Venezuela, relaciones de privilegio

Sin terminar aún la guerra civil española, Venezuela reconoció al Gobierno del general Franco. La crisis diplomática surgida la recomendación de las Naciones Unidas, en diciembre de 1946, de retirar de España los representantes diplomáticos afecta a las relaciones entre ambos países, que no vuelven a reanudarlas a nivel de embajadores hasta abril de 1949, cuando aún estaba vigente la recomendación de las Naciones Unidas.Posteriormente, las relaciones hispano-venezolanas han estado presididas por la normalidad y la amistad, como se demostró a partir de la primera visita de los Reyes de España a Venezuela, visita efectuada en octubre de 1976, en una gira por tierras de Hispanoamérica. Un mes más tarde, Carlos Andrés Pérez visitó España en un viaje en el que anunció que nuestro país sería escogido como lugar preferente para los depósitos de capital venezolano, mostrando así su confianza en la economía española.

En septiembre de 1977 se produce la segunda visita de los Reyes de España a Venezuela, al término de la cual fueron suscritos importantes convenios hispano-venezolanos, y se reconoció en un documento elaborado conjuntamente «la existencia de una comunidad de pueblos latinoamericanos, cuyo fortalecimiento constituye una aspiración profunda y esperanzadora del, pueblo venezolano y del pueblo español».

Hay que señalar también, los contactos a nivel parlamentario con la visita del presidente del Congreso, de los Diputados, Álvarez de Miranda, en agosto del pasado año. El viaje realizado por el secretario general del Partido Socialista Obrero Español, Felipe González a Venezuela en agosto.

El comercio hispano-venezolano ha tenido en los últimos años una evolución ampliamente favorable a España. En 1977, las exportaciones españolas alcanzaron la cifra de 18.189 millones de pesetas, mientras que las importaciones sumaron un total de 7.190 millones de pesetas.

Recientemente se han Firmado entre España y Venezuela importantes contratos, de los que destacan: 1) la construcción de un ferrocarril, por 68.000 millones de pesetas, a cargo de un consorcio hispano-canadiense; 2) el establecimiento de una empresa mixta, con participación de ENASA, para fabricación de motores Diesel y camiones, y 3) la participación en la construcción de un astillero.