Antic: "Prosinecki ha sido cabeza de turco"

Radomir Antic fue destituido como entrenador del Real Madrid hace dos temporadas, cuando el equipo ocupaba el liderato en la Liga con tres puntos de ventaja sobre el segundo clasificado. Hoy vuelve a Madrid como entrenador del Oviedo para enfrentarse a un conjunto inmerso en una crisis de juego y resultados.Antic mantiene buenas relaciones con la Casa Blanca e incluso algunos jugadores han recordado en los últimos días el importante trabajo que hizo con ellos. El viernes, Michel comentó: "De no producirse la destitución de Antic, probablemente hubiéramos ganado la Liga 1991-92. Cuando dejó el equipo estábamos en un bache pero llevábamos tres puntos de ventaja y seguramente la Liga no se habría decidido en Tenerife, ya que antes habríamos sido campeones".

El técnico, que asegura tener un carisma especial entre la hinchada madridista, será una de las atracciones de hoy en el Bernabéu, donde se enfrentan el Madrid y el Oviedo. Antic asegura que no le sorprende la continuidad de Benito Floro, quizá porque está al corriente de todo lo que sucede en el Madrid. Su amistad con Robert Prosinecki también permanece intacta y no duda en defenderle públicamente una vez más.

Pregunta. ¿Cómo explica esta crisis del Real Madrid?

Respuesta. Desde fuera se puede achacar a una mala planificación de la pretemporada. Fue atípica por la necesidad de viajar lejos, con un cambio de temperatura importante. Quizá esto cortó la preparación de una forma sensible. Además, los resultados adversos afectan a la moral de los jugadores. Estos tres últimos partidos demuestran que el equipo no está en su mejor momento de preparacion.

P. ¿No ve otros motivos en la caída del equipo?R. Sí, hay otros indicios evidentes. Varios jugadores están manifestándose públicamente sobre el juego posicional, como Luis Enrique y Martín Vázquez. Eso quizá aumenta la tensión, porque el jugador profesional, con unas declaraciones, puede influir en la convivencia del club.

P. ¿Qué opina del sistema de Benito Floro?

R. Tanto hablar de un sistema quizá ha sido contraproducente, porque un sistema es siempre bueno si los jugadores rinden con él. Pero también hablamos del fútbol como un juego colectivo, en el que la emoción debe formar parte del rendimiento de un jugador. Y si el jugador, por su estado anímico, no participa en esto, difícilmente puede ser una máquina y hacer algo automáticamente. En el fútbol vemos cada día que la inspiración de un jugador cambia un partido.

P. ¿Qué opina de la situación de Prosinecki?

R. Hace pocos días hablé con un entrenador muy conocido de Italia. Me preguntó por Prosinecki porque tres semanas antes la había producido una gran impresión contra el Inter, en el Trofeo Bernabéu. Quería saber qué había pasado y yo no pude contestarle. Prosinecki es un jugador, no es Dios. Ha sido siempre la cabeza de turco para tapar otras carencias en el equipo. Estoy un poco harto de hablar de Prosinecki porque nunca se le dejó jugar con continuidad.

P. ¿Sueña con un triunfo en el Bernabéu para reavivar el debate sobre su destitución?

R. Yo sé que tengo un carisma especial entre la afición del Real Madrid. Estoy seguro, con buen o mal resultado, que el público va a reconocer a Radomir Antic, porque lo notaba en la calle, cuando vivía allí. Es otra historia, aunque la pasada temporada, cuando nos ganaron por 0-4 en el Carlos Tartiere, me sentí muy raro. Me dolió mucho aquella derrota.