La selección de Alemania en el Mundial de Qatar
Los teutones confían en que Flick levanté el rumbo de una selección que ha naufragado en los dos últimos grandes torneos
El plan
La selección alemana se encuentra en un momento histórico. En la era de la posguerra, nunca había sido eliminada antes de los cuartos de final en dos torneos seguidos. Pero a la ignominiosa eliminación en la fase de grupos de 2018 le siguió la derrota ante Inglaterra en los octavos de final de la Eurocopa 2020. El público en general se aleja del favoritismo y la DFB incluso canceló su eslogan Die Mannschaft. En Alemania, la gente es supersticiosa.
Lo mejor sería que volviera a jugar como un equipo. El problema no puede ser la falta de talento, porque el once inicial está formado casi exclusivamente por jugadores que han ganado la Liga de Campeones y hay algunos talentos apasionantes en ciernes.
Hay algunos problemas en el lateral, pero el mayor enredo está en el centro del campo. Joshua Kimmich es un distribuidor del balón tremendo, pero se ha visto sometido a una presión cada vez mayor en los cara a cara, su debilidad.
Philipp Lahm le ha dicho que “trabaje en sus entradas defensivas”, mientras que Markus Babbel cree que le falta “disciplina táctica”. Sami Khedira dijo que parece que no tiene suficiente “madurez táctica”. Por lo tanto, la gran incógnita de cara al Mundial es cómo va a armar Hansi Flick el centro del campo (4-3-3 o 4-2-3-1).
Ilkay Gundogan, el capitán del Manchester City, no es titular seguro porque es demasiado parecido a Kimmich, lo que quedó patente en el reciente empate a tres contra Inglaterra en Wembley. El escaso tiempo de preparación puede ser un problema, ya que Alemania, descrita como un Turniermannschaft (un equipo de torneo) en su país, normalmente necesita algo de tiempo para ponerse en marcha.
A pesar de todo, el objetivo es llegar al menos a las semifinales. La principal fuerza de Alemania, además de su experiencia internacional, es el hecho de que cuenta con varios jugadores capaces de contribuir con goles. Serge Gnabry, Leroy Sané, Havertz, y no menos Thomas Müller, tienen el olfato a punto.
El equipo de Hansi Flick tiene un heredero goleador en el centro del campo de jugadores como Lothar Matthäus y Michael Ballack con Leon Goretzka. En la portería, Manuel Neuer sigue siendo uno de los mejores guardametas del mundo a sus 36 años.
Ránking de Alemania
Los 26 de Alemania
ALINEACIÓN PROBABLE
- 4-2-3-1
Neuer;
Kehrer, Süle, Rüdiger, Raum;
Kimmich, Goretzka;
Gnabry, Müller, Sané;
Havertz
El grupo E
La estrella, el héroe no reconocido, y el seleccionador
Leon Goretzka
Leon Goretzka destaca en una selección alemana que cuenta con muchos jugadores excelentes pero que carece de una superestrella. En parte por sus valores fuera del terreno de juego, pronunciándose contra el racismo y la homofobia, pero, por supuesto, por ser uno de los jugadores más importantes de Flick en el campo. Que Goretzka se mantenga en forma y aporte su máximo nivel a Qatar durante todo el torneo supondría una enorme diferencia en el camino de Alemania. Con su energía y potencia es capaz de ser el enlace entre la defensa y el ataque de una manera que ni Kimmich ni Gundogan pueden.
Kai Havertz
Las cualidades de Kai Havertz no son universalmente admiradas, pero también es quizás justo decir que los que realmente aprecian al delantero del Chelsea son los auténticos aficionados que conocen su fútbol. Esto se debe en parte a su traslado a la Premier League, donde es más difícil de seguir por el público de Alemania, pero también a que no tiene un puesto fijo en la selección nacional. La percepción del joven de 23 años puede cambiar este invierno, ya que es probable que se le otorgue un papel crucial en el equipo de Flick. De los muchos jugadores de ataque técnicamente dotados del equipo, es el único que puede cumple con todas las condiciones.
Hans Flick
Hans im Gluck (Hans el afortunado) es un personaje de cuento de los hermanos Grimm. La frase es también una buena descripción de la corta pero extraordinaria etapa de Hans-Dieter Hansi Flick en el Bayern. En un año y medio, ganó siete títulos, incluido un sextete. A finales de 2019 se había hecho cargo de un equipo que no funcionaba bien con Niko Kovac y lo condujo inmediatamente al título de la Liga de Campeones. Que este éxito se basara únicamente en su puesta a punto táctica no es algo que crea ni el propio Flick. De hecho, el currículum de este hombre de 57 años no es el de un entrenador estrella; antes de asumir el mando en el Bayern, el mayor éxito que tuvo fue como ayudante del entrenador Löw cuando Alemania ganó el Mundial en 2014. En Múnich fue el hombre adecuado en el lugar y el momento adecuados y, hay que reconocerlo, pulsó los botones adecuados. En Qatar tiene la oportunidad de demostrar que puede llevar a un equipo -que no ha ganado nada durante mucho tiempo- a nuevas cotas.
Postura sobre Qatar
Algunos jugadores, como Antonio Rudiger (“la decisión [de organizar el torneo en Qatar] no fue tomada para nosotros, los jugadores, y tampoco para los aficionados”) o Leon Goretzka (“es absurdo que el respeto de los derechos humanos no estuviera entre los criterios para conseguir ser anfitrión del Mundial”) son bastante francos con sus críticas, pero otros no. “Se trata de violaciones de los derechos humanos, que en general existen en todos los países, también en Alemania”, dijo por ejemplo Thomas Müller en marzo. Durante el Mundial es posible que veamos pequeñas muestras de solidaridad con la comunidad LGBTQI+ por parte del equipo, pero no se esperan grandes protestas o críticas sobre la situación de los trabajadores inmigrantes o la igualdad de género. “Los jugadores deben centrarse en el deporte”, ha dicho el director del equipo, Oliver Bierhoff.
Himno nacional
El Deutschlandlied, escrito por August Hoffmann von Fallersleben en los tiempos de la creciente conciencia nacional antes de la revolución alemana de 1848, es el himno nacional desde 1922. Tiene tres estrofas, pero la primera fue utilizada por los nazis como himno nacional y hoy solo se conserva la tercera, que comienza con las famosas palabras: “unidad, justicia y libertad”. Las otras dos ya no se cantan, y si alguién empieza a cantarlas puede esperar la reacción de los que le rodean. Las palabras “unidad, justicia y libertad” también aparecen en las monedas alemanas de 2 euros.
Héroe de culto de todos los tiempos
Gunter Netzer fue la cara del famoso Fohlenelf del Borussia Mönchengladbach, que desafió al Bayern de Múnich de Franz Beckenbauer a finales de los años 60 y principios de los 70. No solo es uno de los mejores centrocampistas alemanes de la historia; su pasión por los coches rápidos y las mujeres guapas y su melena al estilo hippie le convirtieron en un icono de los años 70, como indica su apodo, El rebelde. En su último partido con el Mönchengladbach antes de fichar por el Real Madrid, la final de la Copa de Alemania de 1973, Netzer saltó al campo sin pedir permiso a su entrenador, Hennes Weisweiler, y marcó el gol de la victoria tres minutos más tarde. Después de su carrera, Netzer se convirtió en una figura de culto en la televisión alemana, formando un dúo muy querido con Gerhard Delling para la cobertura de la selección nacional.
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