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Mercedes García, ingeniera agrónoma: “Desert City funciona como un pequeño museo donde pasear por todos los desiertos del mundo”

La creadora de este peculiar entorno en Madrid explica que es un proyecto pionero que mezcla un jardín botánico con un vivero. Cuenta con más de 600 variedades distintas de cactus, unas plantas que adoran el sol, son autosuficientes y que permiten algún despiste sin necesidad de estar esclavizado con el cuidado del jardín

Mercedes Garcia ingeniera agronoma
Mercedes García en uno de los invernaderos sujetando un par de cactus en plena floración.Foto cedida por Mercedes García
Eduardo Barba

El camino del corazón lleva a parajes desconocidos. Cuando una pasión llama a la puerta, tan solo se puede dejar todo y seguirla, para alimentar un nuevo mundo lleno de descubrimientos. Mercedes García (Madrid, 62 años) decidió dar un golpe de timón a su barco laboral para arribar en las costas del cultivo de las plantas suculentas, aquellas especies que acumulan agua y nutrientes en sus tejidos. Así es como decidió dedicarse en cuerpo y alma a su pasión hasta graduarse como ingeniera agrónoma.

No contenta con ello, también creó Desert City, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), un proyecto pionero que es una mezcla entre un jardín botánico y un vivero. Allí se juntan con naturalidad la divulgación y la docencia, tanto para legos como para expertos, con el único objetivo de conocer mejor a las plantas xerofíticas y suculentas.

Pregunta. Un buen día se enamora de las plantas suculentas…

Respuesta. Un azar académico, cuando estaba terminando la carrera de Farmacia con 22 años, hizo que me fijara en estas plantas. En un examen oral de fisiología vegetal me tocó hablar de la fotosíntesis CAM (Metabolismo ácido de crasuláceas, en español), que es la que realizan las plantas suculentas. Hice una buena defensa del tema y el profesor me evaluó con matrícula de honor. Para celebrarlo me compré mi primer cactus. Desde ese momento empecé a coleccionarlos y a aprender más sobre estas plantas.

P. Tanto aprendió que incluso le llevó a crear un auténtico jardín botánico y vivero de plantas suculentas.

R. Cuando terminé mi paso por la escuela de agrónomos, al cumplir casi los 50 años, soñé con aplicar los conocimientos de la agricultura más avanzada al cultivo de estas plantas suculentas. El jardín botánico, paisajístico y experimental de cactus iniciado hace 12 años, ha servido para probar qué es lo que funciona o no en un clima árido mesetario como el de Madrid. Y el sueño se ha convertido en realidad. Mi pasión y dedicación ya no es trabajo, es un verdadero disfrute.

Vista del jardín y del oasis al atardecer.
Vista del jardín y del oasis al atardecer.Foto cedida por Mercedes García

P. ¿Qué se puede aprender en Desert City, su sueño hecho realidad?

R. El vivero y el jardín son espacios de ocio en la naturaleza. Hemos creado el mayor desierto de Madrid, un lugar donde pasar en familia una mañana agradable, incluso con juegos para que los niños aprendan de los cactus. Todo funciona como un pequeño museo donde explorar y aprender visitando recreaciones de hábitat de cada continente, para pasear por todos los desiertos del mundo. No tenemos todas las especies, pero sí es fácil que contemos con más de 600 variedades. Después de ocho años abierto al público, se ha convertido en un centro de referencia nacional y europeo, no solo para los frikis de los cactus y otras plantas xerofíticas: es un destino botánico. Hasta tenemos un oasis —como en todo buen desierto— donde contemplar desde mayo a noviembre la más bella y completa colección de nenúfares tropicales, de la colección particular del maestro Tomy Escribano.

P. Qué es una planta xerofítica? ¿Es lo mismo que una planta suculenta?

R. Las xerofíticas son plantas que viven en las regiones áridas del planeta, incluso en los desiertos. Esto es gracias a adaptaciones morfológicas o fisiológicas que les permiten sobrevivir largo tiempo en condiciones de restricción de agua. Dentro de las plantas xerofíticas, las suculentas son las que han desarrollado tejidos que actúan como esponjas para acumular agua. Y, además, empiezan su proceso fotosintético al caer el sol y bajar las temperaturas.

P. ¿Y qué es una planta crasa?

R. Encontramos plantas suculentas en más de 50 familias botánicas, con casi 15.000 especies distintas. La familia de los cactus es una de estas familias, las cactáceas, pero hay muchas más. Otra de esas familias, muy popular, es la de la de las llamadas plantas crasas, las crasuláceas. A ella pertenecen la planta de jade (Crassula ovata), las echeverias (Echeveria spp.), los aeonios (Aeonium spp.), kalanchoes (Kalanchoe spp.)… Este grupo es el 10% de las suculentas del planeta y estas sí que son las verdaderas plantas crasas. Por lo tanto, hay suculentas que no son crasas, como los aloes (Aloe spp.), los agaves (Agave spp.), las yucas (Yucca spp.), las hawortias (Haworthia spp.)…

Bosquete de varios ejemplares de Yucca rostrata en el jardín botánico.
Bosquete de varios ejemplares de Yucca rostrata en el jardín botánico.Foto cedida por Mercedes García

P. ¿Todas las plantas xerofíticas acumulan agua en tejidos suculentos?

R. No, hay plantas xerofíticas que han desarrollado otros mecanismos para aprovechar mejor el agua disponible que no son estos tejidos suculentos. Por ejemplo, las hay con hojas pequeñas, con pilosidades o cubiertas muy cerosas, con tonos plateados o glaucos para repeler el exceso de sol, etcétera.

P. En nuestro país hay muchas plantas autóctonas que tienen unos requerimientos similares a las plantas de regiones más áridas. ¿Pueden convivir juntas con los cactus y otras suculentas?

R. Claro que sí. Todas las plantas vienen al mundo con un numerito a la espalda. Se llama coeficiente de especie de eficiencia hídrica. Es un número que va de 0,1 a 1: de las que beben menos a las que beben más. De todos es conocido que las que menos beben son los cactus —con un coeficiente entre 0,1 y 0,2—. Pero en las regiones áridas y casi subdesérticas de España habitan plantas con una eficiencia hídrica prácticamente similar a un cactus o a otras suculentas. Entre ellas se encuentran las retamas, las encinas, las jaras o los almendros, que necesitan la misma agua que los cactus saguaros de las pelis del Oeste. En los jardines que diseño y desarrollo siempre busco el mejor maridaje entre planta autóctona xerofítica y plantas extranjeras no invasoras.

Las floraciones de los cactus son tan sorprendentes como en este Echinocereus knippelianus.
Las floraciones de los cactus son tan sorprendentes como en este Echinocereus knippelianus.Paul Starosta (Getty Images)

P. ¿Qué lugar ocupan las plantas xerofíticas en la jardinería actual?

R. Si vives en regiones de clima árido en España, observarás que en los jardines se están incorporando más y más plantas xerofíticas.

P. ¿Y en España hay experiencias de jardines públicos con cactus?

R. Recientemente el Ayuntamiento de Barcelona, después de pasar un periodo de restricciones de agua para riego en parques públicos, realizó el proyecto del Parque de las Glorias en pleno centro. Así que nos encargó el diseño de un gran jardín de cactus y otras suculentas a la salida de su estación de metro. Ese es el primer jardín público de cactus, inaugurado en octubre de 2024.

P. Entonces, ¿por qué casi no se utilizan las plantas suculentas en los parques de las ciudades y pueblos españoles?

R. La principal razón es la miopía presupuestaria en la gestión de espacios verdes municipales. Primero, porque hacer un jardín sin cactus u otras suculentas es mucho más barato. Estas plantas tienen un crecimiento más lento y conseguir ejemplares de cierto porte para ver un efecto de paisaje consolidado es más difícil y de precio elevado.

Segundo, porque un jardín con estas plantas requiere mucho menos mantenimiento. El negocio que mueven las empresas de mantenimiento de jardines tradicionales con los ayuntamientos es increíble. Y todavía no se ha hecho un análisis a fondo del ahorro que supondría para las administraciones públicas la sustitución paulatina de espacios verdes con este tipo de plantas.

Tercero, porque el consumo de agua y su factura anual para algunos municipios es un gasto asumido y no se buscan alternativas a no ser que existan problemas de sequía. ¡Luego también está la excusa de que los cactus pinchan!

P. Aun con sus espinas, publicaste un libro en el que apelabas al corazón de los cactus.

R. Mi libro Cactus con corazón es casi una novela que se basa en el principio del “amor con amor se paga”. Cuando amas a alguien o a algo, incluido el amor por las plantas, te esfuerzas por conocer todo lo que gira a su alrededor. Si se aprende a satisfacer las necesidades de tu amado, la recompensa es recibir amor de forma recíproca. En mi libro exploras los secretos del cultivo de los cactus para descubrir cómo estas plantas, que tienen su corazoncito, te demuestran su amor con generosas floraciones y espectaculares y sanos crecimientos.

Una vista del paisaje desértico del jardín botánico creado por Mercedes García
Una vista del paisaje desértico del jardín botánico creado por Mercedes GarcíaFoto cedida por Mercedes García

P. ¿Qué recomienda para que las plantas suculentas crezcan felices?

R. La primera clave para cultivarlas con éxito es comprar las plantas con nombre y apellidos. Cuando sabes la planta que compras es más fácil consultar los cuidados específicos de cada especie. En las suculentas, por ejemplo, hay algunas que descansan en invierno y otras en verano. Y eso significa que, mientras reposan, ni comen ni beben.

P. Tiene auténtica pasión no solo por estas plantas, sino también por divulgar de manera rigurosa sus conocimientos, bien sea a través de sus redes sociales o de talleres gratuitos.

R. Ahora el acceso a la información es fácil y digital, pero en su mayoría lo que encuentras es muy somero y superficial, con contenidos que son copia y pega unos de otros. Observé que existía la oportunidad de publicar sobre temas enfocados a resolver problemas que los coleccionistas tenían con estas plantas. Todo bajo el prisma de la ciencia, pero ajustando el nivel de comunicación técnico en un lenguaje apto para cualquier persona entusiasta de las plantas.

P. ¿Qué le diría a una persona que quiera tener plantas pero cuente con una terraza con mucha insolación y poco tiempo para cuidarlas?

R. Pues que no hay plantas como los cactus y otras suculentas que adoren tanto el sol, que sean tan autosuficientes, que permitan algún despiste o negligencia por falta de tiempo y que no le tengas que dejar la llave al vecino cuando te vayas de vacaciones. Son plantas que si aprendes los cuatro trucos que siempre enseño, las tendrás para disfrutar de ellas y no para estar esclavizado con tu terraza o jardín.

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Sobre la firma

Eduardo Barba
Es jardinero, paisajista, profesor de Jardinería e investigador botánico en obras de arte. Ha escrito varios libros, así como artículos en catálogos para instituciones como el Museo del Prado. También habla de jardinería en su sección 'Meterse en un jardín' de la Cadena SER.
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