González teme un capitalismo salvaje en el Este

El presidente Felipe González advirtió ayer sobre el riesgo que supondría la transformación del sistema comunista en el Este en un capitalismo salvaje y se mostró receptivo a colaborar con los partidos comunistas en vías de socialdemocratización al recibir ayer durante cerca de dos horas a Mieczyslaw Rakowski, primer secretario del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP).Rakowski, que es también ministro del Interior, ha viajado a Madrid invitado por el PSOE y ayer se entrevistó con una delegación de su ejecutiva, de la que formaban parte Elena Flores y Txiki Benegas. Hoy tiene previsto reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez y pronunciar una conferencia en la Fundación Pablo Iglesias.

El huésped polaco del presidente explicó que en el congreso de enero del PDUP -al que ha sido invitada una delegación del PSOE- el partido desaparecerá para dar paso a una formación "inspirada en la tradición centenaria del socialismo polaco y de Europa occidental" que "a la larga deberá ser miembro de la Internacional Socialista (IS)". Los ex comunistas húngaros también expresaron a González el pasado octubre en Budapest su deseo de adherirse al movimiento socialdemócrata.

González fue, según reconoció Rakowski, muy cauto en su respuesta y se limitó a señalar que la IS debía seguir de cerca la evolución de los acontecimientos en el Este y que era necesario "buscar formas de cooperación" con los ex partidos comunistas. A pesar de la prudencia de su anfitrión, el ministro polaco consideró que su "declaración es muy importante para nosotros". "Espero", añadió, "que la IS sea mas activa en Europa Central que los democristianos". "Un partido fuerte de izquierdas en Polonia fortalecerá de rebote a los socialistas en Occidente".

El jefe del Gobierno español puso también en guardia al líder del POUP sobre el riesgo, de que se produjesen "movimientos pendulares" en el Europa Oriental que transformen una sociedad rígidamente planificada en un capitalismo desenfrenado que liquide algunos elementos válidos del anterior sistema como la educación y la asistencia sanitaria.