Dos testigos admiten pagos en efectivo en República Dominicana al hermano de Koldo García por orden de Aldama
Un socio del empresario reconoce en el Supremo dos entregas de 10.000 dólares a Joseba García


Dos testigos han reconocido este miércoles en el Tribunal Supremo dos pagos en efectivo al hermano de Koldo García, antiguo asesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes. El magistrado Leopoldo Puente ha tomado declaración a Aranzazu Granell y a Javier Serrano, a quienes la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil vincula con las entregas de dinero a Joseba García que tendrían como destino final su hermano Koldo. Fuentes de la investigación afirman que ambos han admitido que entregaron dos veces a Joseba sendos sobres con 10.000 dólares en República Dominicana. Granell ha explicado que le dio la orden Serrano, mientras que este ha dicho que actuó por indicación del empresario Víctor de Aldama, del que era socio en la empresa Pronalab y principal comisionista de la trama corrupta que investiga el Tribunal Supremo.
Los testimonios de este miércoles han confirmado las sospechas que la UCO han ido desgranando en sus informes. Según los agentes, Granell dio dinero en metálico a Joseba durante dos viajes que este hizo a República Dominicana en 2021, uno del 31 de octubre al 4 de noviembre y otro del 13 al 16 de diciembre. Joseba admitió esas dos estancias en el país caribeño en su declaración como testigo en el Supremo el pasado 4 de marzo, pero aseguró que eran viajes de “placer” para conocer a una mujer. Sin embargo, también admitió que, estando en República Dominicana, le pidieron que pasara a “saludar” a Granell y que esta le dio unos “papeles” para Aldama, con quien García aseguró que se vio varias veces porque le estaba comprando un coche.
Fuentes del caso señalan que Granell ha ratificado que quedó dos veces con Joseba García para entregarle un sobre, pero ha desmentido que le entregara unos simples papeles y ha precisado que cada sobre contenía 10.000 dólares. Según ha explicado al juez, no sabía si el dinero era para el propio Joseba o si este se lo entregaría luego a alguien -”yo nunca preguntaba”, ha dicho-, pero sí ha precisado que ella actuó por orden de Serrano, para quien trabajaba en Pronalab, una empresa dedicada a hacer test de covid. Serrano —imputado en la Audiencia Nacional— ha asegurado que fue Aldama quien le pidió que entregaran ese dinero a García.
Las fuentes del caso señalan que este ha afirmado que no sabía para qué quería Aldama ese dinero, pero los investigadores sostienen que eran parte de las comisiones que el empresario asegura que pagó al entonces ministro y a su asesor a cambio de favorecer la adjudicación de contratos públicos a determinadas empresas. Según concluyó la UCO en un informe, Aldama se quedó sin liquidez en España para afrontar los pagos en metálico de las presuntas mordidas, por lo que usó dinero que Pronalab estaba generando en República Dominicana.
Según la UCO, durante la primera estancia en República Dominicana, Granell envió un audio a Joseba donde le indicaba que cuando estuviera por Punta Cana la avisara para quedar. “Llámame y te digo donde estoy y, en función de eso, ya que vas con el coche, pues te digo si quedamos por aquí, si estoy en casa o si estoy en el hotel. Bueno, yo me lo echo al bolso y en algún momento dado nos encontramos”, le dijo.
Poco después, Granell envió otro audio a Serrano, a quien la Guardia Civil identificó como socio del presunto conseguidor de la trama, Víctor de Aldama. “Hablo ahora con el Joseba este, que ya tengo el dinero, y le digo que quedamos”, le contó ella, según recogieron los investigadores en un informe.
Joseba volvió a República Dominicana unas semanas después, y, según la UCO, Granell escribió a Serrano dos días antes para preguntarle cuánto tenía que darle al “legionario” el apodo con el que ambos se referían al hermano de Koldo, según han admitido en el Supremo. El empresario contestó que necesitaba “10K”. “Este pago queda acreditado por unos mensajes que le manda Joseba a Koldo, cuando le pregunta a este ‘cuánto son al cambio 10′, puntualizando él mismo instantes después ‘8.800”, recogieron los agentes. La UCO reflejó que ese mismo día Koldo advirtió a Joseba “sobre la necesidad de borrar el contenido del mensaje, posiblemente los que aluden al citado tipo de cambio”: “Lo he borrado solo para mí, bórrate”, contestó Joseba.
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