El feminismo resiste al temporal en el 8M y se planta ante la ola reaccionaria
Miles de mujeres se echan a las calles en España divididas por cuarto año consecutivo en unas marchas golpeadas por la lluvia y marcadas por el rechazo a la ultraderecha

A pesar del mal tiempo de este sábado en prácticamente toda España, miles de mujeres han vuelto a salir a la calle en un 8M que ha estado marcado por el rechazo al avance internacional de la ultraderecha. La lluvia, eso sí, ha dejado probablemente a muchas en casa, lo que se ha traducido en unas manifestaciones menos multitudinarias que las de otras ediciones, con un movimiento que continúa dividido en dos y que cumple su cuarto año de marchas separadas en la mayoría de las ciudades.
La grieta entre el feminismo que incluye a las mujeres trans y el más veterano ―históricamente asociado al socialismo― crece en lugar de achicarse por unas diferencias que se evidenciaron desde el debate y la aprobación de la ley trans y que tiene también otra derivada: la abolición de la prostitución, una posición que no es unánime en el primer grupo ―donde hay un debate abierto sobre esta cuestión― y sí en el segundo.
En Madrid, que sirve cada año de termómetro para el movimiento, la Comisión 8M, la organizadora histórica de la marcha del Día Internacional de las Mujeres, salió a las 12.00 del Paseo del Prado bajo el lema “Feministas antirracistas a las calles, nos va la vida en ello” en la manifestación más numerosa de España junto con la de Barcelona. La Delegación del Gobierno en Madrid ha cifrado en 25.000 personas la asistencia, 5.000 menos de lo que estimó el año pasado.
El Movimiento Feminista de Madrid (MFM), la escisión transexcluyente, lo hizo por la tarde en una marcha mucho menos multitudinaria, con el lema “Mujeres en lucha contra el machismo global”. El Partido Popular había anunciado su presencia con una delegación oficial en esta manifestación, centrada en pedir la abolición de la prostitución. Una de las portavoces de la organización, al frente de la multitud, ha gritado: “Aunque vengas a adornar, no te vamos a votar”.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha acudido a las dos, y ha defendido la necesidad de alzar la voz ante la ola reaccionaria y la “motosierra de la extrema derecha”, además de pedir unidad ante esas amenazas. “Hay muchas cosas más que nos unen que nos separan”, ha recalcado la ministra, en la marcha de la mañana, a la que han acudido otros miembros del Gobierno como Óscar López, Isabel Rodríguez, Sara Aagesen, Diana Morant y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Estaba asimismo Pilar Bernabé, secretaria de Igualdad del PSOE, que se ha referido a una “coalición ultra” que acecha los derechos y libertades de las mujeres. “Hoy levantamos la voz y decimos que ni un paso atrás que tenemos que seguir avanzando para consolidar derechos”, ha añadido.
Muchas de las presentes se sorprendían por la gran cantidad de participantes, pese al frío y la lluvia, que en algunos casos han obligado incluso a suspender marchas, como ha sucedido en Málaga y en Ávila. “Lo hemos vuelto a hacer, la lluvia no nos ha parado”, ha proclamado una de las portavoces de la Comisión 8M de Madrid al final de una marcha que ha mantenido el tono festivo y reivindicativo de otros años.
“¡Aquí estamos las feministas!”, proclamaban en el tradicional grito cientos de mujeres acompañadas de los tambores de la batucada. Todas bañadas por la lluvia. Todas con algún pañuelo, camiseta, bandera, o pintada violeta. Todas juntas lanzando consignas a favor de la equidad de género. Una marcha intergeneracional en la que algunas de las asistentes veteranas han notado especial presencia y empuje de las más jóvenes. Andrea, de 19 años, con la pintura violeta de su cara emborronada por el agua gritaba junto con sus amigas: “¡Que viva el feminismo! ¡Que va a vencer!”. Aseguraba que acudía a reivindicar a todas las mujeres. “Ni la lluvia, ni ningún político, ni nadie nos va a parar nunca”.
Más allá de Madrid, las principales ciudades del país han albergado manifestaciones, aunque menos numerosas que las de la capital. En Barcelona, por primera vez, han marchado separadas. Las referencias a la ultraderecha que amenaza con recortar derechos y el papel del feminismo en combatir estos retrocesos han sido unánimes entre las representantes de los partidos antes de la protesta mayoritaria de la capital catalana, a la que la Guardia urbana atribuye 25.000 participantes. La secretaria general adjunta de Feminismos del Govern, Ares Tubau, ha defendido “salir a la calle más que nunca cuando el fascismo campa por Europa, porque quien plantará cara será el feminismo; lo hemos visto en Alemania donde las mujeres han votado masivamente a la izquierda porque los derechos de las mujeres están amenazadas”.
Media hora después de que comenzara la principal manifestación en Barcelona, en el bloque convocado por el Moviment Feminista marcharon unas 400 participantes, algunas de las cuales iban vestidas con indumentaria blanca, bajo un lema que sostiene que la prostitución es violencia, y entre consignas sobre la prohibición total de la pornografía.
La dana en las protestas
La gestión de la dana ha sido motivo de críticas en Valencia, donde también se ha dividido el movimiento. Al grito de “Mazón, dimisió, a la prisió”, 4.000 personas se movilizaron en dirección al centro de la ciudad del Turia, según datos de la Delegación del Gobierno. Le siguió otra, de unas 12.000, apoyada por los sindicatos y el PSOE, en la que estuvo presente la ministra de Ciencia, Diana Morant. La columna ha sido encabezada por la organización Mujeres de la Huerta Sur, que ha reivindicado la labor de las mujeres en la reconstrucción de los pueblos afectados por la dana y ha denunciado la “mala gestión” antes y después de la catástrofe que ha dejado 227 muertos.
San Sebastián ha sido una de las ciudades con una marcha unitaria, que ha denunciado la violencia machista y ha pedido “acabar con las agresiones y la subordinación que sufren las mujeres”, además de alertar ante la “crisis ecosocial provocada por el capitalismo, el patriarcado y el colonialismo”, y censurar “las políticas migratorias que perpetúan el actual sistema racista y colonial”.
En Andalucía, la asistencia se ha visto mermada por el mal tiempo. Entre nubarrones y tras un gran chaparrón se abrió paso la primera de las tres manifestaciones que han marchado por Sevilla. En la primera de ellas, cuya asistencia la policía ha cifrado en unas 2.000 personas, la portavoz de la asamblea feminista unitaria, Lidia Delgado, ha explicado las razones por las que hay tres protestas separadas en la capital andaluza: “El feminismo es un movimiento muy diverso. Cuantas más seamos mejor, hay una riqueza de respuestas. Las diferencias principales son de organización, porque todas las decisiones las tomamos de manera asamblearia. Además, están el respeto a la identidad de las mujeres trans y la reivindicación de los derechos laborales de las trabajadores sexuales“.
También hubo tres manifestaciones en Vigo, la mayor ciudad de Galicia, aunque una de ellas no tenía nada que ver con la división del movimiento feminista ya que se concentraba en repulsa por el asesinato de la policía Vanessa Lage en acto de servicio. Por la tarde, las calles del centro de Santiago de Compostela se llenaron hasta que una fuerte lluvia dispersó a muchas de las participantes.
En Valladolid, como en los últimos años, ha habido dos marchas debido a las diferencias ideológicas entre las corrientes feministas. La asistencia, pese a no llover, ha sido muy inferior a la de otras ediciones y se ha mantenido un tono discreto, sin tanta animosidad como en años anteriores y con mensajes como “por las que no están” y a favor del “feminismo revoluciona el mundo”.
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