Cultura y la Junta eluden entrar a juzgar el asunto

Mientras la polémica por el testamento de Alberti se libra en los despachos de los abogados, las insitituciones guardan silencio administrativo. Miguel Angel Cortés, secretario de Estado de Cultura, dijo ayer que el asunto del legado histórico de Alberti "es una cuestión privada", y que sólo si se demuestra que la Fundación Alberti no tiene todo lo donado por el poeta en depósito "se procederá a hacer una investigación".La Junta de Andalucía también considera que no es competencia suya entrar en la polémica. La consejera andaluza de Cultura, Carmen Calvo, eludió ayer hacer cualquier declaración. La Consejería hizo, así, oídos sordos a la petición del poeta Luis García Montero para que vigile "muy de cerca el entramado jurídico de la Fundación Rafael Alberti" y compruebe muy bien "la administración del dinero y del legado". La Fundación Rafael Alberti es una entidad de carácter privado, sin ánimo de lucro, dirigida por la viuda del poeta, María Asunción Mateo, según expreso deseo del mismo, y en la que interviene como patrono permanente el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María.

La Consejería de Cultura esgrime el argumento de que no forma parte de la fundación: "Se limita a dar una subvención a la fundación", indica una fuente de la consejería. La Junta de Andalucía aporta ocho millones anuales desde 1996.

Ese dinero se gasta en actividades -jornadas, libros...- que son controladas por el interventor general de la Junta, "que comprueba el buen uso de la subvención". "El interventor nunca ha tenido problemas con la fundación", explica esta fuente de la consejería. "A la Junta no le corresponde entrar en un enfrentamiento entre partes privadas", recalca esta fuente de la consejería.

Derechos de la obra

El antiguo administrador de la Fundación Rafael Alberti, Carmelo Ciria, aseguró ayer que los derechos de la propiedad de la obra del poeta fueron cedidos en 1990 por éste a su esposa al redactar el primer testamento. Según Ciria, que fue testigo de la firma, el poeta se encontraba "en plena consciencia", y los posteriores testamentos renovaron ese criterio.

Fuentes del Ayuntamiento de El Puerto aseguraron que hay tranquilidad sobre el legado, que el material fue cedido por Alberti al Ayuntamiento y el catálogo está minuciosamente controlado. Entre sus fondos destacan el grabado de Las cuatro estaciones y la serigrafía El juego de la oca-toro, ambos de Alberti, y libros de Picasso con dibujos dedicados al poeta. La fundación alberga primeras ediciones de los originales del autor y su biblioteca, que contiene 2.000 volúmenes.