Los beneficios netos de Telefónica aumentaron un 1% en 1993

El resultado antes de impuestos (bruto) alcanzado por Telefónica durante 1993 ascendió a 107.500 millones de pesetas, lo que supone un incremento del 7,8% sobre el registrado en el ejercicio anterior, según hizo público ayer la compañía. Tras descontar las provisiones para cubrir el impuesto de sociedades, que crecieron un 43,8% como consecuencia del agotamiento de los incentivos fiscales extraordinarios asociados a los acontecimientos de 1992, el beneficio neto ascendió a 84.740 millones de pesetas, un 1% más que en el transcurso del año anterior.Según informó ayer la compañía, el endeudamiento financiero se redujo en más de 98.000 millones de pesetas, en tanto que el capital y las reservas aumentaron en 43.000 millones, debido a la conversión de la emisión de 200 millones de dólares realizada en el euromercado en 1988 y a los beneficios no distribuidos Correspondientes a 1992.

"Esta circunstancia", señala la compañía, "ha supuesto una mejoría del apalancamiento financiero, que se refleja en una caída del ratio de endeudamiento de más de un punto porcentual, invirtiendo la tendencia mantenida durante los cuatro años precedentes".

Los ingresos totales de la empresa que preside Cándido Velázquez-Gaztelu en 1993 fueron de 1,34 billones de pesetas. Por operaciones, los ingresos alcanzaron 1,22 billones, lo que supone un crecimiento anual del 5,7%. Esa tasa de aumento, la más baja en los últimos años, "es consecuencia de la atonía de la demanda de los servicios de telecomunicación ocasionada por la situación de recesión por la que atraviesa la economía española", destaca Telefónica.

En cuanto a los gastos, la. compañía ha aplicado "una política de severo control, por lo que sólo han subido un 2%, la más baja de los últimos años".

Telefónica destaca, además, que "por primera vez en la historia reciente, la compañía ha conseguido alcanzar una cota de auto financiación superior al 110%". El cash flow (beneficios más amortizaciones) alcanzó la cifra de 490.400 millones de pesetas, un 5,2% más que en 1992.

Los gastos financieros totales de la compañía subieron un 9,8% durante todo el año, debido fundamentalmente a la necesidad de dotar provisiones para pérdidas potenciales por diferencias de cambio por un importe de 27.000 millones de pesetas, ya que los gastos financieros sin el componente de riesgo de cambio se mantuvieron bajo control, al crecer solamente un 3,5%.