La Vuelta 97 se salta los Pirineos, pero refuerza las llegadas en alto
Harto quizás de la monotonía de los recorridos de los últimos años, Enrique Franco, organizador de la Vuelta, ha apostado en 1997 por lugares insólitos para la ronda del 97 (6 a 28 de septiembre). No sólo será novedad la salida de Lisboa -la primera vez que la Vuelta se inicia fuera de España-, sino también la inclusión del puerto del Morredero (Ponferrada), uno de los cinco finales en alto de una ronda que Franco calificó de "fuerte y cabrita", aunque se salte los Pirineos y se circunscriba al Oeste peninsular.
Las opiniones de, corredores y técnicos presentes fueron más moderadas en el entusiasmo que las de Franco, orgulloso además por haber sido él personalmente el responsable del diseño "en un 95%". "Después del Tour, opinaré de la Vuelta", dijo en la presentación oficial el ganador de 1996, el suizo Alex Zülle. Ciclistas y directores ven aún lejana, la ronda española y no se sienten capaces de apostar sobre sus corredores ni de aventurar en que estado de forma la encararán. La temporada tiene un punto de fractura en el Tour, gran objetivo de los teóricos favoritos para la Vuelta -Olano, Zülle, Jalabert, Escartín-, quienes, además, piensan en los Mundiales de San Sebastián- que se correrán en octubre.Sin embargo, se apreciaron gestos de satisfacción en la mayoría escaladora por la presencia y concentración de las llegadas en alto, que equilibran los 86 kilómetros contrarreloj. Después de tres nerviosas etapas en Portugal y de tres apacibles días por Andalucía -obligados en la búsqueda de buen tiempo y de Público en las carreteras-, ya en la séptima etapa se producirá el primer final en alto, en Sierra Nevada. Dos días después se correrá la contrarreloj de 38 kilómetros en Córdoba. Algunos temen que ya el. noveno día esté todo el pescado vendido restando emoción al resto, pero Manolo Sáiz, director del ONCE, el equipo dominador los dos últimos años, piensa lo contrario. "Esto es lo que exige el ciclismo moderno", dijo. "A nosotros, los que salimos a ganar, nos gusta así".
El bloque más montañoso llegará de golpe y a mitad de la carrera. Serán cuatro finales en alto consecutivos -Morredero, Brañillín, Naranco y Lagos de Covadonga-, un atracón que no se produce en ninguna otra carrera. Desde la etapa de los Lagos hasta el final en Madrid quedará aún una semana de Vuelta, una monotonía que sólo se verá alterada por la etapa, Valladolid-Los Angeles de San Rafael -puertos de Navacerrada y Guadarrama más un puerto de tercera que será meta- y por la accidentada contrarreloj de Alcobendas -48 kilómetros-, el sábado, víspera de la llegada final a Madrid.
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