El sueño de Simon Geschke, la felicidad ‘hipster’

Ganó la etapa Simon Geschke y ganó el más valiente de los más de 20 de la gran fuga: atacó todo Allos en solitario y puso de los nervios a los seguidores como Pinot, quien se arriesgó en el descenso para cazarlo y se fue al suelo.

Ganó Geschke, berlinés de 29 años, voz de barítono y cuidada barba, y contra el hipsterismo desatado que celebró la victoria de uno de los suyos, se levantó rápido el Twitter de los irónicos, que son muchos y graciosos, y destacan la alegría de uno que parece un cliente que va en fixie (bicicleta de piñón fijo que usan los modernos en las grandes ciudades) a comprarse por 19 euros una hamburguesa biológica a un foodtruck. Y eso, exactamente, es lo que parece el corredor del Giant-Alpecin, el equipo alemán convenientemente patrocinado por una marca de champú, cafeína para el cabello, pone en sus maillots, que antes del Tour anunciaba su gran eficacia, y la barba de Geschke da prueba de ello, como doping capilar. No hay registros de ganadores de etapa barbudos, pero ni los más viejos del lugar recordaban a ninguno: hasta hace nada, la barba se consideraba una molestia, y el afeitado diario, una necesidad.

Todo suena a broma, pero la etapa no tuvo nada de broma, sino mucho de prueba de gran dureza. Los mismos 161 kilómetros, por exactamente las mismas carreteras, se corrieron hace unas semanas en la Dauphiné Libéré, cuando ganó Romain Bardet. Entonces, el ganador tardó 19 minutos más que Geschke el miércoles, y lo hizo a una media de 35,598 kilómetros por hora. El berlinés feliz que soñaba con ganar una etapa del Tour desde la primera vez que lo vio de niño por la tele, lo hizo a 38,290 kilómetros por hora.