0xford suprime su legendario y elitista examen de entrada
La Universidad de Oxford, la más antigua y elitista del Reino Unido, ha decidido suprimir su legendario examen de entrada. A partir del curso académico 1996-1997, sus 28 facultades propondrán el tipo de prueba escrita que será impuesta a los aspirantes a una plaza.Con ello, Oxford trata de promover la presencia de buenos estudiantes llegados de escuelas públicas. También espera ampliar de esta manera el espectro social de sus matriculados, procedentes, en su mayoría, de costosos centros privados.
Oxford cuenta ahora con 10.000 alumnos y cerca de 1.000 profesores y catedráticos. Un 60% de los admitidos ha tenido que superar primero un examen y una entrevista. El ejercicio puede prolongarse entré seis y nueve horas, dedicadas a desarrollar dos o tres temas.
Se efectúa además seis meses antes de concluir la educación secundaria. El resto de los matriculados supera, por su parte, una entrevista y presenta todas sus notas. Lo más conveniente es que la media de las mismas ronde el sobresaliente o la matrícula. Cerca de un 30% de los centros privados escoge esta vía. .
Falta de recursos
Los institutos públicos se han, quejado siempre de falta de recursos para preparar a sus alumnos. Las escuelas privadas suelen tener acceso a las bibliografías de consulta propuestas por la universidad. También enseñan a redactar trabajos como los solicitados por ésta.
En la ciudad de Oxford, los directores de centros estatales lamentan sobre todo que sus estudiantes consideren una quimera el acceso a su, propia universidad. Incluso Cambridge ha admitido este curso más pupilos (46,3%) de escuelas públicas que privadas (43,6%). Los partidarios del examen de entrada aseguran, sin embargo, que las entrevistas son subjetivas. No dejan traslucir los conocimientos reales del candidato.
De todos modos, Oxford ha decidido revisar también otra de sus más añejas tradiciones. El sistema de tutoría, con un profesor por cada alumno, puede acabar desapareciendo. La mayoría de las universidades británicas ofrece clases o seminarios mucho más económicos. En cuanto al examen final que cierra cada curso, podría ser sustituido por un sistema de evaluación continua con diversas notas. Las diferencias presupuestarias observadas entre unas facultades y otras serán también revisadas. En conjunto, una revolución para la ciudad de las torres soñadoras.
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