El Perfumerías Avenida y el Casademont Zaragoza sufren para encontrarse en la segunda semifinal de la Copa de la Reina

Los cuatro cabezas de serie sudaron tinta en sus diferentes cruces de cuartos de final. Uno de ellos, el campeón, el Valencia Basket, se marchó eliminado. Es difícil encontrar un mejor descorche de la Copa de la Reina, una competición con cuatro partidos muy igualados. En los de este viernes, el Perfumerías Avenida eliminó al Movistar Estudiantes gracias a una canasta final de la jovencísima Iyana Martín (66-64). Este sábado (17.00, Teledeporte) se enfrentarán en la segunda semifinal al Casademont Zaragoza, que venció ante 10.000 espectadores al Spar Gran Canaria (56-42). Antes se jugará la otra eliminatoria entre el Spar Girona y el Hozona Global Jairis (14.30, Teledeporte).

Anna Montañana fue una ala-pívot con alma de base. Una jugadora grande a la que le gustaba crear. Ahora, ya como entrenadora, tiene al volante a dos directoras de juego muy diferentes. Una, Silvia Domínguez, tiene 38 años y cinco Copas de la Reina en el bolsillo. La otra, Iyana Martín, tiene 19 y el mundo a sus pies. A la jefa del Perfumerías Avenida no le importa la edad. Las dos sin importantes y a la más joven, que nadie se atreva a llamarla promesa después de lo de este viernes, la quiere al mando de su equipo. Una postura que contrasta, por ejemplo, con la política del Valencia Basket, que prefirió ceder a Awa Fam, pívot grandiosa de 18 años, al Lointek Gernika.

El ojo clínico de Montaña para detectar el talento que, en realidad, todo el mundo conoce, le sirvió para no dudar de Iyana Martín en los momentos críticos. Ni cuando el Movistar Estudiantes se puso nueve puntos por delante en la primera mitad (19-28), ni cuando amplió su ventaja a 10 en la segunda parte (36.-46). Al equipo madrileño le bastaba entonces con controlar el rebote y tener una buena circulación de balón en ataque para dominar el duelo.

Hasta que Montañana se hartó, pidió un tiempo muerto y, al acabar de dar sus instrucciones a las jugadoras, puso cara de enfado y les exigió más agresividad. El partido dio un vuelco. El Perfumerías Avenida enganchó un parcial de 18-3 que le llevó a darle la vuelta al marcador (54-49). Iyana volaba en la cancha, el equipo salmantino se creció en defensa y la entrada de Mariella Fasoula lubricó su ataque.

Tenían el partido encarrilado hasta que Juana Camilión (21 puntos), orgullo herido, reaccionó y forzó un empate a falta de 6,8 segundos, tiempo de sobra para que Iyana Martín, la niña sin miedo, una base con un instinto salvaje para el baloncesto, anotara la canasta decisiva que le dio la victoria definitiva a su equipo (66-64).

Su rival será el Casademont Zaragoza, que creer vivir un déjà vu al verse de nuevo en la Copa, en un pabellón Príncipe Felipe abarrotado de público y con la marea roja en pie para celebrar un triunfo, como hace dos años, cuando se proclamó campeón. El equipo de Carlos Cantero logró una ventaja final (56-42) que no refleja su enorme sufrimiento, sobre todo en una primera mitad en la que el astuto plan urdido por César Aneas dejó al conjunto maño en 19 puntos.

El Gran Canaria exprimió sus contadas virtudes: la dirección de Melisa Gretter, el poderío reboteador de Nneka Ezeigbo (13 rebotes al descanso y dos más al final) y, sobre todo, una enorme capacidad de sacrificio en defensa, con una defensa zonal que permitía a su entrenador a utilizar a solo siete jugadoras.

Su resistencia empezó a resquebrajarse en la segunda mitad, cuando Evans aprovechó su cuerpo para abrir una grieta en la defensa canaria que llevó al Zaragoza a ponerse por delante en el marcador y a forzar la tercera falta de la nigeriana Ezeigbo. Luego se unió Stephanie Mawuli para rematar un partido que durante muchos minutos estuvo muy complicado. Pero así es la Copa de 2025.