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Nueve países de Europa central y oriental se asocian a la Unión Europea Occidental

Lluís Bassets

LLUÍS BASSETS, Nueve países pertenecientes al desaparecido bloque comunista se asociarán a la Unión Europea Occidental (UEO), la institución destinada a convertirse en el pilar europeo de la Alianza Atlántica y en el componente decisivo de la política de defensa común de la Unión Europea (UE), según el Tratado de Maastricht. La oferta de la UEO a Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Letonia, Estonia y Lituania se formalizará el próximo lunes en un Consejo de Ministros que se celebrará en Luxemburgo, en el que se ofrecerá el estatuto de países asociados a los ministros representantes de los nueve candidatos.

La idea de asociar nueve miembros más a la UEO forma parte de la estrategia de ampliación de la OTAN iniciada el pasado enero por la cumbre atlántica, que ofreció el estatuto de asociación para la paz a todos los países del continente y a los antiguos países comunistas. La UE quiso facilitar todavía más la integración mediante la asociación a la UEO, que constituye, a la vez, una respuesta a los deseos de estos países a llegar a incorporarse algún día a los actuales Doce.Dos de los próximos asociados a la UEO (Polonia y Hungría) han presentado sus candidaturas al ingreso en la UE. Todos han firmado ya los contratos de asociación para la paz con la Alianza Atlántica, actualmente rubricados por 15 países, que serán 17 el próximo lunes, cuando lo hagan Finlandia y Suecia, y 18 cuando lo haga el martes Turkinenístán.

Países como Finlandia y Suecia han pedido la asociación como parte del proceso de integración en la UE, prevista para el 1 de enero de 1995, mientras que para el resto de países forma parte de una perspectiva de incorporación más a largo plazo, posiblemente a partir del año 2000, o no cuenta con horizonte alguno de integración de la UE, como es el caso de las repúblicas asiáticas ex-soviéticas o será el de Rusia.

El estatuto de asociación con la UEO comporta la participación quincenal en el Consejo de la organización, que reúne a los embajadores permanentes de los países socios, la contribución en operaciones humanitarias y de mantenimiento de la paz y la incorporación o vinculación a los grupos de trabajo, incluida la célula de planificación. Sólo queda totalmente excluida la garantía de defensa mutua, en claro paralelo con lo que sucede en la OTAN respecto a la asociación para la paz.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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