Feijóo mantiene abierta la puerta del PP para Villacís : “Me gusta que la gente buena entre en mi partido”
El líder del PP rectifica sus declaraciones sobre el Islam reconociendo que no fueron afortunadas
Alberto Núñez Feijóo quiere a Begoña Villacís en el PP, aunque el posible fichaje de la vicealcaldesa de Madrid se haya complicado por la negativa de Isabel Díaz Ayuso a que la dirigente de Ciudadanos recale en el PP madrileño. El líder popular ha manifestado por primera vez de forma clara su intención de que Villacís se incorpore al PP, pero la emplaza a negociar con el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida. Ambos ya se vieron este martes en una reunión que solo duró 15 minutos y en la que no llegaron a ningún acuerdo. Feijóo presiona para captar a Villacís, aunque tensione la relación con Ayuso, que ya ha dejado entrever que no la quiere en el PP de Madrid.
Villacís “ha sido y es una buena vicealcaldesa y ha sido leal”, ha reflexionado Feijóo este miércoles en una entrevista en Onda Cero, en la que ha argumentado esa buena opinión en el hecho de que “mientras sus compañeros en la Comunidad de Madrid estaban haciendo una moción de censura pactada con el PSOE, ella no lo hizo y dio estabilidad al Ayuntamiento de Madrid”. “Estos antecedentes para mí son suficientemente sólidos como para tener una buena opinión de la vicealcaldesa”, ha insistido el líder del PP antes de expresar su deseo de que Villacís se incorpore al PP. “A mí me gusta que la gente buena entre en mi partido”, ha defendido con claridad.
Feijóo ha recordado que ya hay 166 cargos orgánicos de Cs que voluntariamente han entrado en el PP, algunos de los cuales están en el Gobierno de Andalucía o de Madrid. “Nuestro partido es un partido de centro reformista y Cs también lo era. Todo parece que las cosas pueden confluir”, ha confiado.
No obstante, Feijóo es consciente del problema que provoca el fichaje de Villacís con Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid desdeñó este lunes a la vicealcaldesa ―“Lo mejor de Cs ya se vino conmigo”, dijo a las puertas de Génova― y trató de alejar la incorporación de la dirigente de Cs al partido en Madrid. Su vicepresidente, Enrique Ossorio, fue tajante descartando su llegada: “Por parte del PP de Madrid regional no consideramos sinceramente esa incorporación”. Y el PP de Madrid regional es el competente para elaborar las listas tanto de la Comunidad como del Ayuntamiento de la capital.
Feijóo reconoce el liderazgo de Ayuso en Madrid, y por eso el lunes, delante de ella y del resto de los barones, dijo en Génova que respetará la autonomía de los presidentes para hacer las listas electorales, pero al mismo tiempo presiona a Almeida para que pacte con Villacís y el fichaje se haga para la lista del Ayuntamiento. “En caso de que se esté valorando incluirla en la lista del Ayuntamiento, lo lógico es que Villacís y Almeida hablen de si interesa o no hacer esto. También es verdad que la señora Villacís no nos ha dicho: oiga, a mí me interesa entrar en el PP. A mí desde luego no me lo ha dicho”, ha expresado Feijóo emplazándoles a negociar.
En Génova prefieren la vía del Ayuntamiento, porque de lo contrario sería un problema el encaje de Villacís en el partido hasta que en diciembre se elaboren las listas para el Congreso y el Senado, en las que podrían incorporarla. Pero tampoco cierran esa puerta si no hay más remedio por la negativa de Ayuso. En principio, la líder madrileña podría vetar a Villacís aunque Almeida quisiera ficharla, pero Ayuso tendría más difícil oponerse si hay un pacto del alcalde con su vicealcaldesa. “¿Ayuso va a decir que en el Ayuntamiento tampoco puede ir Villacís? Que lo diga”, retan en Génova. La dirección nacional está tratando en todo caso de que Almeida reconduzca la situación tanto con Villacís como con la presidenta madrileña. “Primero, el alcalde”, insisten fuentes de la cúpula al tanto de las conversaciones.
Al margen de la polémica de Villacís, Feijóo ha rectificado este miércoles sus controvertidas declaraciones sobre el Islam de la semana pasada, tras el ataque en Algeciras. “No verá usted a un católico matar en nombre de su religión. Otros pueblos tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen”, manifestó entonces. Una semana después, el líder del PP ha entonado el mea culpa. “No le oculto que no fueron las mejores declaraciones de mi vida”, ha confesado. “Lo que sí intenté decir, y luego lo dije, porque vi que no había tenido una expresión correcta entre nosotros y ellos, es reiterar lo que pienso. Que las religiones no son culpables de nada. No es un problema de religión, es un problema de fanatismo. Y por tanto, ni los musulmanes, ni los católicos, ni los protestantes u ortodoxos son culpables de que una persona en nombre de una religión atente contra la vida de los demás. Sí dije que hay un problema de integrismo yihadista en el mundo. Pero insisto, si esas palabras no fueron afortunadas... no lo fueron; por eso tuve que concretarlas. Porque cuando uno no acierta plenamente, lo que ha de hacer es rectificar”.
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