Nadal adelanta su hora
Los capitanes españoles descartan a Ferrero en beneficio del mallorquín, de 18 años, para enfrentarse hoy a Roddick
Un halo de sorpresa e incredulidad sobrevoló ayer la pista central de La Cartuja, cuando el juez árbitro, Stefan Franson, anunció con voz clara y contundente que el capitán del equipo español había dado los nombres de Carlos Moyà y ¡Rafael Nadal! para disputar los partidos individuales de la final contra Estados Unidos. Era una decisión que nadie esperaba, por la simple razón de que dejaba fuera, por primera vez, a Juan Carlos Ferrero. El sorteo decidió que será Moyà quien abra la eliminatoria frente a Mardy Fish (12.00, La 2), el número dos estadounidense. Después Andy Roddick se enfrentará a Nadal.
"No fue una decisión fácil", explicó Jordi Arrese, que la había consensuado con Josep Perlas y con Juan Bautista Avendaño, el resto de capitanes, la noche anterior. "Pero no estamos aquí de paseo. Sabemos que a veces hay que arriesgar y lo hemos hecho, convencidos de que es lo mejor para el equipo. Hemos visto entrenar toda la semana a Juan Carlos y a Nadal. Juan Carlos llegó con problemas en la mano y falto de competición. Ha ido mejorando mucho. Hoy se entrenará por primera vez sin vendaje. Pero creemos que le falta un poco todavía. No es simplemente el problema de su mano, sino que encuentre su timing, que se sienta a gusto. Con dos días más nos habría dado aquella seguridad que siempre nos ofrece. Ahora mismo creemos que Nadal es quien mejor rendimiento puede darnos ante Roddick".
"Yo estoy para jugar", declaró Ferrero, que fue el último en enterarse de la decisión del G-3
La cara de Ferrero no engañaba. Y sus palabras resultaron contundentes. "Yo estoy para jugar", dijo secamente. "Ayer me entrené muy bien. Me siento en forma. Pero las decisiones las toman los capitanes". Y Antonio Martínez Cascales, su entrenador, agregó: "Juan Carlos está al 80% de su nivel y creo que en un partido oficial habría podido mejorar su rendimiento". La decepción fue grande para Ferrero, ahora 31º del mundo, porque su exclusión le llega en uno de los momentos más difíciles de su carrera profesional, y porque, además, fue el último en enterarse. El G-3 dio pocas pistas a lo largo de la semana. El miércoles por la noche se reunió en su hotel y, alrededor de las 23.30, le comunicaron a Cascales que Ferrero no iba a jugar. "Ya es muy tarde", les respondió el técnico. "No voy a decirle nada hasta mañana. Prefiero que duerma bien esta noche".
Así que todos lo sabían menos Ferrero, que se enteró en el último momento. "¿Le ha sorprendido?", le preguntaron. "Un poco sí", respondió el valenciano, de 24 años. "Pero hay que aceptarlo. En el equipo hay cuatro grandes jugadores y estoy convencido de que Rafa va a jugar a un buen nivel. Físicamente estoy al 100% y tenísticamente me encuentro bien. ¿Si jugaré el domingo? Estoy aquí para lo que haga falta. No hay mal rollo en el equipo y asumo la decisión del G-3 con honestidad".
Ferrero había salido como titular de los individuales en casi todas las eliminatorias en las que había participado desde que debutó en 2000 frente a Rusia en Málaga. Desde entonces no jugó los puntos decisivos ante Estados Unidos en Santander, y no acudió a Houston para enfrentarse a los americanos en 2002 porque estaba lesionado. Su última ausencia se produjo en la primera ronda de este año, en Brno, ante la República Checa, también por lesión. Curiosamente, fue allí donde debutó Nadal en los dobles y en los individuales. Los jóvenes, con Robredo y Feliciano López, salvaron la eliminatoria y Nadal puso la guinda ganando el punto decisivo ante Stepanek.
Ayer, Nadal, con 18 años y 51º en la clasifiación mundial, se mostró exultante. "Lo normal era que jugara Ferrero, pero los capitanes creen que no está bien del todo y confían en mí. Algo nervioso sí que estoy, pero me daría igual no jugar y que se ganara la eliminatoria". El único antecedente que existe entre Roddick -número dos del mundo- y Nadal se produjo en el Open de EE UU, el pasado mes de septiembre, y supuso una clara victoria para el estadounidense (6-0, 6-3 y 6-4). "Me enfrento a un gran jugador", agregó Nadal. "Pero creo que el partido de Nueva York no es un buen referente. Allí yo estaba muy mal. Ahora estoy mucho mejor. Y nos enfrentamos en tierra. Si juego a mi mejor nivel, creo que alguna opción tendré".
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