A precio de saldo
UNA PEQUEÑA joya científica, Los fenómenos de corrimiento, obra de un geólogo mallorquín editada en 1913, apareció un buen día a la venta en una librería de viejo de Palma de Mallorca al precio de 3.000 pesetas. Ese folleto procedía de la biblioteca de Asistencia Palmesana. Así se supo que esta entidad había vendido su biblioteca y archivo prácticamente a precio de papel de envolver. Ni siquiera el presidente de Asistencia Palmesana se había enterado de la venta, y menos las autoridades de la ciudad. Ese fondo, iniciado en 1858, contenía cientos de libros, folletos y documentos importantes relativos a la historia de las instituciones más relevantes de Palma. Pero lo peor es que no se trata de un caso aislado. Tan sólo en Mallorca han desaparecido en los últimos años ocho o nueve colecciones de gran interés, la mayoría de las veces porque nadie ha querido hacerse cargo de ellas. Historiadores, investigadores, escritores legan sus bibliotecas, archivos y trabajos a instituciones públicas que no pueden o no quieren hacerse cargo de ellas. En otros casos, son los herederos quienes malvenden o disgregan las colecciones.Así, fondos documentales de incalculable riqueza se están perdiendo por desidia, ignorancia o simple interés crematístico, ante la indiferencia de las instituciones. La Administración tendría que disponer de un presupuesto suficiente para frenar esa sangría y, como primera medida, estimular la catalogación de esos fondos casi desconocidos y su depósito en instituciones donde pudieran ser consultados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.