El Parlament reprobará a la consejera Sílvia Paneque por el caos del servicio de Rodalies
Al menos ERC, Junts y PP, que suman 70 diputados, defienden que la Cámara le de el toque de atención a la titular de Territorio

Si no hay cambios de guion de último minuto, la consejera de Territorio de la Generalitat, Sílvia Paneque, será reprobada por el Parlament el próximo jueves, a raíz del caos que se vive en las Cercanías catalanas, Rodalies. Las ocho bancadas de la Cámara ya han registrado este martes los textos que se votarán al final del pleno monográfico sobre el transporte ferroviario y tanto Junts per Catalunya como Esquerra Republicana incluyen en sus propuestas de resolución el toque de atención a la máxima responsable de la gestión ferroviaria dentro de la Generalitat. Los tres partidos suman 70 diputados, dos más que la mayoría absoluta del partido. Paneque sería la primera consejera del Govern de Salvador Illa en ser censurada por la Cámara.
Ni la explicación del estado raquítico de la red de Adif y el servicio de Renfe en Cataluña que ha hecho Paneque durante su comparecencia en el Parlament -que el 25% de los trenes no son operativos o que 109 de los 264 ascensores o escaleras automáticas están fuera de servicio- ha servido para que los partidos cambiaran de opinión. Eso sí, la intensidad de cada formación ha sido distinta. Junts, por ejemplo, no solo pide reprobarla sino que también exige su cese “por la mala gestión en la escalada de incidencias experimentadas en los últimos meses”. ERC justifica la desaprobación parlamentaria “por su incapacidad de exigir las responsabilidades necesarias a Adif y Renfe ante la situación del colapso del servicio”.
Hasta el propio jueves, cuando se votarán las propuestas de resolución, los grupos pueden hacer diferentes transacciones en los textos. Eso abre la puerta que incluso la mayoría que repruebe a Paneque vaya más allá de los 70 diputados que, de momento, están por aplicar ese correctivo. Además de los 35 diputados de Junts y los 20 de Esquerra, aquí se han de contar los 15 del PP, que tienen la intención de apoyar esa reprobación aunque no la propongan en sus textos. Una de las dudas es qué harán aquí los comunes, que abren la puerta a exigir responsabilidades políticas en Adif si en seis meses “no se produce una normalización y mejora significativa en la prestación del servicio”.
Pese a todo, el tono constructivo de los partidos que se escuchó en el pleno monográfico también impregna las propuestas de resolución. Las del grupo socialista, por ejemplo, están llenas de gestos conciliadores hacia el resto de las formaciones. Por ejemplo, se abre a informarles de manera trimestral y en sede parlamentaria del seguimiento de ejecución de las obras del plan de Rodalies. A las entidades, ese ejercicio de rendición de cuentas se daría una vez cada semestre. La gran propuesta es acordar con el Gobierno central “un compromiso vinculante de inversión para cada una de las anualidades”. Esto, además, incluiría una cláusula económica que la garantice.
El PSC también compra la idea de avanzar en la formación de maquinistas y otro personal requerido para la operación ferroviaria, como una manera de ir allanando el camino para tener una bolsa calificada de personal cuando se ponga en marcha la empresa que gestionará el traspaso de Rodalies. Se trata de un punto compartido casi por todas las formaciones. Pero los socialistas quieren cerrar filas con ERC y los Comunes en el avance del traspaso, ante las críticas constantes de Junts, y también se abren a que quede establecido por los estatutos de esa empresa que su director general, que se encargará de la gestión operativa, lo proponga la Generalitat.
Los comunes abogan, por su parte, que se renuncie a la ampliación del aeropuerto de El Prat y se centren todos los esfuerzos en la mejora del servicio ferroviario. Tanto así, que incluso pone como meta que en un futuro se equipare la dotación de personal e inversión en mantenimiento (ambos baremos por kilómetro de vía) entre la infraestructura que será traspasada por Adif a la que tiene ahora Ferrocarrils de la Generalitat.
A parte de las dimisiones, en Junts proponen una serie de acciones específicas en diferentes zonas de Cataluña. Entre otras, cuadriplicar las vías “donde sea posible” en el tramo Castelldefels - Barcelona, los intercambiadores de Hospital General y Rubí o el de Barberá del Vallès. O doblar la capacidad actual de los convoys de Media Distancia entre Tarragona y/o Terres de L’Ebre y Barcelona y como los de la R2 Sur. Otra de las batallas que tanto CUP como Junts, por ejemplo, quieren dar es la de lograr el traspaso también del servicio de Avant y Media Distancia que operen en Cataluña. El PP, por su parte, quiere parar de “forma inmediata” la negociación sobre el traspaso de Rodalies.
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