¡Subversión!

Soy un español que pregunta con la mejor fe: ¿Qué es «lo subversivo»? Pues uno mira alrededor y parece como si la vida política de esta nación se redujera a una cuestión de orden público y a poner coto a todo aquello que suponga una aspiración de libertad. Pedir libertad es subversivo. Pedir amnistía es subversivo. Pedir reconciliación es subversivo. Pedir el libre juego de los partidos políticos sin exclusiones es subversivo. Pedir el reconocimiento de la realidad de las regiones y pueblos de España es subversivo. Díganlo si no es así quienes se manifiestan por la calle en este sentido. ¿O es que el Gobierno a través de sus cuerpos policiales les arroja florecitas o bombones?

En definitiva: Parece como si en esta España nuestra lo único autorizado fuera pedir la cabeza de alguien o clamar porque se le lleve al paredón. Es decir a este pueblo de por siglos, se le fomenta el odio. Aquí siempre se habla más de muerte que de vida. ¡Triste, triste país! ¿Cuándo llegará el día soñado en que se autorice un gran festival de la alegría un gran festival de la afirmación de la vida? Lanzo la idea a los poetas, a los músicos, a todos los que tengan sensibilidad, al pueblo laborioso y de buena voluntad. ¿Cabe pensar que algo así no fuera prohibido el régimen de la «reforma»? Entretanto sigo afirmando no creer en que algo fundamental haya cambiado. Todo son malos gestos. Los convenientes para que aunque alguien se confunda, todo siga igual. No sé si peor: mejor, desde luego, no