La CEE pretende ampliar sus relaciones
La Comunidad Económica Europea (CEE) estudiará en las próximas semanas cómo profundizar sus relaciones con los países árabes moderados y cómo establecer una corriente más permanente de consultas. La iniciativa, que algunos atribuyen al rey Hussein de Jordania, fue expuesta a sus colegas de los diez por el ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania (RFA), Hans Dietrich Genscher -que acaba de realizar un viaje a Amman y a El Caíro-, en el curso del consejo comunitario que se inició ayer en Bruselas.La guerra entre Irán e Irak fue objeto también de un amplio análisis. Los europeos temen, más que la repercusión inmediata de este conflicto en el mercado del petróleo, la extensión de la revolución islámica de Jomeini en el golfo Pérsico, zona vital para los intereses de los diez. Los ministros comunitarios coincidieron en valorar negativamente cualquier desestabilización del régimen iraquí de Sadam Hussein.
Los titulares de la diplomacia europea han encargado a los directores de política que establezcan los contactos necesarios y presenten un informe al respecto el próximo mes de septiembre. La reunión de cooperación política de los diez se dedicó fundamentalmente al examen de la situación en Líbano y de la guerra irano-iraquí. Los ministros se reafirmaron en la declaración hecha pública el pasado 29 de junio, pidiendo la retirada de todas las tropas extranjeras presentes en Líbano y la asociación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en conversaciones para encontrar una solución definitiva del conflicto árabe-israelí.
Genscher informó detenidamente sobre su reciente gira por Oriente Próximo y señaló que, a su juicio, Europa podía intentar actuar en tres planos: influenciar a Estados Unidos para que éste, a su vez, modere a Israel; apoyar sin reservas a los países árabes moderados, con consultas periódicas, y analizar detenidamente el plan Fahd, que recibe el apoyo de dieciséis Estados árabes, frente a sólo cinco que se oponen.
El ministro belga de Asuntos Exteriores, Leo Tindemans, informó, por su parte, sobre sus contactos en Bruselas con uno de los más significativos representantes de la Organización para la Liberación de Palestina, Faruk Kadumi.
El titular francés, Claude Cheysson, intervino para resaltar que Europa tiene un papel que jugar en el conflicto de Oriente Próximo, y que su labor de moderación puede ayudar a evitar la radicalización de los palestinos y el renacimiento del terrorismo. Tanto Cheysson como Genscher insistieron en la necesidad de dar a los palestinos una señal de esperanza y una perspectiva política para satisfacer sus justas aspiraciones de autodeterminación.
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