El teorema de Thales España
La tecnológica recurre a la globalización, diversificación, compra de empresas e I+D+i para afianzarse
Thales España, haciendo honor a su nombre, se ha fijado en Egipto y no para medir con triángulos semejantes, como su homónimo de Mileto, la altura de las pirámides. La filial del gigante francés de los sectores aeroespacial, de defensa y de seguridad se ha hecho con un contrato de 110 millones para la renovación de los sistemas de señalización del ferrocarril que une El Cairo y Alejandría y quiere convertir ese país, en el que hay anunciado un amplio paquete de proyectos —mil millones de inversión a adjudicar en próximos meses—, en rampa de aceleración de su internacionalización.
Jesús Sánchez Bargos, que cumple ahora su primer aniversario como presidente de Thales España, se ha vuelto a desplazar esta semana a El Cairo, donde el 20 de mayo se abre una licitación por un importe de 200 millones.
“Estamos empezando a recoger frutos del esfuerzo realizado en los últimos años”, en un entorno de crisis general, “con el incremento de las exportaciones y con una mayor diversificación y diferenciación en nuestras actividades domésticas”, explicó el presidente de la tecnológica a este suplemento horas antes de subir al avión. “Estamos reforzando nuestra posición en el conjunto del grupo Thales” y además, agregó, “vemos signos de salida de la crisis, que deberán confirmarse en próximos meses, en la evolución de la contratación en España”.
Thales España, que se estrenó en el exterior en Turquía hace unos años (hoy tiene allí un centro de trabajo y está presente en varias fases de línea de alta velocidad Ankara-Estambul), desarrolla también proyectos de transporte (señalización, telecomunicaciones y sistemas para trenes convencionales y de alta velocidad) en Argelia, Marruecos y México.
En sus actividades de seguridad se ha adjudicado recientemente dos contratos en Irak por unos 30 millones en dos grandes campos petrolíferos.
La firma española, tras varios años de caída en sus ventas, prevé elevarlas hasta los 300 millones en 2014 gracias, sobre todo, a los mercados internacionales (exporta ya el 40% de su producción) y a una cierta recuperación de las inversiones ferroviarias en España.
La compañía, que se autodefine como una “empresa multinacional dentro de un grupo multinacional”, dispone en España de 10 centros de trabajo y 1.300 empleados (el 60% con alta cualificación) y de un centro de excelencia mundial en señalización ferroviaria, espacio y seguridad para centros de producción y distribución de energía (ha invertido más de cien millones en la última década en actividades de I+D+i).
Thales España está dispuesta a adquirir el 51% que le falta en Amper Programas
La estrategia de Thales, explican en la compañía, está orientada hacia la exportación de la tecnología que desarrolla en España en todas las áreas en las que opera, apoyo tecnológico a las empresas tractoras nacionales (Adif, Airbus y Navantia, entre otras) y soporte para la distribución de tecnología de pymes a través de la extensa red comercial del Grupo Thales en el mundo.
España es hoy el séptimo mercado del Grupo Thales y su filial española, que opera en dos escenarios estratégicos (aeronáutica, espacio y transporte, que absorben el 75% de su actividad; y defensa y seguridad, que asumen el 25%), es uno de los principales suministradores de sistemas de seguridad para las administraciones ferroviarias españolas y para su red AVE. Con estas bazas no es extraño que esta filial sea responsable en el Grupo Thales de la explotación comercial de todas las oportunidades que surjan en esta área en el norte de África, Norteamérica y Latinoamérica.
La matriz de Thales España no publica sus resultados anuales (573 millones de euros en 2013, un 2% menos que un año antes) desglosados entre sus distintas compañías y en la filial española rehúsan, asimismo, facilitar su propia cifra anual de pérdidas o beneficio, aunque aseguran que superan al conjunto del grupo en crecimiento porcentual (entre uno y dos puntos más).
Tampoco revelan la balanza tecnológica con su matriz, pero hacen hincapié en que la compañía ha contribuido con más de 200 millones a la economía española en 2013 con su actividad (inversión en I+D+i, impuestos, compras, contratación y subcontratación y ampliaciones de capital).
A medio plazo, Thales España persigue, según Jesús Sánchez, “equilibrar” sus negocios —el transporte supuso en 2013 casi el 60% de sus ventas— y el peso relativo del mercado doméstico con el de los mercados exteriores.
La compañía, que cuenta desde hace años con una alianza industrial con Amper Programas y con la firma de electrónica submarina SAES en el sector de defensa, no confía su futuro exclusivamente al crecimiento orgánico. Baraja adquisiciones o tomas de participación mayoritaria en empresas pequeñas y medianas, con un buen nivel tecnológico y un producto diferenciado, en los sectores de defensa y seguridad.
En defensa, la delicada situación en que se halla Amper (negocia a contrarreloj refinanciar su deuda y está al borde del concurso de acreedores) le ha servido a Thales España para dar rienda a una vieja aspiración y ofrecerse para comprar la participación que aún no tiene (un 51% del capital) en su filial Amper Programas.
Thales, que quiere crecer en el negocio de defensa en España, se postula desde el inicio de la crisis para liderar una reestructuración y una mayor internacionalización de esta industria estratégica.
En aeronáutica, donde se ha ocupado del diseño y la implantación del sistema de control del tráfico aéreo del aeropuerto de Málaga y de la línea del montaje final del avión de transporte militar A400M de Airbus en Sevilla, Thales España ha presentado este mes para el sector de los vehículos no tripulados una plataforma desarrollada en colaboración con su matriz que permite controlar varios de estos aparatos aéreos a la vez, y ha suscrito un acuerdo de cooperación con la española Wake para desarrollar y potenciar el negocio de los sistemas de vehículos aéreos no tripulados ligeros de alto rendimiento (UAV) con finalidad civil y militar.
La ciberseguridad es hoy otra de las apuestas de Thales España, especialmente en su mercado doméstico. Y quiere llevarla a efecto a través de adquisición de empresas que refuercen su porfolio y con un aumento de su presencia en la seguridad de las transacciones bancarias y en sistemas para dotar de soluciones de seguridad en smartphones y tabletas.
En el negocio espacial, en el que exporta el 90%, su compañía Thales Alenia Space España ha participado durante 23 años en más de 240 programas de satélites. En 2013, 25 de los lanzados tenían sistemas y equipos de radiofrecuencia y electrónica digital, desarrollados y fabricados en Tres Cantos (Madrid).
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