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El 108: de estigma a símbolo de la lucha por los derechos de los gais en Paraguay

La cifra hace referencia a un listado público difundido por la dictadura de Alfredo Stroessner contra homosexuales

Jóvenes paraguayos marchan en Asunción para conmemorar la publicación de la 'Carta de un Amoral' durante la dictadura, convertida en símbo de la comunidad gay.
Jóvenes paraguayos marchan en Asunción para conmemorar la publicación de la 'Carta de un Amoral' durante la dictadura, convertida en símbo de la comunidad gay.Santi Carneri
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Basta caminar por casi cualquier rincón de Paraguay para escuchar, sobre todo a los hombres, referirse a alguien como un "108", una forma peyorativa para nombrar a los homosexuales. Aún hoy, algunos hoteles o viviendas evitan lucir este número en sus puertas. El dictador Alfredo Stroessner, que permaneció en el poder hasta 1989, tomó el mando del país en 1954 mediante un golpe de Estado y cinco años después sufrió una fuerte crisis política entre sus dirigentes. Entonces, un suceso terrible conmocionó al país: el popular locutor Bernardo Aranda, de Radio Comuneros, apareció quemado en su habitación de un inquilinato de Barrio Obrero de Asunción. Fue un escándalo que la prensa divulgó de forma morbosa como un "crimen pasional entre homosexuales". La búsqueda de los presuntos asesinos desató una cacería contra cualquier hombre acusado de ser gay.

La policía llevaba diez 10 haciendo redadas a opositores y a lugares de entretenimiento asociados a la comunidad gay. Arrestaba en la calle, torturaba en las comisarías -violaciones incluidas- y recibía el aplauso unánime de la prensa del régimen, que dedicaba textos y caricaturas homófobas prácticamebte en cada publicación. A ello se sumaban listas de nombres y apellidos.

El 12 de septiembre, el diario paraguayo El País, afín a la dictadura, abrió su edición con el siguiente titular: "108 Personas de Dudosa Conducta Moral Están Siendo Interrogadas. Intensa Acción Policial. Esperan Resultados". Fue la primera vez que apareció el número 108 asociado a la homosexualidad, según demuestran los archivos, recortes de periódico y documentos que componen la investigación realizada por el abogado paraguayo Erwing Augsten. “Verse como gay, lesbiana o travesti en Paraguay es imposible sin entender que hubo una persecución sistemática contra la diversidad sexual que empezó en 1959 y que duró toda la dictadura”, explica el letrado.

Días después, el citado periódico publicó el listado completo de los detenidos, a los que acusaba de tener una "conducta amoral". Desde entonces, el 108 dejó de aparecer en los números de las habitaciones de algunos hoteles y casas paraguayas, de los autos e, incluso, de las listas de alumnos en los centros escolares. "Pea 108" (ese es un 108) se escucha aún hoy en la calle en guaraní, el idioma nativo, oficial junto con el español.

La escalada, con todo, pareció tener algún impacto en el periódico, porque el 30 de septiembre de 1959 su editor permitió la publicación de un texto titulado Carta de un amoral. "Nosotros seguimos una vocación que es tan antigua como la propia humanidad, y en este siglo de consagración de todos los derechos humanos nadie puede negarnos el derecho de hacer de nosotros mismos, de nuestro continente físico, lo que queremos, sin incomodar a los otros que no quieran hacer lo mismo", decía la carta anónima.

El texto fue ignorado por las autoridades en el momento de su publicación y pasó prácticamente desapercibida desapercibido. Pero ya en democracia fue rescatada del olvido por organizaciones civiles y ha sido convertida en símbolo de lucha para la comunidad TLGBI nacional. Por eso, desde hace 15 años, se realiza la Marcha por los derechos TLGBI cerca de la fecha de aquella publicación.

Una reproducción gigante de ese manifiesto cuelga hoy en una de las paredes de la sala principal del centro cultural Mansión 108, un concurrido espacio de actividades referente en la defensa de los derechos de personas trans, lesbianas, gais, bisexuales e intersex (TLGBI), entre otros lugares abiertos en la capital en los últimos años por organizaciones como Aireana, Somos Gay, Lesvos o Panambi.

"Pese a la fuerte discriminación que todavía existe. Algo está cambiando, y cada vez más juventud paraguaya empieza a exhibir con orgullo su identidad sexual en público", cuenta Bruno Chaparro, de 23 años, integrante de la asociación Diversxs de Encarnación, una de las principales ciudades de Paraguay.

Bruno decidió ser activista tras leer la historia de los 108. "En la escuela siempre me decían puto, 108, y nunca entendía por qué. Sabía que era por gay pero no conocí el origen hasta que cumplí 15 años", recordó. Ahora ha sido uno de los organizadores de la primera marcha por los derechos TLGBI de la historia de Encarnación, que se convirtió en noticia nacional cuando su intendente, Luis Yd, intentó prohibirla bajo la excusa de que la ciudad es "pro vida".

Finalmente, el sábado 29 de septiembre, unas 300 personas con banderas arcoíris recorrieron Encarnación sin problemas, incluso acompañadas de un familiar cercano del intendente. La marcha también se convocó por primera vez en Ciudad del Este, la segunda del país, y tuvo una gran asistencia en Asunción, donde varios miles de personas recorrieron el centro de la capital entre música y gritos de denuncia. “No tenemos registros de una marcha más grande en 15 años. Y creemos que tiene mucho que ver con el movimiento feminista y la movilización de las mujeres”, afirma Augsten.

Además de conciertos de todo tipo, también se escenificaron situaciones de discriminación, como la falta de investigación de los asesinatos de transexuales. La organización acordó que este año se destacarían los logros y denuncias del colectivo trans, por las agresiones que siguen sufriendo, como los 63 asesinatos sin investigar desde 1989. En el último mes, dos mujeres trans fueron asesinadas sin consecuencias para el agresor.

Los 108 hombres detenidos y torturados hace casi 60 años fueron recordados en una de las actuaciones teatrales que acompañaron la marcha, cuando los asistentes gritaron cada número.

El tabloide paraguayo Popular, que incluye en su contenido notas sobre "fantasmas" y fotos eróticas de mujeres, usó su portada del 28 de septiembre para insultar y ridiculizar a las mujeres trans. "Una condenable muestra de odio y transfobia teniendo en cuenta la ola de transfeminicidios que estamos viviendo", expresó la organización Somosgay en un comunicado. En la misma portada, el diario hace un chiste homófobo sobre un futbolista y reproduce las declaraciones de una persona autodenominada "pro vida" en donde insta a quemar a la titular del Ministerio de la Mujer. Los tiempos en los que la prensa dedicaba sus páginas a hacer ataques homófobos no han terminado.

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