Nadie sobrevive como el Real Madrid en la Champions: remontadas y victorias al límite para pasar de ronda
En las 13 últimas eliminatorias europeas de los blancos, en 10 han salido ganadores tras un ejercicio de funambulismo

El 17 de mayo de 2023, el Manchester City metió en la licuadora al Real Madrid en las semifinales de la Champions: 4-0. Solo así, los blancos no pudieron escaparse de la quema. De las 13 eliminatorias europeas que han disputado en las últimas tres temporadas y media, en las que el conjunto de Carlo Ancelotti ha rascado dos Ligas de Campeones, hasta en 10 ocasiones salieron ganadores después de un ejercicio de funambulismo que, puestos todos los episodios uno detrás de otro, no deja de llamar la atención. Este miércoles, en el Metropolitano, añadieron otra muesca a la colección.
La cronología de este alarde de supervivencia es muy larga. En los octavos de la 21-22, Benzema resucitó a un muerto ante la mirada atónita de Mbappé. En cuartos, al Chelsea no le bastó con un 0-3 a falta de un cuarto de hora (1-3 en la ida) porque apareció el exterior de Modric. En semifinales, en el minuto 90, los blancos necesitaban dos goles al City para forzar la prórroga y casi les sobra tiempo para la remontada total. Y en la final con el Liverpool, Courtois dejó la mayor exhibición que se recuerda de un portero en una cita de este tamaño.
En los octavos de la 22-23, caía 2-0 en Anfield en el primer cuarto de hora y acabó 2-5. Ese curso se quedó ahí, pero en el siguiente volvió a hacer pleno. Ante el Leipzig, el Bernabéu se puso de uñas en octavos porque el equipo bordeó el siniestro total pese al 0-1 de Alemania. En cuartos, en el Etihad, la madre de todas las resistencias: 33 tiros recibidos. En semifinales, en el 88, el Madrid estaba eliminado, hasta que un tal Joselu Mato centrifugó al Bayern. Y en la final, el Dortmund le perdonó la vida en la primera mitad. “Somos una máquina de superación”, apuntó Modric este miércoles.
Aquella derrota inapelable contra los citizen en 2023, y sus victorias holgadas frente al Chelsea en el cruce anterior y la más reciente ante la escuadra de Pep Guardiola son las excepciones de esta serie de los blancos en el desfiladero de la Champions.
(Casi) siempre hay una salida para el Madrid, que, a veces, en este equilibrismo permanente en Europa añade un elemento paradójico, e incluso confuso: parece que está virtualmente eliminado por las dificultades que atraviesa, pero no. Le ocurrió en el Metropolitano. Pese a todas sus penurias, no estuvo fuera ni un solo minuto. “A veces”, explicaba este miércoles Ancelotti, “parecía que necesitábamos marcar porque estábamos eliminados, pero nunca lo hemos estado. Íbamos igualados”, recalcó el técnico, que en el descanso pidió a sus jugadores que, por encima de todo, buscaran el control del partido a través de la posesión, sin riesgos, para evitar un segundo tanto en contra.
Un curso a trompicones
Esta tradición del Madrid en la Champions se ha ido repitiendo en las últimas cuatro campañas al margen del momento de juego que haya atravesado el equipo. Pero este curso enlaza bien con su temporada doméstica. Su fútbol no asombra, pero tampoco se hunde. Desde agosto, no deja de hacer la goma. “Tenemos que mejorar el juego”, concedía Thibaut Courtois en la medianoche del Metropolitano.
En noviembre, explotó la primera crisis importante, castigado también por las lesiones, y Carletto temió no comerse “el turrón”, como admitió después, pero contuvo daños y alcanzó las Navidades revitalizado. El Barcelona le volvió a zurrar en la final de la Supercopa (2-5), el técnico hizo el enésimo llamamiento al compromiso y, de nuevo, evitaron el colapso. Se rearmaron contra el City, pero volvieron a las andadas en el Villamarín en Liga y escaparon vivos frente al Atlético, al que le perdonaron el 3-1 en el descuento de la ida, encajaron en la vuelta en el segundo 28 (“salimos como si el partido ya estuviera ganado”, se quejó Valverde), y Vini erró un penalti. Del brasileño y Mbappé se han visto noches mucho mejores. Sin embargo, no fue suficiente tierra encima, también por una circunstancia muy poco habitual: que al rival le den por fallado un penalti en la tanda porque da dos toques. “La suerte te la creas tú”, reivindicó Courtois.
Después de siete meses de competición, el Madrid avanza a trompicones, viviendo al día y con pocas certezas en su juego, pero en Europa se agarra a su rutina. De momento, su calendario sigue en máximos. Suma 47 choques, todos los posibles a estas alturas del curso y ahora la duda es hasta qué punto será capaz de compatibilizar su fascinación europea con las obligaciones ligueras, dos mundos que no siempre ha sabido conjugar. Hace una semana, Ancelotti ya advertía de que los excesos de los miércoles se pagan el fin de semana. Este sábado, el Madrid acude a Vila-Real con menos de tres días de descanso, pero tras otro ejercicio de supervivencia en Champions.
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