La injerencia del Departamento de Justicia provoca la dimisión de la fiscal federal de Nueva York

La decisión del Departamento de Justicia de EE UU de archivar el caso federal de corrupción contra el alcalde de Nueva York, Eric Adams, ha suscitado dudas sobre la independencia de la fiscalía más prestigiosa del país, la del distrito sur de Manhattan, y sobre el liderazgo de la ciudad. Dos días después de que Justicia le pidiera que desestime el caso contra Adams, la fiscal en funciones del Distrito Sur, Danielle Sassoon, ha dimitido y comunicado su decisión este jueves a la fiscal general de EE UU (ministra de Justicia), Pam Bondi. En la carta que le ha enviado, no explica los motivos de su renuncia, según fuentes próximas citadas por la cadena CNN, pero sí que se encontraba bajo presión para retirar los cargos penales contra Adams, en los últimos meses un extraño compañero de viaje de Donald Trump.

La carta de Sassoon, que es republicana, a Bondi, de ocho páginas, exponía las circunstancias que, a su juicio, hacían imposible que continuara en el puesto. La fiscal en funciones se refiere a las exigencias del memorando firmado por Emil Bove, número dos de Bondi y en su día principal abogado de la defensa de Trump en el caso Stormy Daniels, para que desestimara los cinco cargos penales contra Adams “tan pronto como fuera posible”. Bove argüía la inoportunidad del proceso contra el regidor, previsto para abril, sin margen de tiempo para las primarias de las elecciones municipales de noviembre y en plena campaña contra la inmigración irregular de la Administración de Donald Trump, a la que Adams ha sumado voluntad y esfuerzos.

En la carta, a la que ha tenido acceso la cadena CBS, Sassoon, en su día secretaria en el Supremo del juez Antonin Scalia, un gigante del movimiento legal conservador, afirma que la instrucción de Bove “plantea serias preocupaciones que hacen que el sobreseimiento requerido sea incompatible con mi capacidad y mi deber de perseguir delitos federales sin miedo ni favor y de presentar argumentos de buena fe ante los tribunales”. Bove ha respondido inmediatamente a la misiva, aceptando la renuncia y acusando a la fiscal de perder de vista su juramento, así como de incapacidad y parcialidad. También ha aprobado la excedencia, con sueldo, de los fiscales que trabajaron en el caso de Adams.

La renuncia de Sassoon no es la primera forzada por la injerencia de los nuevos responsables de Justicia. Los jefes en funciones de las divisiones penal y de integridad pública del Departamento dimitieron recientemente de sus cargos en Washington a raíz del caso Adams, según tres personas próximas citadas por la CBS.

El Departamento de Justicia acusó formalmente a Adams en septiembre de cinco cargos de soborno, fraude y solicitud de donaciones extranjeras ilegales para su campaña electoral, la que le llevó a la alcaldía en 2021. La fiscalía le acusa de conceder los permisos de habitabilidad de un nuevo consulado turco en Manhattan a pesar de los problemas de seguridad constatados, a cambio de donaciones ilegales y viajes de lujo gratuitos o con grandes descuentos. Los fiscales solicitaron información sobre sus relaciones con otros cinco países y sugirieron que el caso podría haberse ampliado. El regidor, el primero en ejercicio procesado en la historia moderna de la ciudad, se declaró inocente y ha reiterado que no renuncia a presentarse a la reelección.

Adams, que se registró como republicano en la década de los noventa del siglo pasado, ha dicho con frecuencia que el proceso tenía una motivación política por sus abiertas críticas a la respuesta del Gobierno del demócrata Joe Biden a la crisis migratoria desencadenada en la primavera de 2022 por el traslado masivo de inmigrantes a la ciudad desde Texas, una forma de presionar a Biden del gobernador de ese Estado, el republicano Greg Abbott. Nueva York no fue la única ciudad santuario o refugio gobernada por los demócratas que vio llegar a decenas de miles de indocumentados a lo largo de los dos años siguientes. También Chicago o Boston fueron habituales destinos de los autobuses fletados por Abbott desde la frontera.

Pero tras su imputación, Adams empezó a acercarse a Trump, primero asegurando que ambos habían sido víctimas injustas de una persecución política (el mantra favorito del republicano durante su odisea judicial, finalizada gracias a su victoria en las urnas en noviembre). Adams, que este mismo jueves ha recibido en Nueva York la visita de Tom Homan, el zar de la frontera republicano, ha intentado ganarse el favor del republicano no sólo hablando su mismo lenguaje; también prometiéndole la colaboración de las fuerzas de seguridad de la ciudad en la campaña de deportación masiva de sin papeles. ïtem más, este mismo jueves ha anunciado que permitirá a los agentes del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, en sus siglas inglesas), los encargados de aplicar las órdenes de deportación masiva de Trump, el acceso a la cárcel de Rikers Island, lo que supone un giro radical a la tradicional política de refugio de la ciudad hacia los migrantes.