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Viaje del presidente Suárez a Venezuela y Cuba

Suárez se entrevistará con el presidente de Venezuela y con el primer ministro cubano

El presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, inicia hoy su viaje oficial a Venezuela y Cuba, donde se entrevistará con el presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, y con el primer ministro cubano, Fidel Castro. La estancia del presidente Suárez en Caracas, de dos días de duración, estará marcada por la consolidación de las buenas relaciones existentes entre España y Venezuela, con expectativas importantes de progresión en los campos de la cooperación económica y comercial. La visita a La Habana, también de 48 horas, tendrá un mayor significado, político, y tiene en su vértice la invitación oficial de España al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, para 1979.

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Como de costumbre, las prisas y la improvisación marcan los últimos preparativos del viaje del presidente Suárez, a quien acompaña el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, a dos países claves de la América Latina. En medios políticos y diplomáticos próximos a los palacios de la Moncloa y de Santa Cruz nadie se atreve a aventurar un posible balance político de ambas visitas, y menos aún de la estancia del presidente en La Habana, la primera de un jefe de Gobierno de Europa occidental, que será el punto clave del viaje y el centro de atracción de los primeros observadores de Washington y Moscú, así como el primer elemento de consumo de la opinión pública española, que podrá seguir de cerca los contactos Suárez-Castro, revaluados al suspender el presidente español su viaje a Argentina en favor del rey Juan Carlos.Los elementos claves de la expectación política de los encuentros en La Habana y de las conversaciones Suárez-Castro son: la posible y esperada invitación oficial para visitar España en 1979 al líder cubano, a pesar de las reticencias que pudiera tener Washington sobre el posible time-in de dicho viaje; el análisis de la situación actual de, las relaciones Cuba-Estados Unidos, como intercambio informativo; la posible incorporación de España a la OTAN, como punto clave de la política de UCD, también en el ámbito de los intercambios de información; la actitud de España ante el Movimiento de Países no Alineados, que celebrará su próxima cumbre en La Habana, en 1979, y que anhela la posible incorporación de España a su movimiento, como alternativa a la Alianza Atlántica; el deseo español de informarse sobre la posición del Gobierno cubano ante la situación política Latinoamericana y los distintos conflictos del continente africano y, en especial, sobre la crisis del Sahara, en la que Cuba podría desempeñar un papel de intermediario de cara a la normalización de las relaciones hispano argelinas, así como de cara a las relaciones de España con Angola y Guinea Ecuatorial; la situación de los españoles que han pedido la salida de Cuba y la del único preso político español, y el estado de las indemnizaciones a súbditos españoles por las expropiaciones sufridas con la llegada de la revolución cubana.

En el plano económico-comercial, se espera que el viaje de Suárez a Cuba sirva para conseguir un progreso en las negociaciones para la reconducción de un nueve acuerdo comercial entre ambos países. Convenio que caduca a finales del presente año, que Suárez no podrá traer firmado y que depende, en gran manera, de la capacidad de compra de azúcar por parte de España para los próximos tres o cinco años. Esta es la mayor dificultad político-técnica del viaje, y ella condiciona el papel de privilegio que España desempeña en el desarrollo tecnológico cubano y la posibilidad de que el Gobierno de Madrid mantenga esta situación ante los próximos planes de desarrollo de la nación insular. También el tema del azúcar condiciona la elaboración de un convenio científico y técnico. Las causas de esta crisis comercial se ubican en el descenso del precio del azúcar en los mercados mundiales, la progresiva producción de remolacha en, España y la existencia de stocks importantes en nuestro país, que pueden demorar nuevos pedidos en uno o dos años. Las contrapartidas cubanas a las ventas de azúcar se sitúan en bienes de equipo, pesca, barcos, material agrícola, plantas de cemento y de fertilizantes y de semiconductores y de vehículos. Por último, progresa sin dificultades la elaboración de un acuerdo cultural hispano-cubano y se espera que Cuba dé facilidades de agrupación a la colonia española que reside en este país, como contrapartida a la Asociación de Amigos Hispano-Cubana creada en Madrid.

Venezuela y Pacto Andino

La visita del presidente Suárez está marcada por el buen momento que atraviesan las relaciones existentes entre ambos países. Relaciones de privilegio que en el plano político podrían extenderse en torno a la posible estructuración de la presencia española en el marco del Pacto Andino. También las próximas elecciones presidenciales de Venezuela -Suárez se entrevistará con los principales candidatos a al presidencia: Piñerúa, de Acción Democrática, y Campins, de COPEI, y con el ex presidente Rómulo Betancurt- será tema de discusión de Suárez en Caracas para asegurar la continuidad de las buenas relaciones existentes entre ambos países.

Un buen momento que se refleja ampliamente en el alto porcentaje de intercambios hispano-venezolanos y en los contratos en proyecto como los que se firmarán en Caracas sobre doble imposición marítimo-aérea y cultural y las perspectivas de cooperación en proyectos de energía atómica, pesca y de un nuevo acuerdo petrolífero. Prosigue, por otra parte, el desarrollo de los programas relativos a la construcción de vehículos, barcos, ferrocarril, astilleros y almacenes frigoríficos.

También serán punto clave del viaje del presidente español a Venezuela sus contactos con la amplia colonia española.

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