Barcelona halla irregularidades generalizadas en los supermercados 24 horas

Guardia Urbana, Policía Nacional y técnicos de la Agencia Tributaria y de la Inspección de Trabajo han llevado a cabo, esta última semana, una macroinspección a más de un centenar de supermercados de los que abren las 24 horas del día en la ciudad de Barcelona. Todos los establecimientos inspeccionados han acabado sancionados por incumplir algún tipo de normativa. De hecho, la macroinspección ha concluido con casi 2.000 infracciones. Los investigadores han localizado todo tipo de irregularidades: establecimientos que no tienen servicio de agua corriente; negocios que utilizan los sótanos como infraviviendas para sus trabajadores; empresarios que no tienen dados de alta a sus empleados, locales que venden productos caducados o sin la refrigeración necesaria, otros que incumplen la normativa de paisaje urbano en los letreros…

El supermercado ubicado en el número 55 de la Ronda Sant Antoni permanecía este jueves cerrado. “La semana pasada entraron los policías y vieron que el negocio estaba lleno de cucarachas y no tiene agua corriente”, denuncia el dueño de otro supermercado (en el número 61 de la misma calle) a solo unos metros. “A nosotros también nos investigaron y también nos han expedientado por no tener la pegatina de la cámara de seguridad. Pero mira, yo friego continuamente, nosotros somos limpios y todo es legal”, mantiene un trabajador de este establecimiento que lleva por nombre (en letras rojas y blancas): Open 365 días, Supermercat 24 horas.

La macroinspección se llevó a cabo durante cuatro días entre el 28 de noviembre y el 4 de diciembre. Esos días se revisaron 112 locales, muchos de ellos en el distrito del Eixample, en los que se detectaron 1.993 infracciones. La mayoría de estas infracciones, 1.047, fueron por irregularidades en la actividad para la que se tiene licencia. También ha habido 143 por vulnerar normativas de salud pública, 63 más por infringir la normativa laboral y otras 20 por irregularidades con la Agencia Tributaria e irregularidades en la cartelería de los establecimientos, que suele ser siempre igual en todos los negocios. Siete de los locales fueron precintados de forma preventiva.

Uno de los establecimientos precintados es el situado en el número 185 de la calle Sepúlveda, 24H 365 días Supermercat. El propietario del negocio, que no quiere dar su nombre, se quejaba este jueves a EL PAÍS: “Me cerraron el viernes pasado por unos murales viejos que había en el almacén. Me dijeron que incumplía la normativa de incendios y de suciedad y he tenido que limpiarlo. Mandé fotos al Ayuntamiento y no me han dado el visto bueno hasta este miércoles. ¿Quién me paga estos días de trabajo perdidos?”. Otro de los supermercados precintados es el que no tenía agua corriente, un servicio que deberá conseguir si quiere volver a operar como supermercado.

El Ayuntamiento mantiene que estas macroinspecciones forman parte del Plan de Inspección Integral 2024-2027, enmarcado en el Plan Endreça con el que el gobierno de Jaume Collboni intenta limpiar la ciudad y conseguir que la sensación de inseguridad que tienen los barceloneses se reduzca. Las inspecciones se realizaron durante el horario diurno y fue la Guardia Urbana la encargada de diseñar los operativos. A la macroinspección se unieron técnicos de los distritos, que se encargaron de verificar la adecuación de los locales a las normativas y actividades y si estos cumplían con las normativas de paisaje urbano. La dirección de los servicios de inspección del Ayuntamiento supervisó si lo negocios realizaban una correcta gestión de los residuos, mientras que la Agencia de Salud Pública evaluó el cumplimiento de la normativa sobre gestión alimentaria y salubridad. El instituto municipal de Hacienda y la Agencia Tributaria se encargó de supervisar si los negocios estaban al día en sus tributos y la Inspección de Trabajo verificó su se cumplía con la normativa laboral. En esta ocasión también participaron agentes de la Policía Nacional, que supervisaron si los papeles de los trabajadores estaban en regla en materia de extranjería y si había posibles casos de tráfico de personas.

Ahora, tal como asegura el Consistorio, deberán clasificarse las infracciones, esperar alegaciones y recursos y concluir qué tipo de sanciones se derivan de las mismas. Solo se han precintado aquellos establecimientos que tenían irregularidades muy graves, y que la mayoría ya ha resuelto. El Consistorio mantiene que gracias a este tipo de dispositivos se exige y ejemplifica que las actividades económicas de la ciudad cumplan con las máximas garantías legales y las normativas. También consideran que el gran número de irregularidades encontradas evidencia la necesidad de continuar con este tipo de operativos.