Espectáculo eclipsado

Alrededor de 200 personas acudieron anoche al Parque de las Ciencias de Granada con la misma esperanza que un devoto peregrina a Fátima: que se produzca un milagro. En este caso, se trataba de ver el primer eclipse total de Luna del milenio a través de la espesa manta de nubes que anoche cubría el cielo de Andalucía. El prodigio no se produjo. Pero los visitantes del museo más visitado de la región no se marcharon defraudados. Recibieron una amena charla sobre los eclipses y vieron cómo se producen en un espectacular montaje del Planetario.

A pesar del mal tiempo, granadinos y foráneos, jóvenes y mayores, abarrotaron el salón de actos del museo. Durante cuatro horas disfrutaron de las distintas actividades organizadas por sus responsables. Y suplicaron al cielo que se abriera un claro de luna. No hubo suerte. 'Ha sido una faena. Pero menos hubiéramos visto si nos quedamos en casa', comentaba Miguel Mellado, intentando buscar los aspectos positivos de una noche aciaga.

Él y Pablo Moreno, ambos estudiantes de Física en la Universidad de Granada, ya habían asistido anteriormente a las observaciones astronómicas que organiza habitualmente el Parque de las Ciencias. Entonces sí pudieron disfrutar del firmamento a través del telescopio Steavenson, que posee un espejo de 75 centímetros de diámetro.

Junto a este gran telescopio, el museo había puesto a disposición de los visitantes tres más pequeños, así como varios prismáticos. Pero las inclemencias los hicieron inútiles. 'Tenemos un tiempo horroroso desde el punto de vista astronómico', se presentó el director del parque, Ernesto Páramo, ante el público.

Sin embargo, el físico Vicente López consiguió levantar los ánimos del público con su conferencia. López esperanzó a los asistentes: 'Hay casi cuatro eclipses de Luna y Sol cada año y en el siglo XXI habrá un total de 366'. Con maquetas en tres dimensiones y gráficos proyectados en una pantalla explicó cómo se producen estos fenómenos naturales 'que producían pavor a nuestros antepasados'.

El físico del Parque de las Ciencias animó a los presentes a ver, al menos una vez en la vida, un eclipse total de Sol. Aunque haya que viajar a miles de kilómetros de España. 'El próximo se verá el 21 de junio en Madagascar. Ya se venden viajes por 950.000 pesetas. Imagínense que, una vez allí, se nubla...', bromeó, tratando de quitar hierro al fiasco de anoche.

Tras la charla, los visitantes entraron en dos turnos al Planetario. En su cúpula pudieron contemplar en la práctica las explicaciones teóricas dadas por López, como el movimiento de los planetas y la alineación del Sol, la Tierra y la Luna que da lugar a los diferentes tipos de eclipse. 'No lo hemos visto de verdad, pero el eclipse virtual del Planetario tampoco ha estado mal', se consolaban Gonzalo Milla y Carmen Casado, jóvenes estudiantes de Informática y Filología Inglesa.

Con los telescopios más solos que la una y mirando al suelo, los ordenadores conectados a Internet dispuestos por el museo tuvieron gran demanda. En ellos se podía acceder a direcciones predeterminadas con abundante información sobre fenómenos astronómicos e, incluso, contemplar en tiempo real el eclipse tal y como se producía en otros lugares del planeta.

A las 11 de la noche, tras cuatro horas de observación virtual, los forofos de la astronomía se marcharon con la esperanza de que el próximo sea un eclipse espectacular y no un espectáculo eclipsado.