Las sombras de EL PAÍS
En el momento en que me emociono y me lleno de gozo leyendo las respuestas de los lectores a la suscripción de acciones dirigidas a ellos por Le Monde -institución que prestigía el periodismo por su calidad, lucidez, independencia, rigor y compromiso-, de día en día siento prundamente cómo EL PAÍS cede, cada vez más, al poder socialista, pierde en compromiso, renuncia a la búsqueda de nuevos espacios y desafíos periodísticos y aumenta en prepotencia, vedetismo, parcialidad y mercantilismo acusado.El caso de los corresponsales es una buena prueba de ello. EL PAÍS, para ganar más dinero, no pone, al menos en cada comunidad autónoma, un delegado fijo, solvente y qompetente, que coordinaría la política informativa de cada una de éstas. Al no hacerlo así, al pagarse a los corresponsales de la mayoría de las comunidades autónomas por las colaboraciones que hacen, éstos tienen que buscarse la vida para tener un salario digno, lo que les obliga a buscar otros trabajos más estables, lo cual tendrá una repercusión muy negativa en la información, porque las noticias que facilitan, cuando las facilitan, pueden perjudicarles en el trabajo que desempeñan o que esperan desempeñar o conseguir.
Pero hay más: a) En la información de las elecciones gallegas, EL PAÍS, con el objetivo puesto en descabalgar a Fraga estrepitosamente, apostó descarada y parcialmente por el PSOE y González Laxe, cuando por la abundante información de la que dispuso y que se negó a dar o investigar, como por ejemplo la descarada y vergonzosa manipulación de las encuestas del CIS a favor de Laxe y del PSOE sabía que la alternativa al Guatepeor de Fraga no puede ser el Guatemala del PSOE con su mexicanización galopante y evidente que en Galicia presenta las perlas del faraón de Paco Vázquez, aliado y apoyado por la AP más reaccionaria de Dopeso, y et esperpéntico compañeiro Soto, que, entre otras cosas, está denunciado por un empleado del Ayuntamiento al que intentó despedir por falsificación de documento público. b) La apuesta de EL PAIS por un consumismo elitista se hace asfixiante y ha alcanzado su paroxismo con el muy desafortunado artículo dedicado al duque de Badajoz, al que, en la primera página y en el interior, se le dedicó mucho más espacio que al homenaje a Pasionaria.- Y con la entrevista en el suplemento de EL PAIS a un hijo de la duquesa de Alba en el que se nos cuenta lo bien que gasta el abundante dinero de la familia que tan generosa es con él. Uno entre los muchos artículos que EL PAIS dedica a los aniígos de la casa, sin justificarlo, ni de lejos, los méritos y la biografla que presentan. c) La súbita benevolencia que EL PAIS muestra con el otrora muy justamente criticado ministro del Interior, señor Barrionuevo, que *si antes mereció las críticas y la petición de dinúsión, en el caso Zabala lo merece mucho más, porque aquellos casos Arregui, Almería, Luna, etcétera, trajeron estos Iodos inmundos y repudiables del desaparecido joven pamplonés que nos avergüenzan a todos y nos llenan de estupor. Lo que sin embargo no ha impedido que EL PAIS no haya nombrado a Barrionuevo en el editorial que dedicó a tan repudiable hecho. d) Un apoyo mucho más descarado al PSOE en todas las secciones, colaboraciones y suplementos. e) Una pérdida de gracia, sensibilidad, garra y audacia que está dando lugar a que para leer EL PAIS sólo se necesiten unos cuantos minutos.
En fin, que la glaciación que estamos sufriendo en España lamentablemente está alcanzando de lleno a EL PAIS, lo que no deja de ser una verdadera peniña.
Esperemos que al menos en EL PAIS las cosas puedan cambiar y funcione de otra manera.-
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