"Me gustaría ser Ronaldo o su novia"
Pregunta. Es "una de las violinistas más virtuosas del mundo". ¿Cuál es su principal virtud?
Respuesta. Creo que la dedicación a mi familia y mis amigos. Me considero, además, una persona muy fiel.
P. Su descubridor, Von Karajan, dijo que era "el mayor prodigio desde Yehudi Menuhin". ¿Es para tanto?
R. En música no hay una manera precisa de medir la excelencia. Cuando Karajan lo dijo lo sentí como un gran cumplido, pero también como un gran desafío.
P. Es bastante inseparable del pianista Lambert Orkis. ¿Pueden considerarse una pareja de hecho musical?
R. Es fantástico haber encontrado un alma musical interesante y en permanente desarrollo, pero nos nutrimos también de proyectos cada uno por su lado. Con Orkis me reúno y tengo proyectos cada 20 meses, más o menos. Pero tengo más relaciones musicales, entre ellas André Previn, y muchas otras.
P. Ya he leído que usted solo es fiel a su Stradivarius.
R. No comment [ríe].
P. Quizá verse cada 20 meses es la mejor forma de que dure una pareja.
R. Esa es una muy buena consideración.
P. Reivindica el repertorio romántico. ¿También es romántica usted?
R. En música procuro ser polifacética. En el aspecto personal, creo sinceramente en el amor eterno.
P. El piano fue su primer amor, a los cinco años. ¿No hay que fiarse de los novios de juventud?
R. No, no lo fue. Es lo primero que toqué, pero no por decisión mía, sino de mis padres. Pero nunca he estado interesada en cosas fáciles.
P. Está claro que cuando los padres te imponen un novio la cosa no acaba bien.
R. Pues sí. Yo lo tenía muy claro. Nunca quise ser pianista, sino violinista.
P. La primera goleada del Mundial fue alemana. ¿Le quita el sueño?
R. Me quedé muy sorprendida. No sabía que eran tan buenos.
P. Sé que es muy futbolera, e hincha del Madrid. No podrá ir a tocar a Barcelona...
R. Soy muy forofa del Real Madrid, pero también del Barça (sic). Y estoy dispuesta a ir a un partido del primero que me invite.
P. ¿Por qué dejó de jugar al fútbol?
R. Porque me disloqué un dedo, y tenía claro que no iba a llegar muy lejos.
P. Como futbolista, ¿quién le gustaría ser?
R. Ronaldo, por supuesto. Vaya pregunta. Ronaldo... o su novia.
P. ¿A Merkel le vendría bien poner un poco de música en su vida?
R. Creo que formó parte de un coro y que tiene conocimientos musicales. Eso es fantástico para la vida política.
P. Pues parece que ahora quiere ir más bien de directora de orquesta.
R. Otro no comment [risas].
P. La música que a usted le gusta más bien poco es la de Rat-zinger.
R. Tiene que ver con el papel que se le adjudica a la mujer en la Iglesia. Con este Papa tampoco hay ninguna evolución hacia una visión más acorde con la realidad.
P. Usted tiene una dimensión religiosa importante. ¿Cree que el Papa tiene algo que ver con Dios?
R. Bueno, yo soy protestante. Por eso no creo que necesariamente que la relación con Dios venga a través de los curas o del Papa. Lo más importante son los valores.
P. Y yo que pensaba que, siendo alemana como Benedicto, tendría un atajo para el cielo.
R. Nunca lo había pensado. Igual hay un Mercedes esperando para llevarme. O, mucho, mejor, un Ferrari.
P. Anunció que en 2010 celebraría los 300 años de su Stradivarius. ¿Un violín así hasta puede soplar las velas de la tarta?
R. Lo celebro, pero no haré nada especial. Quizá limpiarlo todavía más, y cuidarlo para que pueda llegar a nuevas generaciones. Pero este instrumento sin el artista no puede soplar velas.
P. "Mozart fue una estrella del pop del siglo XVIII". ¿Era el Michael Jackson de la situación?
R. Mozart era una figura de culto, como Michael Jackson. En aquella época, lo que se componía se interpretaba inmediatamente, como la música pop. Lo que no sé es si la música de Michael Jackson sobrevivirá 250 años más.
P. ¿Cómo anda de manías de diva?
R. Mire, con dos hijos adolescentes no tengo espacio para manías o tics de diva.
P. No pide que le llenen la bañera de champán, por ejemplo.
R. Preferiría bebérmelo. Y no bebo de la bañera.
P. "Me hubiera gustado que Mozart compusiera para mí". ¿En todo es tan modestita?
R. Sí. Cuando tiene que ver con la música, sí.
Perfil
Con 46 años y dos hijos, le gusta leer, el arte contemporáneo, la montaña, andar y hacer gimnasia. Junto a la música, califica de "gran pasión" la que siente por sus hijos, sus amigos y sus dos cachorros, Bonnie y Clyde. El violín no es para ella un hijo más, sino "una herramienta para construir puentes entre las personas". Cuando se le pregunta cómo se divierte en sus ratos libres responde entre risas: "Dando entrevistas".
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