Guruzeta encuentra el camino del gol en el Athletic
El delantero suma frente al Valladolid su cuarta y quinta diana en sólo 197 minutos sobre el césped para que su equipo se vaya al parón con el sabor de la victoria
¿Será Guruzeta el enviado del fútbol que esperaba San Mamés desde que se retiró Aduriz? Valverde le puso titular por primera vez y el delantero respondió con dos goles que devuelven la sonrisa a la afición, de uñas desde la derrota en Girona, donde también marcó Guruzeta. El Valladolid se marchó frustrado. Jugó un partido aseado, pero no le dio para puntuar.
Sigue siendo el otoño todavía verano tardío en Bilbao, aunque a veces llueve un poco para saber de dónde venimos, aunque no a dónde vamos, y por eso da gusto desplazarse a San Mamés, aunque sea martes, y pese a que el disgusto de Girona sigue ahí, clavado como una espada. Por eso, la salida del Valladolid a la Catedral, como si estuviera en Pucela, ofendió a la grada, como si fuera una afrenta llegar de invitado y ponerse a revolver en los armarios. Que Weissman tuviera dos opciones antes del minuto 3, incomodó a la afición.
También a los jugadores del Athletic, claro, que intentaron ponerse las pilas pronto, para evitar reproches desde las tribunas. Lo consiguieron; al menos le dieron otro aire a su juego, más parecido a lo de siempre, aunque Valverde había remodelado la alineación, no tanto como Pacheta, pero sí de forma significativa. Iñigo Martínez estaba en el banco; también Muniain y Yuri. Aparecieron Herrera, recuperado de sus molestias, y Guruzeta, para aprovechar su buena relación con el gol.
Forzó el paso el Athletic, encadenó alguna llegada veloz, intercalada con sustos como el de Guardiola, que disparó cruzado cerca del palo, y cogió velocidad de despegue antes del cuarto de hora. Le sirvió para abrir la cuenta, con una jugada de Sancet, que miró a las bandas, eligió la derecha por la que corría Iñaki Williams, que puso la pelota en el área para el remate de Guruzeta. Replicó Masip, pero su rechace le cayó de nuevo al delantero, que a la segunda, embocó. Sigue en racha.
El gol envalentonó al Athletic, que dejó la iniciativa al Valladolid y optó por la velocidad de los Williams y la búsqueda de espacios a cargo de Sancet. Encadenó ocasiones el equipo de Valverde, pero se marchó al descanso sin ampliar la diferencia.
Pero Guruzeta seguía allí, y enseguida volvió a mostrarle el pasaporte a Masip. Pidieron falta de Vesga los de Pucela, no la concedió el árbitro, y su incursión acabó con el pase al delantero, que buscó el espacio y remató cruzado para hacer su quinto gol de la temporada, toda una proeza, porque ha jugado sólo 197 minutos. Un tanto cada 39 minutos, una eficacia demoledora para un Athletic que sigue añorando a Aduriz.
Volvía el equipo de Valverde a lo que se espera de él, y aunque el Valladolid porfió lo que pudo y alguna vez se acercó al área con peligro, no le dio para recortar el marcador, porque Yeray, que está imperial en el centro de la defensa, y Vivian, se adelantaron a todas las intentonas visitantes.
Guruzeta creyó durante un instante que podría sumar su primer triplete con el Athletic cuando desde el VAR llamaron al árbitro para observar un posible penalti en el monitor. Díaz de Mera miró lo que le ponían, señaló el área, el delantero del Athletic cogió el balón para lanzar la pena máxima, pero lo que concedió el juez fue un balón a tierra para el Valladolid. No hay noticias de qué interpretó.
Luego, con los visitantes fatigados, el Athletic siguió apretando y fue Vivian el que puso la guinda de cabeza, en un saque de falta, para redondear el marcador y mandar contenta a la afición de San Mamés al parón mundialista, aunque todavía queda la Copa en Alzira.
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