Atrévete y deja que los niños dirijan en la cocina

Hace ya un tiempo que la cocina, en parte gracias a los programas de televisión como MasterChef Junior, se convirtió en algo accesible para todos los miembros de la familia y, muy especialmente, para los más pequeños de la casa. Cocinar con ellos es una de las mejores actividades que podemos hacer en época de vacaciones. Muchos padres quieren, pero no saben por dónde empezar, casi siempre porque no suelen conocer muchas recetas, especialmente de repostería o, cuando las hay, no son adecuadas para hacer con los niños. Estos días ha salido al mercado el libro del chef Christian Escribà, La cocina de Peter Pan (Planeta de Libros). Un libro lleno de recetas sencillas, muy bien explicado y salpicado de anécdotas varias.

Escribà, y su mujer también pastelera, se dio cuenta hace unos meses, que lo que de verdad les apasionaba de su trabajo era poner en la práctica esas recetas con su hijo Paul. Por su parte, su mujer, había trabajado con niños en Brasil y la experiencia fue de lo más enriquecedora. Así nació la idea de hacer este libro que es, sobre todo, un manual para que “sean los niños los que dirijan en la cocina”, según su autor.

Fue el pasado verano, con esas vacaciones interminables que tienen los niños, nada más que tres meses -se ríe-, cuando decidimos que debíamos ponernos como meta hacer al menos una receta al día. Luego llegó el editor con su propuesta y pensé que lo mejor sería plasmar esos recuerdos de esos momentos vividos con nuestro hijo en un libro. Además, reconoce Escribà, “no se nos escapó que está muy de moda cocinar con los niños gracias a los programas”.

Hablando de los programas de la tele, en los que el propio chef va a participar a partir de enero, considera que “han hecho un gran bien a la sociedad ya que es una ocasión de oro para que todos, mayores y niños, se sientan atraídos por algo que, en definitiva, es un gran vehículo para transmitir emociones”. El repostero, hijo del influyente maestro chocolatero Antoni Escribà, es reconocido no solo por su virtuosismo a la hora de hacer repostería, si no porque le ha dado, desde siempre, un toque de emoción y espectáculo a la cocina.

Precisamente por el lenguaje de las emociones es por lo que Escribà cree que la cocina siempre triunfa entre los más pequeños de la casa. “A todos los niños que he conocido les gustan los trabajos manuales como pintar”, explica. “Y cocinar, sobre todo si dejas que ellos toquen las texturas de los ingredientes, es algo que les motiva”. Pero no solamente el cocinero pretende que los niños pasen un rato entretenidos o conozcan recetas, “también pretendo que aprendan que cocinar para alguien es transmitirle a ese alguien lo que sientes: cariño, amor, lo que sea".

Consejos para que cocinar con niños sea un éxito

El repostero no es ajeno a la psicología infantil y sabe que los niños no suelen tener paciencia por lo que da unos sabios consejos a los padres para hacer con ellos las recetas y que sea un éxito. Para empezar recomienda que se use este libro a partir de los ocho años. Si se hace antes, que lógicamente se puede, entonces los niños deberán tener una ayuda más presente. Sin embargo, explica, si es a partir de esa edad, lo ideal es los padres sean meros pinches. “Que sean ellos los que mandan en la cocina les proporciona seguridad y ganas de mejorarse” Luego está la frustración que les genera que no les salgan bien las cosas, por lo que recomienda usar recetas fáciles “como las de mi libro”. Sobre este asunto reconoce, bromeando, que le pueden caer críticas por el tema de la poca tolerancia a la frustración y, estando de acuerdo, “mejor que se frustren con otras cosas, no con mi libro que está pensado para pasar buenos ratos, no malos”.

Escribà solo tiene un ideal a la hora de que los padres cocinen con sus hijos usando sus recetas: conseguir sacar todas las emociones y dar felicidad. Ni más ni menos.