"Este grupo se merece un respeto"
Luis justifica la ausencia de Raúl frente a Dinamarca apelando a la cohesión del equipo español
Luis Aragonés sigue sin llamar a Raúl. El seleccionador español justifica su decisión apelando a la fortaleza de "un equipo que en 2007 ha ganado siete partidos y empatado sólo uno". A la cohesión de un grupo que se enfrentará el día 13 a Dinamarca en Aarhus en la fase clasificatoria para la Eurocopa de 2008 y el 17 en un amistoso a Finlandia en Helsinki. El partido en Dinamarca es vital para España: va segunda del Grupo F, empatada a puntos con Suecia y con tres de ventaja sobre Irlanda del Norte, y cinco sobre Dinamarca, pero tanto los suecos como los daneses llevan un encuentro menos. Luis opta por la juventud de Albiol y Riera, debutantes en una convocatoria, antes que por la experiencia del madridista. El máximo goleador de la historia de la selección, por el momento, no cuenta para él. "Pero tiene las puertas abiertas", asegura el técnico.
La pregunta, por previsible, no resultó menos incómoda para Luis. La respuesta, por preparada, no más convincente. Enfundado en un traje beis, con el gesto serio y las gafas colgando peligrosamente del borde de la nariz, el seleccionador apenas esperó a la interpelación. "No quiero entrar a hablar de individualidades", soltó en cuanto fue requerido para explicar la ausencia más controvertida. "No quiero hablar. En primer lugar, por respeto a los convocados. Y después, por los que no están en esta lista y no preguntáis por ellos", argumentó.
En sus convocatorias, Luis siempre se ha preciado de llamar a los jugadores que considera en mejor forma. Más allá de la búsqueda de un bloque, ha apelado al rendimiento individual de los futbolistas. Ayer, sin embargo, invocó aquello de la mística del grupo para defender su postura. "Yo tengo todos los informes de Raúl y, efectivamente, ha podido haber una mejoría en su juego", reconoció; "pero este grupo se merece un respeto por la trayectoria de este año. No podemos ensalzar ahora a Raúl porque, si luego perdemos, ¿qué?".
Abordado el asunto Raúl y elogiados Albiol y Riera, las caras nuevas, Luis se sintió más relajado. Incluso con ánimos de explicar su espantada ante la prensa del pasado 12 de septiembre, en Oviedo, tras la victoria frente a Letonia. Lo hizo, eso sí, echando mano de tesis alambicadas y justificaciones tautológicas. "Consideré oportuno no hablar porque entendí que era más complicado hacerlo que no hacerlo", precisó; "ahora he decidido hablar sólo después de los partidos, que es lo que me compete y lo que debo hacer. Pero sigo teniendo el mismo buen rollo con vosotros [los periodistas]. No estoy molesto. Además, si pensara que la decisión puede perjudicar al equipo, no la tomaría. Pero creo que no lo va a hacer. Beneficios, para vosotros, no va a tener. Y a mí, seguramente, me perjudicará. Pero me da igual".
Luis se sentía cada vez más cómodo y el aire castizo en sus manifestaciones era cada vez más patente. Reclinado en su silla, contestaba a los periodistas y hasta entraba en debate con ellos. ¿Que el partido frente a Finlandia, un amistoso cuatro días después del choque contra Dinamarca, podría ser un engorro? "La selección es y debe ser lo primero", contestaba el seleccionador. ¿El nombramiento de Hierro como director deportivo de la Federación? "Me parece perfecto. Es un hombre de fútbol. A mí me lo ofrecieron. Luego, el acuerdo no llegó a término y punto", respondía. ¿La llamada de Puyol, recién salido de una lesión? "Puyol no tiene nada y por eso está aquí", sentenciaba.
Acabada su intervención, Luis recogió sus papeles y enfiló hacia los despachos de la Federación. "Hasta aquí. A partir de aquí ya no podéis grabar", le dijo a un cámara.
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