba el protagonista, todavía incrédulo, dentro del vestuario.

“Llevaba esperando este día mucho tiempo, no puedo explicar cómo me siento, siento que estoy en un sueño”, explicó luego a los periodistas presentes en el Frost Bank Center de San Antonio, donde el público le agasajó con cantos de “¡MVP, MVP!”. “He rezado por este momento, he llegado a sentirme fuera de mi propio cuerpo y he pensado, ‘¿está ocurriendo realmente?’”, añadía. El anterior tope anotador en menos de 20 minutos era propiedad de Jaylen Brown, estrella de los campeones Boston Celtics y MVP de las Finales de la NBA de 2024. El escolta estadounidense había registrado 33 puntos en 19 minutos de juego durante la paliza por 141-103 sobre los Cleveland Cavaliers en enero de 2021.

La gran noche de Mamukelashvili en la NBA empezó como una jornada cualquiera para el joven jugador, que promedia 9,1 minutos de juego y 5,6 puntos por encuentro en 47 apariciones esta campaña. No apareció en pista hasta el segundo cuarto y al descanso, a pesar de que se le vio inspirado con 13 puntos y una serie de 5 de 6 en tiros de campo, nada parecía indicar que la velada terminaría con un registro histórico. El georgiano ni siquiera jugó en el tercer cuarto, pero la magia llegó cuando volvió a comparecer en el último período.

Mamukelashvili, nacido en Nueva York pero criado en Tbilisi, capital de Georgia, desde que era un crío, trituró al equipo de su ciudad natal con un cuarto definitivo perfecto: 21 puntos y ningún fallo en sus ocho tiros a canasta. Al final de la noche, su hoja estadística era el epítome de la eficacia sobre una cancha de baloncesto: 13 de 14 en tiros de campo (92,9% de acierto), 7 de 7 en triples y 1 de 1 en tiros libres, que acompañó de nueve rebotes y tres asistencias. Solo otros tres jugadores habían registrado encuentros con un 90% de efectividad en el tiro, además de ningún fallo desde la línea de tres y el tiro libre, un grupo selecto formado por Tyrese Haliburton, Gary Payton y Charles Barkley.

“Sería ridículo decir que esperábamos algo así de él en tan poco tiempo”, comentó Mitch Johnson, entrenador interino de los Spurs. “Es un magnífico tirador, y uno puede esperar una noche de estas suya, pero quizás no a este nivel. Trabaja cada día, es de las personas más consistentes, sobre todo teniendo en cuenta su papel en el equipo. Normal que sus compañeros le tengan tanto afecto”, agregaba el técnico que sustituye a Gregg Popovich desde principios de noviembre.

La temporada maldita para San Antonio, antepenúltimos clasificados en la Conferencia Oeste con 29 victorias y 39 derrotas, arrancó con la baja indefinida del legendario entrenador por culpa de un derrame cerebral sufrido en las instalaciones del equipo. A sus 75 años, el preparador se recupera favorablemente del importante traspié y pretende volver al banquillo para despedirse de la liga a su manera, aunque no lo hará hasta la próxima campaña como mínimo. El golpe definitivo a las ambiciones de los texanos llegó hace exactamente un mes, cuando la jovencísima estrella francesa del equipo, Victor Wembanyama (21 años), fue apartado de la competición por culpa de una trombosis en su hombro derecho.

Los Spurs celebraron con alegría, visto el contexto, la brillante noche de uno de sus obreros de menos renombre. “Mamu es un compañero increíble. Trabaja duro cada día, siempre anima al resto con su buen carácter y buena actitud”, valoraba el base Chris Paul, el jugador más veterano dentro del vestuario a sus 39 años. La histórica actuación de Mamukelashvili llegó con su padre, Zurab, presente en las gradas. El hijo le había invitado junto a otros miembros de su familia al encuentro, comprándoles el vuelo desde su residencia en Nueva Jersey.

A sus 2,06 metros y 109 kilos de peso, el georgiano encaja a la perfección con el molde del pívot moderno. Es un tirador contrastado con buena visión de juego, capacidad de pase y creación de juego, valores que referentes como el MVP reinante Nikola Jokic han puesto de moda. Elegido en el número 54 del Draft de 2021 por los Milwaukee Bucks, Mamukelashvili no tuvo la oportunidad de lucir su potencial con la franquicia liderada por Giannis Antetokounmpo, que al siguiente curso decidió rescindirle el contrato. Los Spurs vieron en él un buen activo y decidieron darle un contrato garantizado en marzo de 2023, aunque este verano volverá a ser agente libre. A nivel internacional, el ala-pívot participó en el último Mundial con Georgia, donde promedió 12,8 puntos, 6,2 rebotes y 2 asistencias por partido.

“Intento mejorar, establecerme y demostrar que pertenezco a esta liga. Voy dando pasos hacia ese objetivo, y estoy muy contento con el apoyo que tengo detrás de mí: mi novia, mis amigos, los compañeros y la familia”, reflexionaba el gran protagonista de la jornada en la NBA. Después de su exhibición, las 30 franquicias ya habrán anotado su nombre en la lista de la compra.