Golpe de mano del ONCE con el favor del viento
El ONCE se resarció ayer de su mala contrarreloj por equipos y renovó su confianza en su jefe de filas, Melchor Mauri. El tiempo que no logró sacar a sus mayores rivales en su prueba preferida lo recuperó con creces en una etapa en la que aprovechó el viento lateral para atacar y dejar malparados a algunos de los favoritos. Delgado (Banesto), el hombre más peligroso, perdió unos valiosos 29 segundos, al igual, que Rominger y Fabio Parra, otros de los candidatos. El líder, Peio Ruiz Cabestany Gatorade), no se vio sorprendido. Yamolidín Abdujapárov ganó en Albacete su segunda etapa en esta Vuelta.
El viento comenzó a soplar de costado a 30 kilómetros de la meta. El ONCE aprovechó para hacer una demostración de fuerza. Realizó una perfecta labor de control, quizá para hacer olvidar su fracaso de Jerez. El pelotón se rompió. Cuatro grupos. En el primero, los más fuertes y más hábiles. Intercalándose en los relevos del primero con el ONCE, el líder, Peio Ruiz Cabestany, corajudo. A su lado, Raúl Alcalá y Stephen Roche.También tiró con fuerza para incrementar las diferencias Laudelino Cubino, a pesar de que en el segundo grupo, que nunca estuvo a más de 200 metros, marchaba su compañero Fabio Parra, al lado de Pedro Delgado, Tony Rominger y Federico Etxabe, como figuras más destacadas. El despiste les costó 29 segundos. Gran, parte de los beneficios conseguidos en las etapas contrarreloj se fueron a chorros. Peor les fue a los colombianos Álvaro Mejía y Luis Herrera. A pesar del refuerzo de cuatro rodadores lituanos, el Postobón ha. sido víctima una vez más del viento. Sus líderes perdieron 2,27 minutos. Mayor debacle aún sufrió Erik Breukink. Con problemas estomacales, el holandés, uno de los grandes favoritos al comienzo, perdió 3,46 minutos.
Los directores deportivos se han metido a metereológos. Por la mañana se asoman a la ventana de su habitación, sacan un dedo chupado y lo analizan científicamente. Después, respiran aliviados o comienzan a sudar. Temen la fuerza del viento y su dirección. Ayer había miedo, mucho miedo.
Los ciclistas se pertrecharon de cascos y chichoneras en previsión de caídas provocadas por los nervios que surgen cuando sopla el viento de costado. Había miedo de las largas rectas, mesetarias de los últimos 30 kilómetros en las que el año pasado se produjeron hasta el abuiso los ya citados abanicos, que rompieron en grupos al pelotón y dejaron a algunos favorito! fuera de juego. A pesar del conocimiento, el trabajo del ONCE fue sorprendente.
La nota triste de la jornada se produjo en el kilómetro 110, cuando Eleuterio Anguita, corredor del Seur, colisionó con un niño. Al cierre de esta edición, el pequeño se encontraba en estado grave.
La impotencia de Echávarri
Él blanco p referido del ataque del ONCE fue ayer Pedro Delgado. El máximo favorito para ganar la Vuelta perdió 29 segundos en un terreno en el que hacía tiempo que no se despistaba. «¿Qué puedo hacer desde el coche?", se preguntaba, impotente y malhumorado, su director, José Miguel Echávarri."Los corredores no son chavales y no necesitan que se les repita mil veces los peligros de estas etapas. También hemos tenido mala suerte, porque en el momento de mayor lucha había pinchado Marino Alonso, un hombre muy importante para el llano", comentó. Echávarri también vio un lado bueno a la mala experiencia. "Por lo menos nos hemos quitado de encima a Breukink, que, creo, está descabalgado definitivamente de esta, Vuelta. Ahora, me preocupa Mauri porque si se pone en marcha no levanta el pie del acelerador. Alcalá no me da tanto miedo", reflexionó.
Pedro Delgado estaba muy enfadado consigo mismo al final de la etapa. "He visto perfectamente la maniobra.del ONCE, pero cuando intenté entrar en el grupo, me pusieron las bicicletas casi transversales y no pude coger ninguna rueda", declaró el líder de Banesto.
El hombre más feliz en la meta de Albacete era Melchor Mauri, vencedor de la última Vuelta y líder del ONCE. El catalán, merced al ataque de ayer, ha colocado a su mayor rival, Pedro Delgado, a 58 segundos en la general.
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