El Poder Judicial investigará al juez Ruiz Polanco por liberar a un presunto 'narco'
La Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial decidió en su reunión de ayer abrir diligencias informativas "para esclarecer" la actuación del juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco, quien el viernes pasado puso en libertad bajo fianza de 25 millones de pesetas al presunto narcotraficante Alfredo Cordero.La puesta en libertad de Cordero fue recurrida por la Fiscalía Antidroga y, además, el fiscal jefe, Juan Ortiz Úrculo, recusó al magistrado por entender que se trataba de un hecho "muy grave", ya que había "una apariencia de amistad o familiaridad" entre el juez y el abogado de Cordero.
La libertad bajo fianza de Cordero se produjo poco después de que éste hubiera incorporado a su defensa a un nuevo abogado, el colegiado navarro Javier Morales, con el que, según la fiscalía, el juez Ruiz Polanco tiene relación de amistad.
Además, Ortiz Úrculo envió sendos escritos en los que narraba lo ocurrido al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, y al presidente de la Audiencia Nacional, Clemente Auger, quien, a su vez, lo puso en conocimiento del Consejo General del Poder Judicial.
Ahora, este organismo ha decidido investigar el caso, por lo que, a partir del próximo lunes, el Servicio de Inspección recabará del juez Ruiz Polanco y de la Fiscalía Antidroga sus respectivas versiones de lo ocurrido. La Inspección elevará un informe a la Comisión Disciplinaria con una propuesta de archivo del incidente o de apertura de un expediente disciplinario.
La recusación del juez está basada en las causas 8 y 9 previstas en el artículo 219 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, es decir, tener amistad íntima con el abogado defensor y tener interés directo o indirecto en el pleito.
Según los escritos de Ortiz Úrculo, tanto el juez Ruiz Polanco, como el abogado Morales, reconocieron en presencia de miembros de la Fiscalía Antidroga que tienen cierto grado de amistad.
Ante la prensa, el magistrado ha señalado que Morales es un abogado leal, de esos con los que los jueces tienen cierta confianza porque saben que no les van a engañar, pero precisa que no ha hablado con él más de seis veces en su vida y siempre de temas profesionales.
Correspondencia
El juez ha intentado que el fiscal jefe Antidroga cambie los términos de la recusación, a lo que éste se ha negado. El juez le envió el jueves un escrito en el que se quejaba del trato recibido y Ortiz Úrculo le contestó ayer, también por escrito, que mantenía todos los términos de los escritos, aunque con ellos no pretendía causar ninguna ofensa, ni afectar a la honorabilidad del juez.
Mientras tanto, la causa contra Cordero por el desembarco de casi 5.000 kilos de cocaína en Tapia de Casariego (Asturias) en 1997, compuesta por 12 tomos a los que se ha incorporado el escrito de recusación, hizo turismo por los juzgados de la Audiencia Nacional, cuando en realidad no se deberían haber movido del Juzgado Central 1.
El juez Ruiz Polanco, titular del juzgado e instructor del proceso contra Cordero, al haber sido recusado, remitió las actuaciones a su sustituto, el juez Baltasar Garzón, que debe resolver si admite o rechaza la recusación. Pero como Garzón se encontraba ayer en Estados Unidos, el caso pasó al sustituto de éste, la juez Teresa Palacios, quien, con el argumento de "Garzón llega mañana", lo devolvió. La secretaria judicial remitió entonces el caso al Juzgado Decano, para reparto, pero el juez decano Ismael Moreno también estaba ausente y los 12 tomos pasaron al juez Carlos Divar, quien los rechazó por no corresponderle a él el caso. Finalmente quedaron depositados en el juzgado de Garzón.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.