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SoFo, el barrio más bohemio de Estocolmo

Cafés orgánicos, tiendas 'vintage' y galerías de arte. Las mejores pistas en South of Folkungagatan, la zona más animada de la capital sueca

Terraza del bar Eriks Gondolen, en la plataforma superior del ascensor Katarina, en Södermalm, Estocolmo.
Terraza del bar Eriks Gondolen, en la plataforma superior del ascensor Katarina, en Södermalm, Estocolmo.Alamy

Cafés orgánicos, restaurantes veganos, tiendas vintage, galerías de arte y un gran centro cultural de vanguardia como reclamo. Estocolmo cuenta, como muchas otras capitales europeas, con un barrio joven y bohemio, instalado en un conjunto de calles del centro de la isla Södermalm, la más meridional de la ciudad sueca: South of Folkungagatan, el SoFo, que además de museos interesantes, bares y una animada vida nocturna, ofrece unas vistas espectaculares vistas de Gamla Stan, el corazón histórico y monumental de Estocolmo. No solo eso: Södermalm representa además muchos de los valores que identificamos con lo escandinavo, como la conciencia ecológica, un alto nivel de calidad de vida y esa pasión sueca por el diseño.

Exterior de la Fotografiska, en el SoFo de Estocolmo.
Exterior de la Fotografiska, en el SoFo de Estocolmo.Radiokukka (Getty)

1 Un templo para la fotografía: Fotografiska

El principal referente cultural del SoFo está dedicado a la fotografía. Instalada junto al agua y con vistas al Gamla Stan, el centro histórico, la Fotografiska ocupa un edificio de ladrillo modernista y con cierto aire industrial –una antiguo oficina de aduanas, obra del arquitecto Ferdinand Boberg, cuya reforma fue una de las grandes inversiones de la ciudad durante la década anterior–, que desde su inauguración, en mayo de 2010, ha articulado la vida cultural del barrio de Södermalm.

La Fotografiska es reconocida por sus exposiciones temporales –cuatro grandes al año–, que conviven con otras muestras más pequeñas, siempre interesantes, y por cuyas salas han pasado grandes referencias de la fotografía: Sebastião Salgado, Irving Penn, Annie Leibovitz, Klara Kallstriom…

Además de las exposiciones, acoge conciertos, acontecimientos especiales y muchos cursos de fotografía. Su tienda de regalos merece la pena y la cafetería de la última planta es estupenda para tomarse un tentempié. Detrás del museo, el restaurante vegetariano ofrece además vistas excelentes.

Barra del bar Garlic and shots, en Södermalm (Estocolmo).
Barra del bar Garlic and shots, en Södermalm (Estocolmo).Tim E. White (alamy)

2 De bares por el SoFo

Si por algo es conocido este barrio de Estocolmo es por ser el más animado de la ciudad, con una buena oferta de bares para ir de copas. No son baratos para los estándares españoles, pero permiten tomarle el pulso a la ciudad. En Södermalm podemos comenzar por su plaza central, la Medborgarplatsen, rodeada de locales con terraza donde ver y ser vistos. Hacia el noroeste, en otra plaza especialmente agradable, la Mariatorget, podemos tomar una copa en el balcón del Hotel Rival o, no muy lejos, en uno de los bares más chic-bohemios de Söder: Marie Laveau, instalado en una antigua fábrica de embutidos de la calle Hornsgatan, con suelo ajedrezado y columnas con azulejos estilo metro. Arriba, sirve buenos cócteles mientras que el sótano funciona como discoteca los fines de semana.

Más información
en la guía 'Estocolmo de cerca', de Lonely Planet, y en lonelyplanet.es

Al este de Medborgarplatsen, el verdadero corazón del SoFo, reina un aire más joven en sitios frecuentados por veinteañeros y treintañeros, como el bar Nada, con música ecléctica, que va desde el pop ochentero hasta los ritmos más alternativos. A unas manzanas, el Snotty´s es un local tranquilo y cómodo, con aire retro y barra de madera, mientras que un poco más hacia el sur, encontraremos el Bara Enkelt, concurrido bar para treintañeros modernos, con papel pintado y mullidos sofás.

Si nuestro presupuesto no alcanza para propuestas sofisticadas, siempre podemos optar por cervecerías, algo más baratas, en la esquina de Tjärhovsgatan con Ostgötagatan, también el pleno corazón del SoFo. Y para comer algo entre copa y copa, la propuesta es un típico tentempié escandinavo en la calle, por ejemplo en los carritos callejeros de la zona de Medborgarplatsen.

Un paseo del parque de Tantolunden, en Estocolmo.
Un paseo del parque de Tantolunden, en Estocolmo.Paul Carstairs (alamy)

3 Tantolunden, el campo en la ciudad

En Estocolmo la naturaleza está muy cerca de la ciudad. Realmente, forma parte de ella y Tantolunden puede ser un buen ejemplo. Al suroeste de Södermalm, se trata de uno de los parques más grandes y variados de la ciudad. Su combinación de parcelas, espacios abiertos, gimnasio al aire libre, zona de juegos y senderos junto al agua lo convierten en una escapada ideal. Los vecinos pasean por él todo el año, aunque está especialmente animado durante el verano, con gente que acude a bañarse o hacer pícnics.

4 Comer al estilo escandinavo

Södermalm es el barrio de los restaurantes orgánicos y ecológicos, el de los pequeños locales con pocas mesas y decoración agradable donde saborear las especialidades escandinavas y otras internacionales, siempre con el toque fresco y natural de la cocina sueca. Entre los clásicos está Pelikan, un restaurante de husmanskost (comida tradicional) que ocupa una cervecería con más de un siglo de antigüedad. Se sirve reno asado, pastel de queso västerbotten y trucha alpina, platos con arenques encurtidos o platos vegetarianos, todos servidos entre techos altos, madera y camareros vestidos con chaleco.

Terraza de un café en Södermalm, Estocolmo.
Terraza de un café en Södermalm, Estocolmo.Alamy

Los vegetarianos tienen muchas opciones sin salir del barrio: por ejemplo en Hermans Trädgardscafé, uno de los más agradables de toda la ciudad, con terraza acristalada, vistas y un comedor abovedado. Más moderno, Woodstockholm es un bar de vinos y tienda de muebles, con sillas y mesas de diseñadores locales. La carta cambia cada semana y es temática, aunque algo extravagante (la actual, dedicada al cine, propone platos dedicados a Liz Taylor, Maria Antonieta o la madre de Scorsese). Es, sin embargo, una de las referencias predilectas entre los foodies locales.

Para los aficionados a la comida más ligera, la cafetería String, de aire retro-funky, tiene buenos precio y con una amplia carta de cereales, yogur, fruta fresca, tortitas…

Y si queremos imitar a los suecos, aficionados al street food diario, podemos subirnos a los remolques situados delante de la estación de metro de Slussen. Platos combinados con pescado y todo tipo de acompañamientos y condimentos, como puré de patata y cebolla roja, así como ensaladas, burritos o hamburguesas de arenque.

Barra y DJ en la cervecería Himlen, en Södermalm (Estocolmo).
Barra y DJ en la cervecería Himlen, en Södermalm (Estocolmo).

5 Las cervecerías de Söder

Además de los bares de copas, el barrio de Södermalm es conocido (y visitado) por sus cervecerías. Como Kvarnen, abierta desde 1907, donde todo rezuma tradición y punto de reunión habitual de los hinchas del Hammarby IF, club de fútbol local. Es un buen sitio para llegar antes de cenar y tomar una buena pinta. Akkurat ofrece una gran selección de cervezas belgas, muchas variedades de artesanas suecas e incluso whiskies y sidras.

Más elegante, el Himlen se encuentra en el piso 26 del edificio más alto de Söderman. Tras subir en el ascensor se puede pedir un fabuloso cóctel acompañado de ostras mientras se disfruta de las vistas. Y para escuchar música podemos ir al Debaser Strand, en Hornstull, un restaurante mexicano que es también bar, club y local de actuaciones en directo; uno de los más populares de la zona.

Tienda 'vintage' Modern Retro, en Södermalm.
Tienda 'vintage' Modern Retro, en Södermalm.carlos sánchez pereyra (alamy)

6 Compras vintage e iconos del diseño

Estocolmo es una de las grandes capitales europeas del diseño y Söderman participa en ello. Muchos se acercan al barrio para pasearse por sus tiendas ropa vintage, como Judits o Smiley Vintage, donde reformulan prendas viejas con nuevos diseños. Para los amantes del diseño, especialmente si disponen de presupuesto, es un placer visitar Design Tortet, que tiene varias tiendas por la capital sueca, o asomarnos a otro de los imprescindibles en la zona, 10-gruppen (Götgatan, 25), una tienda fundada en los años 90 en la que venden sus objetos diez creadores suecos que demuestran que el diseño escandinavo va mucho más allá de IKEA.

Para los que prefieran empaparse de cultura local, la English Bookshop de Söder es una magnífica librería con muchas actividades, talleres de escritura y mucho espacio para sentarse y hojear libros.

Ascensor Katarina, con vistas al Gamla Stan (centro histórico) de Estocolmo.
Ascensor Katarina, con vistas al Gamla Stan (centro histórico) de Estocolmo.Peter Forsberg (alamy)

7 Buenas vistas desde Katarina

Antes de abandonar Södermalm hay dos lugares especialmente recomendables para disfrutar de una buena panorámica del barrio y los alrededores. El primero es el ascensor Katarina, desde el que se contempla el Gamla Stan medieval y de la isla de Djurgarden, donde se encuentran la mayoría de los museos de la ciudad. Con unos buenos prismáticos disfrutaremos además de vistas hacia el archipiélago. El ascensor se construyó –con tuberías de hierro y metal al aire libre– en 1881 para unir la zona de Slussen con la parte alta de Södermalm, y poco a poco se ha ido convirtiendo en un icono de la zona. Se puede subir directamente a la plataforma mirador, a la que también se puede llegar usando los ascensores del edificio que se encuentra frente al Katarina.

Cáspulas del ascensor-mirador SkyView, en Estocolmo.
Cáspulas del ascensor-mirador SkyView, en Estocolmo.Sören Andersson (stockholmlive.com)

El segundo mirador de Söder, el Sky View del edificio Ericsson Globe Arena, al sur del barrio, da algo menos de vértigo. En realidad, se trata de un estadio cubierto con forma de pelota de golf por cuya cubierta exterior asciende, mediante un raíl, un ascensor en forma de cápsula que avanza lentamente para que los selfies de los visitantes desde las alturas queden perfectos.

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